Fue el jugador más joven en debutar en la Liga de España. Vistió la camiseta de Milan. La rompió en el último Mundial Sub-20, que se jugó en Argentina. Los más audaces lo compararon con Lionel Messi. Y ahora jugará en México. Después de años en los que no consiguió hacer pie en Europa, el todavía muy joven y prometedor Luka Romero, de 20 años, cruzará el Océano Atlántico para sumarse a Cruz Azul y, desde allí, intentar darle un nuevo envión a su carrera.
La vida del mediocampista está marcada por la pelota desde el día cero. Como su hermano mellizo Tobías (ataja en el equipo B de Andratx, que participa en el torneo Regional Preferente de Mallorca), nació el 18 de noviembre de 2004 en Victoria de Durango (México), adonde su padre, Diego Adrián, había llegado para jugar para Alacranes en la segunda división de ese país. Romero padre se había formado desde los ocho años en Quilmes, en el que llegó a debutar en Primera en 1995, y había pasado por Atlético de Rafaela y NK Mura de Eslovenia antes de aterrizar en suelo norteamericano.
Después de dos experiencias en Ecuador (en Olmedo y Técnico Universitario), Romero, su esposa, Vanina Bezzana, y sus dos pequeños cruzaron el Océano Atlántico y se radicaron en España en 2007. Allí, Diego jugó en equipos de ascenso como Villanueva, Estepona, Unión Deportiva Los Barrios, San Pedro de Sestao y Sociedad Deportiva Formentera. Mientras el veterano Diego quemaba sus últimos cartuchos, sus hijos daban sus primeras patadas a una pelota.
El zurdo Luka deslumbró desde chiquito. Tanto que cuando tenía solo siete años viajó a Cataluña para hacer una prueba en Barcelona de la mano de Horacio Gaggioli, el representante que había llevado a Lionel Messi al Barça. La superó con creces, pero para quedarse era necesario que su familia se trasladara con él, pues en La Masía no aceptaban a menores de 10 años. Diego y Vanina rechazaron aquella propuesta y eligieron permanecer en Formentera, en las Islas Baleares.
Entre abril y mayo de 2015, el pibe tuvo sus primeras apariciones públicas, ya que participó en Campions, un reality show que se emitía por la señal IB3 de Baleares y en el que los exdefensores Gustavo Siviero e Iván Campo debían reclutar a un grupo de jugadores infantiles cada uno para disputar un partido. El equipo ganador viajaría a Sevilla para conocer a los futbolistas del seleccionado español y para ver un partido de la Roja ante Ucrania por la clasificación a la Eurocopa Francia 2016. Romero integró el conjunto de Campo y sorprendió con su habilidad y su potente remate.
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El futbolista, que hoy viste la camiseta del Milan y se rumoreó su llegada a Boca en las últimas horas, tuvo pasado en un reality.
Por entonces, no solo el Barça le seguía los pasos, sino también otros clubes españoles como Real Madrid y Villarreal. La pulseada la ganó Mallorca, que en mayo de 2015, cuando Campions todavía estaba al aire, se aseguró por ocho años a un pibe que tenía solo 10. Un lustro después, el 24 de junio de 2020, ese chico se convirtió en el jugador más joven en disputar un partido de la Liga de España: con 15 años y 219 días, ingresó a 38 minutos del segundo tiempo del duelo que su equipo perdió 2 a 0 con Real Madrid en el estadio Alfredo Di Stéfano por la 31ª fecha del torneo (reemplazó al ghanés Iddrisu Baba).
El 29 de noviembre de ese año, 11 días después de cumplir 16 y cuando su equipo ya estaba jugando en la segunda división española, convirtió su primer tanto como profesional: hizo el último en una victoria 4 a 0 sobre Logroñés en Son Moix. “He hecho el gol y me he puesto a llorar pensando en mi madre, en mi padre, en la gente que me apoya. No lo creía, pensaba que era un sueño”, contó el pibe, quien dedicó ese tanto a Diego Armando Maradona (había muerto cuatro días antes) y a su abuela Mabel.
Para entonces, Romero ya había tenido sus primeros contactos con los seleccionados juveniles argentinos. Pese a tener nacionalidad mexicana y española, nunca dudó en optar por la Albiceleste. “Toda mi familia es argentina y yo me siento argentino. Cuando venimos al país nos hacen sentir como en casa”, explicó en julio de 2023.
En julio de 2018, cuando tenía 13 años, hizo su primera visita al predio de Ezeiza para participar de un ciclo de entrenamientos de una semana junto a pibes de su edad bajo las órdenes de Hermes Desio, coordinador de Selecciones Juveniles de la Asociación del Fútbol Argentino. Y en diciembre de 2019 disputó el Sudamericano Sub-15 en Paraguay, en el que el conjunto dirigido por Alejandro Saggese y que también integraban, entre otros, Valentín Barco, Agustín Giay y Santiago Castro cayó por penales en la final ante Brasil.
En marzo de 2022, Romero recibió su primera citación para el seleccionado mayor: con la clasificación al Mundial de Qatar ya asegurada, Lionel Scaloni lo convocó (junto a Alejandro Garnacho, Tiago Geralnik, Nicolás Paz y los hermanos Franco y Valentín Carboni) para la última doble fecha de las Eliminatorias, aunque no le dio minutos en los duelos frente a Venezuela en Buenos Aires y Ecuador en Guayaquil. “Es un gran jugador con un futuro aun mejor”, lo elogió el DT unos meses más tarde.
