MOSCÚ.- El presidente ruso, Vladimir Putin, prometió este domingo más “destrucción” en Ucrania, en respuesta a un bombardeo con drones que golpeó el sábado un edificio residencial en la ciudad de Kazán, en el centro del país. Mientras, los ucranianos afirman un aumento de las ejecuciones de sus con una curva de crecimiento pronunciada desde octubre y Human Rights Watch denuncia crímenes de guerra.
”Sea quien sea, y por mucho que intenten destruir, se enfrentarán a una destrucción muchas veces mayor y se arrepentirán de lo que intentan hacer en nuestro país”, afirmó Putin durante una reunión gubernamental difundida en televisión.
Rusia acusó a Ucrania de lanzar un bombardeo “masivo” con drones, que alcanzaron un bloque de viviendas de lujo en Kazán, a unos 1000 kilómetros de la frontera. En videos difundidos en las redes sociales rusas, se ve el impacto de drones contra un edificio de cristal de gran altura. No se informó de ninguna víctima como consecuencia del ataque, hasta el momento. En sus declaraciones, Putin se dirigió al líder local de Tartaristán, la región donde se encuentra Kazán, en una ceremonia de inauguración de una carretera, celebrada por videoconferencia.
El ataque en Kazán fue el último de una serie de bombardeos cada vez más frecuentes en este conflicto de casi tres años. A pesar de que Ucrania no realizó comentarios sobre el ataque, Putin ya amenazó con atacar el centro de Kiev con un misil balístico hipersónico. El Ministerio ruso de Defensa señaló que los ataques rusos contra instalaciones energéticas ucranianas de las últimas semanas se lanzaron en respuesta al uso por parte de Kiev de misiles suministrados por las potencias occidentales para atacar territorio ruso.
El francotirador ucraniano Oleksandr Matsievsky fue capturado por fuerzas rusas durante el primer año de la invasión a gran escala. Más tarde, apareció un video en el que se lo ve fumando un cigarrillo en un bosque, aparentemente junto a una tumba que lo habrían obligado a cavar. “¡Gloria a Ucrania!” dice a sus captores antes de que suenen los disparos que lo matan. Su muerte es solo una de muchas ejecuciones reportadas.
En octubre de este año, se denunció que nueve soldados ucranianos capturados fueron asesinados por las fuerzas rusas en la región de Kursk. Las autoridades ucranianas están investigando el caso, que incluye una imagen de cuerpos semidesnudos en el suelo. Esa fotografía permitió que los padres de una de las víctimas, Ruslan Holubenko, operador de drones, lo reconocieran. “Lo identifiqué por la ropa interior”, contó su madre al medio local Suspilne Cherníhiv. “Se la compré antes de un viaje al mar. También reconocí una herida en su hombro que se veía en la foto”.
Los informes de ejecuciones continúan llegando. Las investigaciones incluyen casos de decapitaciones y el asesinato de un soldado ucraniano con una espada mientras estaba atado. En otro caso, un video mostró a 16 soldados ucranianos alineados y abatidos con armas automáticas después de salir de un bosque para rendirse.
Algunas ejecuciones fueron grabadas por las propias tropas rusas, mientras que otras fueron captadas por drones ucranianos. Los asesinatos, a menudo filmados en zonas remotas como bosques o campos, dificultan determinar su ubicación exacta. Sin embargo, en varios casos, BBC Verify confirmó que las víctimas usaban uniformes ucranianos y que los videos eran recientes.
La fiscalía de Ucrania documentó al menos 147 prisioneros de guerra ejecutados por fuerzas rusas desde el inicio del conflicto, 127 de ellos este año. “El aumento es evidente”, explicó a al medio BBC Yuri Belousov, jefe del Departamento de Crímenes de Guerra de la Fiscalía General de Ucrania. “Desde noviembre pasado, estas ejecuciones se han vuelto sistemáticas y su número creció especialmente en verano y otoño. Esto sugiere que no son casos aislados, sino parte de un patrón que parece responder a órdenes específicas”.
El derecho internacional, según la Tercera Convención de Ginebra, protege a los prisioneros de guerra, y su ejecución constituye un crimen de guerra. Sin embargo, Ramzán Kadýrov, líder de Chechenia, llegó a ordenar que no se tomaran prisioneros durante la guerra en Ucrania.
Rachel Denber, de Human Rights Watch, asegura que hay pruebas contundentes de ejecuciones de prisioneros ucranianos por tropas rusas. Señala que la impunidad desempeña un papel central y plantea interrogantes sobre las órdenes que reciben los soldados rusos: “¿Qué directivas tienen, ya sean formales o informales? ¿Sus comandantes les enseñan sobre la protección de prisioneros según las Convenciones de Ginebra? ¿Qué hace la cadena de mando para investigar estas atrocidades? Y si no lo hacen, ¿entienden que podrían ser penalmente responsables?”.
Por ahora, no hay indicios de que Rusia esté investigando estas denuncias. Hablar de ellas dentro de Rusia puede llevar a largas penas de prisión. Mientras tanto, el presidente Vladimir Putin sostiene que las fuerzas rusas siempre han tratado a los prisioneros ucranianos “de acuerdo con las normas internacionales”.
Aunque también se reportaron casos de ejecuciones de prisioneros rusos por parte de Ucrania, las denuncias son mucho menos frecuentes. Según Belousov, Ucrania investiga seriamente estos casos, aunque todavía no se presentaron cargos.
Desde el inicio de la invasión en febrero de 2022, Human Rights Watch denunció una serie de violaciones cometidas por Rusia, muchas de las cuales podrían calificarse como crímenes de guerra o crímenes de lesa humanidad.
El historial de abusos es tan grave que algunos soldados ucranianos prefieren morir antes que ser capturados. “Mi hijo me dijo: ‘Mamá, nunca me rendiré. Perdóname, sé que llorarás, pero no quiero que me torturen’”, relató la madre de Ruslan Holubenko. Aunque su hijo sigue desaparecido oficialmente, ella no pierde la esperanza. “Haré todo lo posible para recuperarlo. Miro esa foto una y otra vez. ¿Y si solo está inconsciente? Quiero creer que sigue vivo, no puedo aceptar que se haya ido”.
Agencia AFP