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Elecciones en el COI: fortalezas y debilidades de los siete candidatos que luchan por tomar las riendas del deporte olímpico

Para el mundo olímpico y, por extensión lógica, para todo el universo deportivo, el jueves 20 de marzo de 2025 no será un día más. Ese día, el de la segunda jornada de la 144° Sesión del Comité Olímpico Internacional, el alemán Thomas Bach sabrá quién será su sucesor al menos por los próximos ocho años. Será un jueves histórico porque nunca hubo tantos candidatos a conducir los destinos del COI y porque en tiempos políticos difíciles en buena parte del mundo, el presidente de la máxima entidad del deporte no ocupa un cargo más.

Ser titular del COI es tener un cargo político justamente al que muchos aspiran pero al que apenas nueve personas llegaron desde que Dimitrios Vikelas, un empresario y escritor griego, se convirtió en el primero entre 1894 y 1896 cuando el célebre barón Pierre Fredy de Coubertin lo convocó para representar a su país en aquel congreso que derivó en los primeros Juegos de la era moderna.

Ser titular del COI, en estos tiempos del COI, implica involucrarse a fondo en cuestiones muy delicadas como la situación de las atletas transgénero o, en el orden económico, el contrato firmado con Comcast NBC Universal por los derechos en todas las plataformas en Estados Unidos para los Juegos Olímpicos hasta 2036. La ampliación de los derechos para el ciclo 2033-2036 está estimada en 3.000 millones de dólares y abarca los Juegos Olímpicos de Invierno de Salt Lake City 2034 y los de Verano de 2036 en sede a confirmar.

En Pilos, un paradisíaco lugar ubicado en la costa del Peloponeso, al sur de Grecia -también conocido como Costa Navarino, por su antiguo nombre en italiano-, llegarán los 109 miembros COI habilitados para votar. Entre ellos habrá 43 ex atletas olímpicos y 33 de ellos fueron medallistas en los Juegos. Pero también habrá miembros de la realeza, presidentes de federaciones internacionales y hasta… un canciller que deberán elegir entre -el orden fue determinado por un sorteo realizado en noviembre- el príncipe Feisal Al Hussein, David Lappartient, Johan Eliasch, Juan Antonio Samaranch, Kirsty Coventry, Sebastian Coe y Morinari Watanabe.

Son los siete que aspiran al lugar de Bach, el ex esgrimista que fue campeón olímpico de florete por equipos en los Juegos de Montreal 1976 y que ganó tres medallas mundialistas en Gotemburgo 1973, Buenos Aires 1977 y Melbourne 1979. Justamente en el Centro de Exposiciones de la Ciudad de Buenos Aires, entre la facultad de Derecho y el viejo Italpark, logró el primer puesto (otra vez en florete por equipos) y fue en Buenos Aires también donde el 10 de septiembre de 2013 fue elegido para suceder al belga Jacques Rogge en la Sesión realizada en el hotel Hilton de Puerto Madero.

Hace 12 años otros cinco candidatos también se postularon: Sergey Bubka, Richard Carrion, Ser Miang Ng, Denis Oswald y Ching Kuo Wu. Pero nadie pudo contra ese abogado ultra católico que debajo de la pedana se hizo también conocido mundialmente por haber sido presidente de Cáritas Alemania y por su trabajo en Adidas. Ese es el Bach reelegido el 10 de marzo de 2021 para completar el período máximo de 12 años que establece la Carta Olímpica cuando recibió el voto de 93 miembros COI, cuatro abstenciones y apenas un voto en contra. Y es el Bach criticado por no entender que el deporte y la política van de la mano y que, vaya contradicción, es amigo personal de Vladimir Putin a pesar de que no pudo impedir la prohibición a los deportistas rusos en los Juegos.

A ese Bach lo reemplazará quien resulte elegido por el sistema de mayoría absoluta. Es decir que si en la primera votación nadie llega al 50 por ciento más uno de los votos habrá una segunda vuelta sin el candidato que menos vote suma. Y así hasta que aparezca el «humo blanco». Quién ganará es difícil saberlo. Aunque hay con mayor y menor nivel de adhesión. Desde hace meses se tejen todo tipo de especulaciones. Y habrá alianzas, claro, cuando alguien quede en el camino y sus votos sean importantes y hasta decisivos para otros. El «no me dés el voto en la primera vuelta pero si se cae Fulano, a quien votaste, dame ese voto a mí en la segunda o en la tercera…» es algo en lo que piensan los candidatos más fuertes. Estos candidatos…

