El presidente de Chile, Gabriel Boric, plantó este lunes un olivo junto a José «Pepe» Mujica, durante una visita a Montevideo, donde expresó su «admiración» por el ex mandatario uruguayo y deploró la «dictadura» de Nicolás Maduro en Venezuela.
«Pepe lo ha dicho de manera muy clara. Yo también lo reitero. No tengo ninguna duda de que en Venezuela se robaron la elección«, aseguró Boric sobre la cuestionada reelección de Maduro en julio pasado.
«La dictadura venezolana ha avanzado hacia una cuestión absolutamente caprichosa», añadió sobre la decisión de Caracas de suspender las relaciones con Santiago, expulsando al cuerpo diplomático y cerrando los consulados.
«Pero Chile no cae en provocaciones», explicó y prometió seguir atendiendo a los 12.000 chilenos en Venezuela y a los 730.000 venezolanos en Chile, según cifras oficiales.
Boric ha sido muy crítico con el régimen de Venezuela y denunció en varias oportunidades desde julio que Maduro ganó las elecciones para un nuevo mandato gracias a un «fraude», como asegura la oposición venezolana.
Boric, un líder de centroizquierda de 38 años, se declaró «muy, muy agradecido» del encuentro con Mujica, a quien considera «un referente».
«Poder conversar con Pepe una hora y media, pese al cáncer que él mismo contó que le aqueja, y ver su energía, su alegría, su ánimo de pasar la posta, es realmente emocionante», señaló.
«Uno tiene un poco de pena de saber que él mismo se ha estado despidiendo. Pero él dice que acá no se trata de nostalgia de un pasado que ya no volverá, sino de cómo enfrentamos el futuro», señaló Boric, y destacó que ante las afrentas a la democracia, el reto es «ofrecer una alternativa que le entregue a la gente un mejor vivir».
Mujica, un ex guerrillero de 89 años que gobernó Uruguay de 2010 a 2015, recibió a Boric en su casa en las afueras de Montevideo aunque en enero anunció que no daría más entrevistas dada su avanzada enfermedad, contra la cual renunció a someterse a nuevos tratamientos.
«Ni de izquierda ni de derecha»
«No somos de izquierda ni de derecha. Somos humanistas. Pensamos en lo que le conviene al futuro de la humanidad. Y nos vamos a morir soñando con eso», aseguró Mujica bajo un sol abrasador.
«No es plata lo que nos falta. Nos falta corazón. Nos falta compasión. Nos falta amor a la vida», apuntó, antes de proclamar su amor por su esposa Lucía Topolansky, que lo escuchaba con lágrimas en los ojos.
En su primer viaje a Uruguay desde que asumió en 2022, Boric se reunió con su homólogo Luis Lacalle Pou, un abogado de centroderecha que el 1 de marzo entregará el poder a Yamandú Orsi, delfín de Mujica.
«Con Yamandú» seremos «compañeros» en «luchar por una América Latina más unida aún», dijo Boric al llegar a cenar a la residencia de Orsi.
«Ya hemos visto cómo los más poderosos se comportan, es súper importante que la integración no sea sólo retórica», subrayó, en momentos en que las medidas de política exterior del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sacuden al mundo.