El Papa y el inminente presidente de Estados Unidos Donald Trump se preparan a afrontar una compleja relación.
Francisco ha nombrado en la sede de Washington al muy progresista cardenal Robert McElroy, identificado con las ideas de Jorge Bergoglio, actualmente a cargo de la arquidiócesis de San Diego.
A todas luces, una abierta respuesta a la anterior decisión de Trump de designar como embajador norteamericano ante la Santa Sede al tradicionalista Brian Burch, padre de nueve hijos, presidente de la poderosa organización tradicionalista Catholic Vote que ha criticado en los últimos años al pontífice argentino aunque con moderación.
El cardenal McElroy sucede en Washington al cardenal William Gregory, que ha sido el primer arzobispo afroamericano en la sede de la capital norteamericana.
McElroy es un viejo rival del futuro jefe de la Casa Blanca. Durante el primer mandato del magnate dio un discurso muy duro contra el jefe del Estado USA en el que invitó a los católicos a convertirse en “disgregadores” de la agenda antinmigrantes de Trump. “Debemos luchar contra los que quieren enviar tropas a nuestras calles para deportar a personas privadas de documentos”, dijo entonces.
El cardenal Mc Elroy está considerado “un bergogliano de fierro”, defensor de los inmigrantes, de los católicos que sostienen las variantes de sexo LGBTQ, y convencido en su apoyo a las causas climáticas.
Enfrentados
El nuevo embajador trumpista ante el Vaticano, Brian Burch, es un ferviente sostenedor de las enseñanzas y tradiciones de la Iglesia. Ha dedicado su vida a inspirar a los católicos a integrar su fe con la vida pública. El triunfo del republicano en las elecciones en Estados Unidos indicó que obtuvo el apoyo del 56% de los católicos norteamericanos, muchos de ellos tradicionalistas.
Burch habla muy bien el castellano y cuenta que aprendió cuando trabajaba levantando cosechas en los campos propiedad de su padre con los trabajadores mexicanos y centroamericanos. “Ellos me enseñaron a apreciar la fe y se los agradezco”, repite. Burch ha creado también Voto Católico en español, con marcado éxito.
El nuevo embajador norteamericano nació y creció en Phoenix, Arizona y se ha educado en instituciones católicas, entre ellas la prestigiosa Universidad Católica de Texas.
Pese a las críticas de los católicos progresistas que lo etiquetan como “guerrero cultural”, opositor al Papa, Burch ha defendido la institución del papado y recuerda que acogió con mucho aprecio, en un video, la elección de Francisco el 13 marzo de 2013.
Burch viajará con su mujer y cuatro de sus hijos a Roma no bien Trump asuma la presidencia norteamericana, el 20 de enero, y lo confirme en el cargo. “Es una oportunidad extraordinaria representar a Estados Unidos en las relaciones con el Vaticano. Servir en este rol es una profunda responsabilidad”, declaró.
El futuro embajador parece darse bien cuenta de la responsabilidad que le espera y la necesidad evitar colisiones con el Papa. Estados Unidos y la Santa Sede mantienen relaciones formales desde 1984 cuando Ronald Reagan era el presidente y en el Vaticano reinaba el Papa Juan Pablo II.