JERUSALÉN.- El general en jefe de Israel, Herzi Halevi, renunció el martes, asumiendo la responsabilidad por los fallos de seguridad e inteligencia relacionados con el ataque terrorista sorpresa de Hamas que desencadenó la guerra en Gaza.
La renuncia se conoció mientras Israel lanzaba una importante operación militar en Cisjordania, que dejó por lo menos seis personas muertas, según informaron funcionarios palestinos.
El general de 57 años, que ocupaba esta función desde diciembre de 2022, presentó su dimisión por su responsabilidad en el “fracaso” del 7 de octubre de 2023, cuando cuando cientos de terroristas de Hamas llevaron a cabo un asalto por tierra, mar y aire en el sur de Israel.
En el ataque murieron unas 1200 personas, en su mayoría civiles, y los terroristas secuestraron a otras 250. Más de 90 siguen retenidos en Gaza, y se cree que un tercio de ellos están muertos.
“En la mañana del 7 de octubre, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) bajo mi mando fracasaron en su misión de proteger a los ciudadanos de Israel”, escribió Halevi en su carta de renuncia al ministro de Defensa. “Mi responsabilidad por el terrible fracaso me acompañará por el resto de mi vida”.
La renuncia de Halevi, que dijo entraría en vigor el 6 de marzo, se produjo justo días después de lograr un frágil cese del fuego con Hamas que podría llevar al fin de la guerra y al retorno de los cautivos restantes. El mayor general Yaron Finkelman, jefe del Comando Sur de Israel, que supervisa las operaciones en Gaza, también presentó su renuncia.
La única dimisión de un alto mando en el ejército israelí tras el 7 de octubre de 2023 había sido hasta ahora la del general Aaron Haliva, jefe del servicio de inteligencia, que renunció en abril de 2024.
La dimisión de los dos mandos militares probablemente aumentará los llamados a una investigación pública sobre los fallos del 7 de octubre, algo que el primer ministro Benjamin Netanyahu -cuyo liderazgo podría estar implicado- ha dicho que debe esperar hasta que termine la guerra.
Halevi también parecía estar en desacuerdo con el nuevo ministro de Defensa, Israel Katz, sobre la dirección de la guerra. El general había expresado que Israel había logrado la mayoría de sus objetivos y Katz repetía la promesa de Netanyahu de seguir luchando hasta lograr una “victoria total” sobre Hamas.
Mientras tanto, Israel anunció una “operación militar amplia y significativa” contra milicianos palestinos en la ciudad de Jenin, en Cisjordania. La ciudad ha sido escenario de repetidas incursiones israelíes y enfrentamientos armados en los últimos años, incluso antes de que el ataque de Hamas de octubre de 2023 diera inicio a la guerra.
El alto el fuego, que se supone debe durar seis semanas y ver la liberación de 33 rehenes a cambio de cientos de palestinos encarcelados, no aplica a Cisjordania.
El Ministerio de Salud palestino informó que por lo menos seis personas murieron y 35 resultaron heridas en la incursión en Jenin. La fuente no distingue entre combatientes y civiles en su recuento.
Desde el inicio de la guerra la violencia ha aumentado en el territorio ocupado, con incursiones de tropas israelíes casi diarias que a menudo desencadenan enfrentamientos armados con los milicianos.
También han crecido los ataques contra palestinos por parte de extremistas judíos, incluyendo una incursión en dos aldeas palestinas durante la noche del lunes, así como ataques palestinos contra israelíes.
Hamas, por su parte, condenó la operación israelí en Jenin, y llamó a los palestinos en Cisjordania a intensificar sus propios ataques.
La Jihad Islámica, un grupo armado más pequeño y más radical, también condenó la operación, diciendo que refleja el “fracaso de Israel en alcanzar sus objetivos en Gaza”. Dijo que también era un “intento desesperado” de Netanyahu para salvar su coalición gobernante.
Israel tomó Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este en la guerra de Oriente Medio de 1967. Los palestinos buscan un Estado independiente que abarque los tres territorios.
En Israel, Netanyahu enfrenta críticas por el alto el fuego, que significó que la retirada de tropas israelíes de áreas pobladas en Gaza y prevé la liberación de cientos de prisioneros palestinos, incluidos milicianos condenados por su participación en ataques mortales contra israelíes.
La tregua ya ha visto a Hamas volver a las calles, mostrando que sigue teniendo un control firme del territorio a pesar de 15 meses de guerra que mataron a decenas de miles de palestinos y causaron una devastación generalizada.
Uno de los antiguos socios de Netanyahu, Itamar Ben-Gvir, dejó el gobierno el día en que entró en vigor el cese del fuego, debilitando la coalición, pero aún dejando a Netanyahu con una mayoría parlamentaria. Otro líder de extrema derecha, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, amenazó con dimitir si Israel no reanuda la guerra después de la primera fase del cese del fuego.
La campaña militar de Israel ha matado a más de 47.000 palestinos en Gaza, según cifras del Ministerio de Salud administrado por Hamas. Las mismas autoridades afirman que mujeres y chicos constituyen más de la mitad de las víctimas mortales, pero no aclaran cuántos de los muertos eran combatientes.
Halevi afirmó este martes que las fuerzas de su país mataron a cerca de “20.000 agentes” de Hamas durante los más de 15 meses de conflicto en Gaza.
“El brazo militar de Hamás ha sido duramente golpeado. La mayoría de la cúpula de la organización fue abatida”, declaró Halevi en un discurso televisado unas horas después de anunciar su dimisión.
Agencias AFP, ANSA y AP