LOS ÁNGELES – Durante la semana pasada, mientras ocho incendios forestales destruían vastas zonas de su metrópolis, Hollywood se vio violentamente afectado y, al mismo tiempo, casi no sufrió ningún impacto.
Con miles de casas destruidas, muchas de ellas en vecindarios predilectos de productores, ejecutivos, agentes y estrellas, y unas 300.000 personas bajo órdenes o avisos de evacuación, se trabajó poco en las sedes de los estudios.
Algunos cerraron por completo y otros alentaron a sus empleados a trabajar a distancia.
Consideremos el impacto de los incendios solo en Disney.
Hasta el lunes, 64 empleados de Disney habían perdido sus casas y cientos más habían sido evacuados, entre ellos el director ejecutivo Bob Iger y tres miembros de su equipo directivo.
Iger ha estado supervisando las labores de ayuda de Disney desde un hotel, aprobando 15 millones de dólares para servicios comunitarios y labores de reconstrucción, organizando que los empleados de Disney que han perdido sus casas reciban dos meses de alojamiento amueblado gratuito y abriendo las puertas de los almacenes de vestuario de los estudios de Disney a los empleados que necesiten ropa y calzado.
También ha estado llamando personalmente a los empleados de Disney que perdieron sus casas.
«Quiero que sepan que las personas de la dirección de la compañía están pendientes de ellos, que nos importan», dijo Iger por teléfono el lunes.
«Vamos a pasar por momentos muy duros, pero los superaremos juntos».
Mientras tanto, las líneas de producción de películas de Disney —como las del resto de Hollywood— casi no se han visto afectadas.
Disney ha tenido que lidiar con algunas ráfagas de ceniza en sus estudios de Burbank, pero no llamas.
Pixar y Lucasfilm, ambas propiedad de Disney, tienen su sede en el norte de California.
Sony Pictures está en Culver City, lejos de cualquiera de los incendios.
Paramount Pictures y Netflix están en el vecindario de Hollywood, a 40 minutos en coche de los dos mayores incendios.
Los extensos estudios de Warner Bros. y Universal Pictures en el valle de San Fernando no se han visto afectados.
En su mayoría, las películas de acción real ya no se filman en la región de Los Ángeles.
La producción se ha trasladado a estados como Georgia, Nueva York, Nueva Jersey y Nuevo México, y a países como Reino Unido y Australia, que ofrecen generosos incentivos fiscales.
Solo dos películas de grandes estudios se vieron afectadas por los incendios.
Se detuvo el rodaje de «La mano que mece la cuna», una adaptación de 20th Century Studios del thriller de 1992.
La tercera entrega de la saga de «Avatar», también de 20th Century, propiedad de Disney, también detuvo brevemente su producción.
Universal, Sony, Lionsgate, Legendary Entertainment, Netflix, Prime Video de Amazon, Metro-Goldwyn-Mayer, Paramount y Warner Bros. no estaban filmando ninguna película en Los Ángeles durante la semana pasada.
«Se ha convertido en un negocio en el que la base está en Los Ángeles, pero gran parte del trabajo se realiza en otros lugares, y eso en sí mismo plantea interrogantes en un momento en el que la gente está intentando reconstruir sus vidas», afirmó Terry Press, veterana profesional de marketing de cine y ex presidenta de CBS Films.
«Si eres un artesano de la industria, si eres parte del equipo técnico, ¿por qué reconstruirías aquí?», dijo.
«¿No preferirías ir a donde está el trabajo? ¿Y qué significará eso para la vitalidad de esta comunidad?».
IATSE, un sindicato que representa a operadores de cámara, maquilladores, utileros, decoradores, técnicos de iluminación, peluqueros, directores de fotografía y otros artesanos, dijo el lunes que unos 8000 miembros viven en zonas de Los Ángeles que se han incendiado o han sido evacuadas.
Algunas personas del mundo del cine, incluidos algunos ejecutivos de estudios que lo han perdido todo, han estado presionando para que se vuelva rápidamente a la normalidad, incluida la reanudación de los estrenos con alfombra roja y las campañas para los Oscar.
La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas amplió el lunes el período de votación para elegir a los nominados hasta finales de esta semana; la ceremonia tendrá lugar el 2 de marzo, como estaba previsto.
El show debe continuar
Sin embargo, otros cuestionaron el enfoque de «el show debe continuar«.
«Tenemos que preguntarnos:
¿Cómo respondemos como industria a una catástrofe real?». dijo Press.
“¿Pensamientos y oraciones y, por cierto, mi vestido es de Gucci?».
«La decisión que hay que tomar es si protegemos la imagen o si damos un ejemplo que refleje la mejor narrativa demostrando empatía, liderazgo, compasión y heroísmo».
Hollywood tiene experiencia superando las adversidades.
Los incendios se produjeron después de una pandemia y dos huelgas que paralizaron la producción durante meses, por no mencionar la agitación de la era de las plataformas de emisión en continuo.
Sin embargo, durante la semana pasada, Hollywood pareció no saber muy bien cómo actuar.
Los gremios que representan a guionistas y productores pospusieron los anuncios relacionados con la temporada de premios; los gremios que representan a directores y actores siguieron adelante con los suyos como estaba previsto.
La mayoría de los estrenos se cancelaron, pero algunas estrategias promocionales continuaron incómodamente.
«Se siente surrealista/extraño/(no encuentro del todo la palabra adecuada)», escribió el jueves en Instagram Gabby Windey, concursante de «The Traitors», mientras promocionaba el estreno del programa de telerrealidad esa noche «mientras me evacuan de mi casa».
Las publicaciones especializadas de Hollywood en ocasiones cubrieron los incendios y las noticias rutinarias de la industria al mismo tiempo.
«Incendios en Los Ángeles, una entrevista con Jeremy Strong y el nuevo papel de Reba McEntire» era el titular de un boletín de un medio de la industria.
La mayoría de los estudios abrieron el lunes y programas de televisión como «NCIS», «Hacks» y «Happy’s Place», una comedia de la NBC protagonizada por McEntire, retomaron su producción.
Pero las oficinas de Disney en la zona de Los Ángeles seguían cerradas.
«Una de las razones por las que cerramos hoy, cuando muchos han vuelto a sus oficinas y los niños están de vuelta en la escuela, es que queríamos asegurarnos que nuestros empleados, en especial aquellos con niños, simplemente tuvieran un respiro», dijo por teléfono Sonia Coleman, directora de recursos humanos de Disney.
La distribuidora cinematográfica Roadside Attractions canceló el evento de estreno que tenía previsto para «The Last Showgirl», protagonizada por Pamela Anderson y Jamie Lee Curtis, pero siguió adelante con el estreno en salas.
La película, dirigida por Gia Coppola, recaudó 1,5 millones de dólares durante el fin de semana en Norteamérica, donde se proyectó en 870 salas.
«Lo celebramos al mismo tiempo que nos horroriza lo que está ocurriendo», declaró a Deadline Howard Cohen, uno de los fundadores de Roadside.
«Es la definición de emociones encontradas».
c.2025 The New York Times Company
