Paz Molina, una joven promesa del fútbol sanjuanino, comenzó su camino en el deporte con tan solo 5 años, cuando debutó en su primer Mundialito. A pesar de no tener la edad reglamentaria, su entusiasmo y talento le permitieron destacarse jugando siempre en categorías mayores, algo poco común para su corta edad.
Desde sus inicios en la localidad de Carpintería, Paz mostró una determinación única. Entrenaba en la escuelita de fútbol local y, gracias al apoyo de sus entrenadores y compañeros, superó los desafíos de ser la única nena en un deporte predominantemente masculino. Su biotipo físico y habilidades técnicas la ayudaron a adaptarse y sobresalir, ganándose el respeto y la admiración de todos.
En 2024, con tan solo 12 años, Paz debutó en la primera división del fútbol femenino, destacándose como una jugadora versátil que podía participar en todas las categorías, desde escuelita hasta inferiores. Fue este rendimiento excepcional el que llamó la atención de los reclutadores de Newell’s Old Boys, quienes le ofrecieron una oportunidad única: formar parte de sus filas en Rosario.
Paz no solo brilla en el fútbol. Su pasión por el deporte la llevó a practicar también básquet y hockey, disciplinas que complementaron su desarrollo físico y mental. Este bagaje deportivo fue destacado por los entrenadores de Newell’s como un factor diferenciador durante las pruebas.
Además de su talento en el deporte, Paz es una estudiante ejemplar. Nunca se llevó materias y siempre mantuvo un alto rendimiento académico, consciente de que su compromiso con el estudio era clave para seguir entrenando y jugando.
En cuanto a su familia, Paz es la menor de tres hermanas: Milagros y Alma. Sus padres, Carla Mulet y Cristian Molina, han sido un pilar fundamental en su carrera, acompañándola en cada paso de su camino deportivo. De hecho, su padre es entrenador en el club Carpintería, un ambiente que sin duda moldeó la pasión de Paz por el fútbol.
La última etapa de Paz en San Juan ha sido especial. Tras jugar todos los Mundialitos para Carpintería, este año participó en el torneo representando a Atenas, ya que su club no presentó categorías. Este Mundialito marcó un cierre simbólico para su carrera local, antes de iniciar una nueva etapa en Newell’s.
La jovén futbolera jugará en la categoría Sub-14 de AFA, defendiendo los colores de Newell’s, quienes están convencidos de su potencial. Durante este tiempo, su madre y hermnano la acompañarán en Rosario para definir los próximos pasos y resolver cuestiones logísticas como su educación y estadía.
Paz Molina es el ejemplo perfecto de cómo el esfuerzo, el talento y el apoyo familiar pueden abrir puertas en el mundo del deporte. Su historia no solo inspira a jóvenes sanjuaninas a soñar en grande, sino que también resalta la importancia del trabajo en equipo y la inclusión en el fútbol.