De la gloria al exilio y a la redención, Flavio Briatore pasó por todas. A sus 74 años, el magnate italiano tiene la misma pasión que hace 30 años para ver a su equipo salir campeón mundial de la Fórmula 1. Fue clave para que se disparara la carrera del heptacampeón mundial Michael Schumacher y también fue uno de los principales personajes del «crashgate«, pero la película de Briatore no terminó aún, ya que le faltan los actores que protagonizarán el regreso de Alpine a lo más alto.
En una entrevista con el medio especializado Motorsport, el principal asesor de la escudería francesa reveló sus ambiciones para un futuro donde Alpine sea campeón del mundo. Remarcó en varias ocasiones que no existen muchas diferencias entre el equipo de hoy y el que construyó desde cero allá por los años 90. «Este equipo, hablando de Alpine, es el mismo equipo. Es un equipo Benetton, un equipo Renault, un Alpine. Cambias el color de las camisetas, cambias un poco el rendimiento, pero es el mismo equipo», aseguró.
Briatore tuvo su gran regreso hace unos ocho meses con un objetivo bien en claro: volver a los días de gloria. Y en esos meses no perdió el tiempo: anunció nuevos patrocinadores y nuevos pilotos, entre ellos el argentino Franco Colapinto, que causó sensación con su llegada a la Máxima en agosto del año pasado. Con la llegada del pilarense, ya son cinco los pilotos que están a disposición para salir a la pista entre los titulares del momento Pierre Gasly y Jack Doohan, y las reservas conformadas por Colapinto, Paul Aron y Ryo Hirakawa.
Ninguno de ellos será Brad Pitt, pero todos forman parte de la película de Fórmula 1 sobre la historia de Alpine. «Lo hicimos con Benetton. Lo hicimos con Renault. Si ves lo que hicimos en Benetton, Renault era la misma película, sólo cambiamos el actor. En Benetton, el actor era Michael Schumacher y en Renault el actor era Fernando Alonso. Ahora tenemos que hacer otra película, pero aún no sabemos quién será el actor«.
Briatore tiene fama de cambiar el actor a mitad de película. En 1991 incorporó al joven Schumacher en la segunda carrera de la temporada, con una visión muy clara de lo que sería su futuro. Hace apenas unos meses, se despidió de Esteban Ocon en la anteúltima carrera del 2024, quien fue reemplazado por Jack Doohan. Pero el australiano tampoco tiene su protagonismo asegurado, ya que la renovación de su contrato depende de las primeras cinco carreras de esta temporada.
Es una actitud que muchos considerarían cruel, aunque Briatore le afirmó a Motorsport: «Tienes que ser justo y transparente con tu gente». Es uno de sus requisitos para salir adelante y cumplir sus objetivos. «Si todos trabajan juntos, creo que en 2026 es posible estar ganando carreras y en 2027 luchando por el campeonato«.
Y luego hizo una analogía muy particular: «Para mí, la Fórmula 1 es como gestionar un restaurante. Es lo mismo. Gestionas personas. Y tenemos que asegurarnos de que 1.000 personas trabajan en la fábrica y yo tengo la responsabilidad de su salario».
Gestionar un restaurante también está dentro de su experiencia laboral. De hecho, era a lo que se estaba dedicando antes de volver a dirigir un equipo de Fórmula 1. Todos pensaban que ya habían visto suficiente del italiano, especialmente cuando se lo expulsó de por vida de la Máxima luego del polémico «crashgate» en el que se lo acusó de incitar a Nelson Piquet Jr. a chocar en el Gran Premio de Singapur de 2008 para asegurar la victoria de su compañero Fernando Alonso.

Le revocaron la sanción dos años después, pero el italiano se mantuvo alejado de la Fórmula 1 por 15 años. Su regreso comenzó cuando un día llamó al director general de Renault, Luca de Meo, para decirle que le «daba mucha pena ver al equipo en estas condiciones». Entre llamado va y llamado viene, un día decidieron reunirse en París.
«Un día nos encontramos en París, yo estaba ocupado con mi negocio de restaurantes – tenía 1.200 empleados y luego 600, porque vendí el 50% del negocio y tenía un poco más de tiempo», reveló. «Le dije a Luca: déjame ver si es posible. Si todavía tengo el mismo libro que tenía antes, para formar este equipo. Y empezamos a hablar pero había una condición, yo quería estar al mando completamente«.
Y sus deseos fueron órdenes. Hoy es la principal figura detrás de Alpine y sus ganas de ver a su equipo salir campeón son las mismas que cuando lo armó desde cero. «Al final, volví porque creo que tengo la posibilidad de darle la vuelta al equipo«, afirmó.