Príncipe Feisal Al Hussein

Muchos en el COI no entienden cómo este jordano hijo del rey Hussein y la princesa Muna y hermano menor de Abdullah II que ejerció muchas veces como regente por los viajes del actual rey al exterior, anunció su candidatura en septiembre y todavía la mantiene. Uno de los ocho miembros de la realeza que es miembro COI tiene nula chance de ganar. En los pasillos de Lausana, en criollo, afirman que «no existe». No hizo campaña, se trata de una ambición personal, no arrastra a nadie, jamás propuso nada. Se presentará porque a cualquiera de los 109 miembros le gustaría ser presidente o porque, directamente, debe estar aburrido de ser príncipe…

El príncipe jordano Feisal Al Hussein. Foto: Reuters

David Lappartient

«Creo que tengo la capacidad de poner a la gente a trabajar junta, de respetar a todo el mundo y de tener una visión a largo plazo», aseguró el francés presidente del Comité Olímpico de su país y de la Unión Ciclista Internacional en una entrevista reciente. En esa misma charla con la agencia EFE rechazó ser el candidato de Rusia y las polémicas de corrupción que fueron objeto de investigación en sus diferentes cargos políticos. También desestimó las críticas por su proximidad con el polémico multimillonario Igor Makarov, que durante años formó parte del comité ejecutivo de la UCI y se convirtió en su mayor mecenas.

Para muchos el ex ciclista Makarov fue quien permitió su elección al frente de ese organismo en 2017. «Es un amigo, pero ya no tiene el pasaporte ruso. Además no figura en la lista de las sanciones europeas ni de Estados Unidos. Creo que se le lanzan acusaciones excesivas», lanzó un dirigente que creció mucho en el mundo de las federaciones internacionales y que tuvo un rol importante en la organización de París 2024 pero en la previa también parece destinado a quedar afuera en la primera o segunda vueltas.

El presidente del Comité Olímpico de Francia y la Unión Ciclista Internacional, David Lappartient, Foto: EFE/ Val TorresEl presidente del Comité Olímpico de Francia y la Unión Ciclista Internacional, David Lappartient, Foto: EFE/ Val Torres

Johan Eliasch

El sueco, que también tiene nacionalidad británica, es un personaje muy interesante. Presidente de la Federación Internacional de Esquí, jamás tuvo algún vínculo con ese deporte pero de repente se presentó en las elecciones, arrasó y ganó. Pero además es un mega empresario dueño de Head, la empresa austríaca de indumentaria deportiva que comercializa equipos de esquí y tenis, entre otras disciplinas. También es un mecenas capaz de comprar miles de hectáreas en la selva para dárselas a organizaciones que preservan el medio ambiente, una de sus grandes preocupaciones. Dueño de galerías de arte en Estocolmo y Nueva York, entró al COI hace dos años, junto a Paula Pareto.

Desde la lógica tampoco tiene muchas posibilidades pero cuenta con operadores políticos y una fortuna de la que dispone como quiere. Vive en la Costa Azul en una enorme mansión, se mueve en su helicóptero y avión que tiene listos para ser utilizados en cualquier momento en el aeropuerto de Niza y es un empresario que sabe cómo manejarse ya que puede transformar una entidad deportiva en una actividad comercial. De hecho, por estos días negocia con Liberty Media, la dueña de los derechos de la Fórmula 1, para transmitir los Mundiales y las Copas del Mundo de esquí. Además es el tesorero del partido conservador británico. Quienes lo conocen de cerca dicen que no es de consensuar, que es una «topadora». Se insiste: sorprendería que gane pero se entendería que gane porque podría traer todos los sponsors (dinero) que quisiera.

Thomas Bach y Johan Eliasch. Foto: AFPThomas Bach y Johan Eliasch. Foto: AFP

Juan Antonio Samaranch

El brasileño Joao Havelange y su amigo Horst Dassler, hijo del fundador de Adidas, fueron claves para que su padre fuera votado en Moscú como presidente del COI. A cambio, el primer Samaranch impulsó el ingreso pleno de los deportistas profesionales a los Juegos. A ese cargo aspira el hijo, también español, también catalán. Más coincidencias: fue impulsado por el propio Bach que, a su vez, fue delfín de Samaranch padre. El hijo es un hombre que pesa dentro del mundo del deporte, sobre todo en China y América latina por lo que 15 votos estarían asegurados en la primera vuelta. Ahora bien, se entiende el apoyo de América latina por su condición de hispano parlante aunque también habla, como Lappartient, inglés y francés, los idiomas oficiales del COI. Pero, ¿China? Sencillo de explicar y más fácil de entender: le donó una colección de objetos personales de su padre al gobierno chino que erigió un museo en su honor en Tianjin. Tiene una mochila: su padre, más allá de errores groseros en otros ámbitos como la corrupción con la elección de Salt Lake City en 2002, transformó al COI en una empresa tras su sistema de caos financiero y de pequeñez a una empresa. Pero el ingeniero que trabaja en Barcelona es uno de los candidatos. A la sombra de su padre, también se hizo un empresario importante y un hombre de visión.

