El Papa Francisco pasó otra noche tranquila, informaron desde el equipo médico del Hospital Gemelli, en Roma, donde está internado desde hace 9 días, y los médicos de la Santa Sede. Su estado sigue siendo grave y no está fuera de peligro, pero su vida no corre un riesgo inminente.
Pero ¿cuál es el riesgo más grave que corre Jorge Bergoglio, de 88 años? El cirujano que lo operó dos veces, Sergio Alfieri, lo mencionó en el largo encuentro que mantuvieron él y el doctor vaticano Luigi Carbone al atardecer del viernes con la prensa.
Alfieri dijo que “el riesgo es una sepsis (o septicemia), que podría producirse si los gérmenes pasan de los pulmones a la sangre”.
En la sepsis se presenta “una caída de la presión arterial, ocasionando un shock”, según la literatura médica. “Los sistemas corporales y órganos principales, entre ellos los riñones, el higado, los pulmones y el sistema nervioso central pueden dejar de funcionar apropiadamente, debido a una circulación insuficiente”, detalló el especialista.
Los síntomas de la sepsis “no son causados por los microrganismos en sí. La causan la respuesta a los químicos que el cuerpo libera». Se lee que “una infección bacteriana en cualquier lugar del cuerpo puede activar las respuestas que conducen a la sepsis”. Entre ellos aparecen citados los pulmones con neumonía bacteriana”, que padece el Papa.
Los médicos señalaron que Francisco sabe que la situación es grave. «Siempre quiso que le dijéramos la verdad”, afirmaron.
«Hemos reducido a algunos medicamentos y está respondiendo a la terapia”, explicó el equipo que lo atiende desde que internado, el viernes 14 de febrero.
El doctor Carboni agregó que el pontífice “no está conectado a ninguna máquina. Cuando lo necesita le ponen unas prótesis natales por la que entra un poco de oxígeno que respira espontáneamente”.
Dudas sobre su vuelta a las actividades
El Papa pasa una parte de la jornada sentado en un sillón y el viernes fue a rezar a la capilla de la suite reservada a los pontífices en el décimo piso del Gemelli.
El cirujano Alfieri dijo que el pontífice argentino permanecerá en el hospital “todo el iempo que sea necesario, pero regresará a su residencia de Santa Marta (el hotel vaticano donde se aloja) porque nosotros trabajamos para atender pacientes”.
De su enfermedad, “la parte más aguda se resolverá, la crónica restará”, dijo. Probablemente le quedará la bronquitis que padece hace tiempo.
¿Qué pasara después de su regreso? A una pregunta de ANSA, el cirujano Alfieri respondió: “¿Se imaginan un Papa, que es un Jefe de Estado, quedándose en su despacho y no recibiendo a nadie?”, se preguntó. Hay que recordar que entre las obligaciones abrumadoras de Francisco están las que derivan de los 198 países acreditados en el Vaticano. Solo esta actividad lo fatiga.
Si el Papa regresara en marzo al Vaticano, debería afrontar su quehacer en medio del Jubileo y con la Cuaresma que se inicia el 5 del mes próximo, un momento especialmente exigente. Y muchos se preguntan: ¿Volverá la audiencia jubilar de los sábados?, suspendida junto con la tradicional audiencia de los miércoles?