Muchas malas dejó la caída de Boca en Lima y apenas un par de buenas, que ni siquiera pueden servir de consuelo. Lo mejor de todo es que los comandados por Fernando Gago tienen un arquero de Selección: Agustín Marchesín volvió a ser figura y fue su culpa que la victoria de Alianza Lima haya sido por la mínima diferencia. La sensación final es que el duelo en la Bombonera será bien distinto.
Marchesín se destacó contra Independiente Rivadavia y ante Banfield por el torneo local, pero ayer brilló con atajadas espectaculares y salvadoras. Si Boca quedó con mucha vida, se insiste, es por él. Es verdad que pudo hacer algo más en el gol de Alianza: el lateral desde la derecha de Eryc Castillo cayó en el vértice del área chica; tal vez el ex Lanús pudo intentar meter el puño.
Luego, hizo hasta lo imposible para evitar el gol que finalmente convirtió Pablo Ceppelini a los 4 minutos de iniciado el juego. Ese, el del tanto tempranero, otro síntoma del momento que atraviesa el equipo.
“El gol fue una desconcentración nuestra. Después, el juego fue muy parejo, Alianza es un gran equipo, jugamos en una cancha difícil, el césped también estaba lindo para jugar. Pero nos ha costado mucho, no hicimos el mejor partido. Además, tenemos muchas bajas en el plantel”, contó Marchesín.
Y agregó, lleno de confianza: “Tenemos fe y grandes jugadores. Vemos acá a la gente festejar como si ya hubiesen ganado la serie. Allá en casa en otra cosa, lo vamos a dar vuelta”.
De las varias salvadas de Marchesín se destacaron un mano a mano a Castillo, una definición desde el punto de penal a Hernán Barcos y una volada fotográfica al ángulo izquierdo para ahogar el 2-0 a Alan Cantero.
La buena del nivel del arquero de 36 años va de la mano de la otra: Boca quedó cerca en el resultado. Por el andar del duelo en Lima, la diferencia debió ser más abultada. La otra de la que se puede agarra el conjunto nacional: regresarán varios de los diez lesionados que no estuvieron disponibles, como Edinson Cavani, Ander Herrera y el capitán Marcos Rojo.