LOS ÁNGELES.- Unos 30 minutos después de que comenzara el incendio de Palisades el martes, las radios de los bomberos captaron un mensaje: las llamas provenían de una zona conocida de la cresta de la montaña.
“El inicio del incendio está muy cerca de donde fue el último fuego en la víspera de Año Nuevo”, dijo un bombero del condado de Los Ángeles, según un análisis de transmisiones de radio archivadas realizado por The Washington Post. “Parece que va a avanzar rápidamente”, agregó otro en la comunicación.
El análisis del Post, basado en fotos, videos, imágenes satelitales, transmisiones de radio y entrevistas con testigos, aporta nuevas evidencias de que el incendio de Palisades comenzó en el área donde, seis días antes, los bomberos habían pasado horas utilizando helicópteros para apagar un fuego.
En los últimos días, investigadores de agencias estatales y federales llegaron a la zona, entrevistando a vecinos y buscando pruebas -incluida la cicatriz del incendio de Año Nuevo- para determinar el origen del fuego.
El análisis de The Post reveló que el nuevo incendio comenzó cerca del área afectada por el fuego anterior, lo que sugiere la posibilidad de que el incendio de Año Nuevo se haya reavivado, algo que, según expertos, puede suceder bajo condiciones de fuertes vientos.
Residentes también señalaron al Post y a los investigadores que la respuesta de los bomberos el martes fue mucho más lenta que en la víspera de Año Nuevo, algo que confirmaron las transmisiones de radio.
Desde Colorado hasta California y Hawái, las reactivaciones de incendios anteriores han sido la causa de algunos de los incendios forestales más catastróficos y mortales del país. Este verano, las autoridades de California lanzaron una campaña en redes sociales para advertir a los residentes que terrenos quemados pero aparentemente apagados pueden originar nuevos incendios mortales semanas después, ya que el fuego puede permanecer latente casi de forma imperceptible bajo tierra o en la madera.
A pesar de esto -y de las advertencias sobre un evento de viento intenso y peligroso la semana pasada-. un vocero del Departamento de Bomberos de Los Ángeles dijo al Post el viernes que no es práctica habitual del departamento mantener patrullas en lugares de incendios anteriores, ni siquiera unos días después de que los fuegos parecen apagados.
“Sabemos que los incendios pueden reactivarse y pasar de latentes a activos”, dijo Michael Gollner, profesor de ingeniería mecánica y experto en incendios de la Universidad de California en Berkeley, quien revisó el material del Post. “Es muy posible que algo del incendio anterior, en menos de una semana, se haya reavivado y provocado el nuevo fuego”.
Los investigadores sólo están empezando a buscar la causa del incendio de Palisades, el primero y más grande de lo que se convirtió en una aterradora serie de incendios de varios días de duración que afectó a casi todos los rincones de la extensa región de Los Ángeles.
Tras una tregua dominical de los vientos, el número de víctimas seguía aumentando en toda la ciudad: 24 muertos y más de 12.000 viviendas quemadas. Se esperaba que el riesgo de incendios volviera a aumentar de lunes a miércoles. Con especulaciones que van desde la caída de equipos eléctricos a incendios provocados, la identificación de los orígenes de los incendios tendrá implicaciones enormes y posiblemente costosas para el estado y la forma en que gestiona los crecientes riesgos de incendios forestales.
La Oficina Federal de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos está dirigiendo la investigación, según las autoridades. En un comunicado, un vocero de la ATF dijo: “Los investigadores de incendios certificados de la ATF hicieron una inspección inicial de la zona, pero la investigación no ha comenzado”. En respuesta a las preguntas sobre la reignición como posible causa, el LAFD dijo: “Esta es una investigación en curso, activo y el equipo no hará comentarios sobre una investigación en curso”.
Desde el inicio del incendio el martes, las autoridades han sabido que el humo comenzó en un tramo de Temescal Ridge en las montañas de Santa Mónica, donde se produjo el incendio anterior, que los residentes creen que fue provocado por fuegos artificiales.