Su última experiencia vestido de albiceleste fue en 2023 y no tuvo un final feliz: disputó el Mundial Sub-20 en el que Argentina, que fue local, cayó en los octavos de final ante Nigeria. En ese certamen, Romero jugó los cuatro partidos del seleccionado conducido por Javier Mascherano y marcó dos golazos (ante Guatemala y Nueva Zelanda). Esos tantos lo pusieron en boca de todos los futboleros y entonces resurgieron las comparaciones con Messi. “Luka es un gran jugador, pero no hay que olvidarse de que es un chico que tiene solamente 18 años”, intentó bajar la espuma Mascherano.
CIERREN TODO: ¡GOLAZO DE ROMERO!
CON UNA INCREÍBLE JUGADA PERSONAL Y UNA MEJOR DEFINICIÓN, LUKA PUSO EL 3-0 ANTE NUEVA ZELANDA.
¡TREMENDO! pic.twitter.com/RzRbVrXNC3
— TyC Sports (@TyCSports) May 26, 2023
En paralelo, fue edificando su carrera en Europa. Con Mallorca descendió en su primera temporada en el plantel superior, pero consiguió el boleto de regreso a la Liga en la segunda. De todos modos, no tuvo demasiadas oportunidades (solo totalizó 215 minutos en nueve partidos) y optó por firmar con Lazio en julio de 2021. “Ha sido duro para mí despedirme del club que nos ha dado tanto a mí y a mi familia, pero espero que algún día podáis entender que me tocó elegir un nuevo camino”, alegó en su adiós a los simpatizantes del conjunto balear.
Tampoco en el elenco romano jugó demasiado: en dos años disputó 21 partidos, en los cuales solo fue titular en dos (contra Juventus por la Serie A y frente al Cluj rumano por la Conference League), y marcó un tanto en una victoria 1 a 0 sobre Monza el 10 de noviembre de 2022. Como en Mallorca, su único grito fue en el mes de su cumpleaños, esta vez ocho días antes de alcanzar la mayoría de edad.
El 6 de julio de 2023, tras su participación en el Mundial Sub-20 y luego de que expirara su contrato con Lazio, firmó un vínculo por cuatro temporadas con Milan. “Tengo mucho que aprender todavía, pero estar en este club ya es un sueño. Me gusta jugar a espaldas de los delanteros, pero lo haré donde el técnico me indique”, aseguró al momento de ser presentado.
Sus primeros escarceos en el Rossonero fueron muy alentadores: en su segundo partido amistoso, anotó un golazo en una derrota 3 a 2 contra Real Madrid en Los Ángeles. Pero a la hora de la verdad, el entrenador Stefano Pioli no lo tuvo demasiado en cuenta. En la primera mitad de la temporada 2023/24, acumuló apenas 155 minutos en cinco partidos y solo una vez fue titular (el 2 de enero de 2024 contra Cagliari por los octavos de final de la Coppa Italia).
Esta falta de actividad hizo que en enero del año pasado se especulara sobre posibles destinos para el pibe nacido en Durango. Uno de ellos fue Boca. “Él quiere un equipo de Primera en España, pero sé que ya hay conversaciones entre Boca y Milan, que compartirían el costo del contrato sin problema”, reveló en aquel momento José Romero, abuelo paterno del jugador, quien también contó que a su nieto le gustaría jugar en algún momento en Quilmes, un club con el que lo une una frondosa historia familiar que excede a su padre.
Su abuelo José fue un histórico formador en las divisiones inferiores, uno de los fundadores del predio ubicado en Alsina y Lora (donde se entrenan los juveniles del Cervecero), durante 26 años fue el presidente de la Subcomisión de Fútbol Juvenil y luego estuvo cinco años a cargo de la Subcomisión de Futsal. Tanto su abuelo materno, Alfredo Bezzana, como dos de sus tíos, Flavio y Alfredo Bezzana, llegaron a jugar en la Reserva del club, mientras que otro de sus tíos, Leonardo Romero, jugó en la Primera de futsal. Como si eso fuera poco, en julio de 2020 el club le otorgó el reconocimiento de socio honorario y también lo designó su Embajador Internacional de Juventud.
Pero no fue Boca (ni tampoco Quilmes) el destino de Romero: el 22 de enero del año pasado fue presentado como refuerzo de Almería, que entonces marchaba último en la Liga de España, no había podido ganar siquiera uno de sus 21 encuentros en la temporada y parecía ya condenado al descenso. Allí disputó 13 encuentros (cinco como titular) y marcó tres goles, entre ellos un valioso doblete en un empate 2 a 2 con Atlético de Madrid. Pero poco pudo hacer para evitar que el conjunto andaluz cayera a Segunda División.
En julio pasado, Milan lo cedió nuevamente, esta vez al Deportivo Alavés. Durante el primer semestre de la actual temporada, el zurdo apenas jugó 318 minutos en ocho partidos. Su última actuación fue el 5 de diciembre, en la estrepitosa eliminación en la segunda ronda de la Copa del Rey a manos de Deportiva Minera, de la cuarta división española. Esos 43 minutos fueron los únicos que disputó bajo el mando de Eduardo Coudet, quien luego no volvió a incluirlo en el elenco vasco.
Sin posibilidades en Alavés y sin lugar para reincorporarlo a su plantel, Milan decidió negociar su venta. El primer club interesado fue Chivas de Guadalajara, pero Cruz Azul (cuyo entrenador es el argentino Martín Anselmi) le ganó la pulseada: según reportes de la prensa mexicana, pagará 3,5 millones de euros por su ficha y le hará un contrato por cinco años. Así, la casaca celeste de los Cementeros será la quinta que el talentoso Romero vestirá en menos de dos años.