El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, denunció “irregularidades” en la primera vuelta de los comicios del domingo en Ecuador y sugirió un posible fraude, aunque los observadores de la Unión Europea (UE) y la Organización de Estados Americanos (OEA) descartaron cualquier tipo de anomalía.
Con el escrutinio oficial casi terminado, el presidente supera por menos de un punto a su rival Luisa González, delfina del ex mandatario Rafael Correa (2007-2017), refugiado en Bruselas y prófugo de la justicia tras una condena por corrupción. Ambos tendrán una revancha en el balotaje el 13 de abril.
Los inesperados y ajustados resultados fueron un golpe para Noboa, cuando había dicho que ganaría en un solo turno. “Ha habido muchísimas irregularidades y seguíamos contando. Seguíamos revisando en ciertas provincias que había cosas que no cuadraban o incluso no cuadraban con el conteo rápido de la OEA, el cual nos ponía con una cifra mayor, el trabajo todavía no está terminado”, aseguró el mandatario de 37 años en una entrevista con Radio Centro de Guayaquil. Noboa dijo tener “evidencia”, que no mostró, de un posible fraude.
Noboa explicó así las razones por las cuales no celebró ni hizo declaraciones al final de la jornada electoral del domingo, cuando los resultados ya arrojaban un empate técnico con González, del partido Revolución Ciudadana. “Hay decenas y decenas de casos en los cuales amenazaron a la gente porque vote por la Revolución Ciudadana. Tenemos la evidencia (…) Inclusive votantes recibían amenazas de grupos armados para que voten por la candidata que los representa”, insistió el presidente.
Poco después, en una rueda de prensa en Quito, los observadores de la Unión Europea aseguraron no tener “ni un solo elemento objetivo que indique que ha habido cualquier tipo de fraude”. De su lado la OEA indicó en un comunicado que su “conteo rápido” coincide con los resultados de la autoridad electoral y “no ha identificado ni recibido indicios de irregularidades”.
Hay polarización y “lamento profundamente que a ésta se haya unido una cierta narrativa de fraude en estas elecciones”, dijo Gabriel Mato, jefe de misión de la UE.
Ecuador se partió en dos rumbo al balotaje, empujado por la peor crisis en medio siglo, según expertos. La feroz guerra del narcotráfico y la debacle económica provocaron “un nivel extremo” de polarización, dijo el politólogo Santiago Cahuasquí. Aunque la mayoría de encuestas ya preveían una segunda vuelta, un empate tan cerrado fue inesperado. Ninguno de los candidatos supera el 50% de los votos ni tiene el 40% y una diferencia de 10 puntos sobre el contendor más cercano para lograr una victoria en primera vuelta.
Durante la campaña Noboa y González deslizaron sus sospechas sobre un posible fraude en las elecciones presidenciales.
En el poder desde 2023, el presidente aspira a la reelección con un proyecto de mano firme contra las pandillas y los narcos en un país desangrado por la violencia.
Su rival González busca devolver el poder a la izquierda para enfrentar la inseguridad y la crisis con un enfoque social. También apuesta por convertirse en la primera mujer electa en la presidencia de Ecuador. Todos los analistas señalan su buena performance el domingo pasado, lo que despierta la incógnita acerca de si su desempeño permite augurar un regreso del correísmo al poder. El balotaje reeditará las atípicas elecciones de 2023, luego de que el ex presidente Guillermo Lasso disolviera el Congreso y llamara a las urnas antes de concluir su mandato.