El Post identificó la cicatriz del incendio de Nochevieja utilizando imágenes de satélite en falso color tomadas antes y después del incendio. Esta técnica rastrea los cambios de vegetación en las imágenes por satélite. La cubierta vegetal sana aparece en rojo, mientras que el suelo quemado aparece entre azul y marrón.
Además, las imágenes por satélite tomadas el martes a las 10.45, unos 20 minutos después de que los vídeos mostraran el inicio del incendio de Palisades, indican que el origen del humo se solapa con la cicatriz quemada del incendio de Nochevieja. El humo se extiende en la dirección del viento, hacia el sur, alejándose de la zona previamente quemada.
La cuestión de qué causó el incendio ha pesado en las mentes de muchos de los que han perdido sus hogares, al tiempo que ha alimentado teorías conspirativas en Internet. Residentes y propietarios de negocios están considerando la posibilidad de presentar demandas, buscando culpables de los daños y pérdidas económicas que Wells Fargo estima que podrían oscilar entre 60.000 y 130.000 millones de dólares. Investigadores de agencias locales, estatales y federales han estado peinando el lugar del incendio, hablando con personas que se quedaron atrás.
Las autoridades dijeron que determinar la causa podría llevar semanas o meses. El viernes, los bomberos, los investigadores de incendios provocados, la ATF y el FBI se reunieron en los barrios de las laderas cercanos a Skull Rock Trailhead, cerca del lugar del incendio anterior. Los agentes de la ATF llamaron a las puertas de las casas sin electricidad y cubiertas de retardante rosa que seguían en pie, preguntando a los residentes qué habían visto y qué creían que podía haberlo provocado.
Darrin Hurrwitz relató que estaba haciendo senderismo el martes alrededor de las 9 a.m., cerca de Skull Rock, en la base de la cicatriz del incendio, y percibió un leve olor a humo, pero desapareció mientras regresaba por el sendero.
En otra conversación, un residente que limpiaba cenizas de su casa le dijo a un reportero de The Washington Post y a un agente de la ATF que este desastre fue “causado por idiotas” en la víspera de Año Nuevo. “Esto pasa todos los años”, comentó el residente, quien pidió permanecer en el anonimato debido a la sensibilidad del tema. “La gente sube de noche a festejar cuando no debería. Mi familia escuchó fuegos artificiales y notó que un incendio había comenzado alrededor de las 12.20 a.m.”
“Hay que saber mejor”, añadió, con la voz amortiguada por una máscara. “Está seco. No hay precipitaciones. No sé si alguna vez acampaste, pero cuando apagás un fuego, eso no significa que no haya calor debajo. Luego llegaron los vientos de Santa Ana el lunes, y eso fue lo que reavivó el incendio.”
Poco después de la medianoche del 1 de enero, los bomberos respondieron a un incendio al noreste del vecindario de Pacific Palisades. Inicialmente cubría entre tres y cuatro acres de matorrales densos y tenía un lento ritmo de propagación. Los vientos eran relativamente suaves, y los helicópteros pudieron realizar descargas de agua. Se desplegaron cuatro equipos de campamento y se posicionaron bomberos para proteger al menos una vivienda.
A pesar de las condiciones favorables, el incendio tardó aproximadamente cuatro horas en ser contenido. A las 4.46 a.m., el Departamento de Bomberos de Los Ángeles informó que el incendio estaba controlado y que continuarían las operaciones de limpieza “para garantizar que no haya reactivaciones.”
Dos expertos que revisaron las pruebas visuales de The Post señalaron que es posible que los restos del incendio de Año Nuevo hayan reavivado el incendio de Palisades, aunque no es definitivo.
“La evidencia que tenés aquí indica que es al menos concebible que los restos del incendio anterior en Lachman hayan dado lugar al incendio de Palisades”, comentó por correo electrónico Jacob Bendix, profesor emérito de geografía y medio ambiente en la Universidad de Syracuse. “Si bien el paso del tiempo reduce la probabilidad de reinicio, el tiempo transcurrido no lo hace irrealista, especialmente en ausencia de precipitaciones.”
