Independiente se ilusiona con este arranque ideal en el Torneo Apertura de la LPF: tres jugados, tres ganados y único puntero del Grupo B, con siete goles a favor y tres en contra. En el Libertadores de América, le ganó 2-0 a Gimnasia con goles de Gabriel Ávalos, de penal, y Alvaro Angulo. El Lobo, en cambio, perdió los tres primeros y lleva seis derrotas seguidas.
Las dos jugadas más importantes del primer tiempo necesitaron la intervención del VAR. Una para confirmar el penal de Gastón Suso, aunque tanto la primera decisión del árbitro Echavarría -acompañada por el pedido unánime de todo el estadio- como la ratificación desde Ezeiza dejó un amplio margen para la polémica. Porque el defensor de Gimnasia tenía el brazo hacia atrás y no pareció tener intencionalidad de tocar la pelota. Después, el ex Argentinos se encargó de marcar de penal el gol que abrió el camino de la victoria.
La otra situación, en cambio, fue para no convalidar a los 16 minutos el gol de Kevin Lomónaco por posición adelantada, marcada correctamente por el asistente por un toque previo de Marcone de cabeza. Sin embargo, se necesitó de la tecnología para confirmar que Marcos Horticolou tenía razón. Esas dos jugadas evidenciaron la superioridad local en el inicio del partido. Pero después del fallido 2-0 el trámite fue más parejo.
Gimnasia convive con sus problemas: seis derrotas seguidas entre el final del torneo pasado y el actual, sin marcar goles y con un entrenador interino. Sin embargo, poco a poco emparejó el trámite y tuvo algún acercamiento pero ninguna tan clara como la de los tres minutos cuando Valdez logró desviar al córner un remate de Rodrigo Castillo.
El primer tiempo tuvo pocas emociones pero el desarrollo cambió en la parte final. Porque Independiente buscó con insistencia el segundo gol y estuvo muy cerca, primero con un remate de Millán, tras una gran jugada colectiva por izquierda que Silva rechazó justo, luego otro toque de Millán que se fue apenas desviado y más tarde un remate de Matías Giménez Rojas que Ingolotti sacó al córner.
También el Lobo, que mejoró mucho, tuvo sus chances pero el arquero Gonzalo Rey siempre responde, primero desactivó un remate de Morales y luego ante una acción a puro calidad del Pata Castro. La sensación era, todo el tiempo, que el partido no iba a terminar 1-0.
La tranquilidad llegó para el equipo de Julio Vaccari a los 38 minutos, cuando el colombiano Álvaro Angulo aprovechó un centro desde la derecha de Loyola y un mal cierre de Fabricio Corbalán. Enseguida, por una infracción a Marcone, fue expulsado el juvenil debutante Santiago Villarreal.
Un punto positivo de la actuación de Independiente fue la elaboración de buenas jugadas colectivas en la parte final, que le permitieron sostener la diferencia y luego ampliarla. Sin embargo, la falta de efectividad y algunas imprecisiones en la marca pusieron en riesgo la victoria y fueron clave en un momento las buenas intervenciones del arquero Rey.
Independiente no tenía un comienzo así desde el Apertura 2007, cuando con la conducción técnica de Pedro Troglio ganó los primeros cuatro partidos del torneo (5-3 a Lanús, 3-0 a Tigre, 1-0 a Central y 1-0 a Argentinos, recién perdió en la quinta fecha con Boca 3-2). Sin embargo, en aquella ocasión, terminó en el noveno puesto, lejos del campeón Lanús. Ahora el Mundo Rojo se ilusiona con una historia diferente.
Una prueba importante para sostener el liderazgo la tendrá la próxima fecha, ante River, en el Monumental, el sábado 8 a las 19.15. Y después recibirá al golpeado Vélez – vigente campeón del fútbol argentino- en Avellaneda, el miércoles 12 también a las 19.15. Un comienzo a todo ritmo en este febrero caluroso y al rojo vivo