RÍO DE JANEIRO.- Un avión de la aerolínea Latam que despegó hoy desde el aeropuerto Galeão, enRío de Janeiro, rumbo al aeropuerto de Guarulhos, en San Pablo, colisionó con un ave durante el despegue, lo que provocó un gran agujero en su parte delantera.
El avión, que emprendió su partida a las 10.35 (hora local), se vio obligado a regresar a Galeão. Aterrizó sin inconvenientes minutos después, aproximadamente a las 11.04. Finalmente, el vuelo LA3367 tuvo que ser cancelado, según reportó el medio G1.
Las imágenes que se difundieron tras el accidente muestran a la parte delantera del avión, un Airbus A321, destrozada por el impacto del ave. Nadie resultó herido en este incidente que se conoce en aviación como “choque de aves”.
Tras el accidente, Jerome Cadier, el CEO de LATAM, expresó en una publicación en redes sociales una queja: “Puedo apostar que la primera demanda contra la aerolínea, pidiendo una indemnización por daños morales por la cancelación de este vuelo, llegará mañana. Y así sigue la aviación brasileña. La pregunta es, ¿quién paga la factura?”.
“Latam lamenta los inconvenientes ocasionados e informa que se encuentra ofreciendo la asistencia necesaria a todos los clientes afectados, quienes serán reacomodados en los vuelos de la compañía programados para hoy y mañana (20 y 21/02)”, indicó un comunicado oficial de la aerolínea. “Finalmente, Latam reitera que adopta todas las medidas de seguridad técnicas y operativas para garantizar un viaje seguro para todos”.
El imprevisto aéreo es el tercero de una seguidilla de accidentes de aeronaves en Brasil en las últimas semanas. El pasado 11 de febrero, una avioneta se estrelló en el municipio de Prado, en el sur de Bahía. Como consecuencia del siniestro, murió el empresario Fredy Tanos, propietario de una red de laboratorios en Minas Gerais, según informaron medios locales. El piloto fue hospitalizado.
En tanto, dos personas murieron y otras seis resultaron heridas el 7 de febrero después de que se estrellara una avioneta contra vehículos en la transitada avenida Marqués de Sao Vicente, en la zona oeste de San Pablo.
O Globo/GDA