Bendix destacó que en un estudio de 2018 demostró que un incendio puede permanecer latente hasta 10 días antes de reavivarse debido a los vientos.
Es típico que las condiciones meteorológicas después de un incendio provoquen reactivaciones, agregó Michael Gollner, pero coincidió en que es difícil determinarlo sin más investigación sobre cuánto combustible quedaba en el sitio tras el incendio de Año Nuevo u otros factores externos.
Los expertos en incendios destacaron que un fuego de ocho acres es considerable y que garantizar que esté completamente apagado es difícil. Esto suele requerir que los bomberos revisen el área manualmente, algo complicado para departamentos que a menudo tienen poco personal y están respondiendo a múltiples emergencias.
El martes por la mañana, con vientos que superaban los 80 km/h, los bomberos de Los Ángeles reconocieron de inmediato el peligro al llegar a la zona montañosa afectada por el incendio anterior. Solicitaron nuevamente apoyo aéreo y estimaron que las estructuras podrían estar en riesgo en 20 minutos.
“Está avanzando directamente hacia Palisades. Esto tiene un amplio camino para recorrer ya”, comunicó un bombero.
Michel Valentine, propietario de dos casas cerca del origen del incendio, dijo que la respuesta al incidente de Año Nuevo fue rápida e impresionante. “Las sirenas sonaron en la calle, los bomberos salieron de los camiones y avanzaron a través de la maleza, derribaron mi puerta y atacaron el fuego con mangueras, cuadrillas y hombres en tractores para hacer un perímetro”, recordó.
Casi una semana después, su esposa estaba paseando al perro en la colina cuando vio “una enorme columna de humo impulsada por el viento”, y cree que fue una de las primeras personas en llamar al 911 a las 10.15 a.m. Valentine también llamó alrededor de las 10.45 a.m., pero la línea estaba ocupada.
Los registros de radio muestran que, a las 10.33 a.m., los bomberos informaron que estaban viendo humo desde una cámara y que estaban desviándose al lugar. Sin embargo, un helicóptero con agua informó que no podía responder debido al viento.
Según Valentine, el incendio estuvo descontrolado durante unos 45 minutos antes de que un helicóptero sobrevolara el área, pero no llevaba agua.
Para las 5 p.m., las llamas, impulsadas por brasas llevadas por el viento hasta dos millas de distancia, se habían extendido por gran parte de la comunidad, amenazando las casas de su madre, su hermana y la suya propia.
“Simplemente se salió de control muy rápido”, comentó.
El viernes por la mañana, un reportero de The Post recorrió la cicatriz del incendio de Año Nuevo, ahora envuelta en la extensa marca que cubre la montaña calcinada. La vegetación que antes cubría las laderas y cañones es ahora negra y gris, con humo que aún se eleva sobre el paisaje quemado.
Equipos del Departamento de Agua y Energía de Los Ángeles (LADWP) inspeccionaron la infraestructura en la zona, pero señalaron que las líneas eléctricas cercanas al origen del incendio estaban desactivadas desde hace cinco años.
Adam VanGerpen, capitán de los bomberos de Los Ángeles, afirmó que las condiciones sobre el terreno fueron más graves de lo que indicaron los despachos iniciales. Aseguró que el departamento está enfocado en combatir los incendios activos y que la investigación sobre sus orígenes comenzará una vez que estén controlados.
Preocupado por la falta de bomberos, Valentine decidió quedarse. Alrededor de las 19, corrió a revisar la casa donde creció. Algunas partes estaban en llamas. Tomó una manguera de jardín y comenzó a trabajar.
De regreso a su casa, vio unas 30 casas ardiendo y no encontró a nadie más. “Me sentí engañado”, dijo. “Pensé que esto se apagaría rápido como el primer incendio, pero me equivoqué.”
Por Brianna Sacks, Joyce Sohyun Lee, Imogen Piper y Aaron C. Davis