Juan Antonio Samaranch Junior. Foto: APJuan Antonio Samaranch Junior. Foto: AP

Kirsty Coventry

De imponerse, la ex nadadora y actual ministra de Deporte de su país, Zimbabwe, y ganadora de siete medallas olímpicas, incluidas dos de oro entre los Juegos de Atenas 2004 y Beijing 2008, sería la primera mujer presidenta del COI. Recién en 1981 la entidad admitió a sus dos primeras mujeres: la finlandesa Pirjo Häggman y la venezolana Flor Isava Fonseca. ¿Querrá el COI cambiar el paradigma? No se sabe. Es otro personaje importante porque sería el primer presidente africano de la historia, es campeona olímpica (con todo el peso que ello implica) y está involucrada en la política deportiva de su país. En definitiva, tiene muchas posibilidades. Se habla de un apoyo silencioso de Bach a su candidatura aunque quienes conocen de cerca al presidente afirman que jamás se jugaría por alguien para no «quemarse» si pierde. La estadounidense Anita Defrantz estuvo cerca de llegar a la máxima silla del COI pero no lo logró. Hay muchos que en su país se lamentan. Es que después de Los Angeles 1984, los primeros Juegos hechos con una visión empresarial que por eso resultaron muy emblemáticos, Peter Ueberroth, su principal organizador, se transformó en el candidato natural de Estados Unidos para ser miembro COI y para luego convertirse en su presidente pero apareció Defrantz y lo frustró por partida doble.

Kirsty Coventry. Foto: APKirsty Coventry. Foto: AP

Sebastian Coe

Otra leyenda del olimpismo campeón en Moscú 1980 y Los Angeles 1984, el británico es un candidato muy fuerte y, para muchos, el gran candidato. Presidente del Comité organizador de Londres 2012 y titular de World Athletics, es otro hombre con una visión importante del deporte. Tiene una fuerte posición tomada con la cuestión del género en el deporte: hay que proteger la integridad del deporte femenino. Ergo: está manifiestamente en contra de las transgénero. Le dio a su federación una impronta comercial sin precedentes y está a favor de los premios en dinero y de ayudar financieramente a los atletas para estirarle el ciclo olímpico.

Es el candidato de mayor edad (68 años) pero el que más les habla a los jóvenes. «El reto no es distinto al de un comité nacional, una federación internacional o un club deportivo: el desafío es cómo continuar interesando y enganchando a los jóvenes», afirmó. «Hablamos mucho de la tecnología. Pero implicar a los miembros de las generaciones del mañana es el punto crítico. Porque ellos van a ser los futuros líderes, los futuros patrocinadores, los futuros políticos. Necesitamos crear un vínculo vitalicio entre ellos y el deporte», aseguró quien cuenta además con el apoyo absoluto de los atletas del mundo. Y se sabe qué es el atletismo para el olimpismo. Sus detractores hablan de su soberbia y de un estilo de manejo demasiado personal y muchos opinan que muchas veces los grandes candidatos son sorprendidos en una elección como la que se viene.

Sebastian Coe. Foto: APSebastian Coe. Foto: AP

Morinari Watanabe

Otro al que le será muy complicado ganar. El japonés puede ser un buen presidente de la Federación Internacional de Gimnasia pero el cargo le quedaría demasiado grande. Además la propuesta de hacer los Juegos en varias ciudades al mismo tiempo fue visto con horror por la familia olímpica. ¿Y la convivencia de los atletas? ¿Y el espíritu olímpico?Habló de un formato de competencias de 24 horas al día celebrado simultáneamente en los cinco continentes con 10 deportes en cada sede. Esa idea, según él, reduciría la carga financiera para las ciudades anfitrionas y aumentaría la cobertura global. «Además, los atletas competirían en los mejores climas e instalaciones para cada deporte», subrayó. Tiene otra gran contra: las empresas japonesas como Bridgestone, Panasonic y Toyota ya dijeron que no renovarán sus patrocinios con el COI aunque él no se resigna y sostiene que hará sus mejores esfuerzos para mantenerlas. Arrastrará varios votos de Oriente pero aún así no le alcanzaría.

Morinari Watanabe. Foto: ReutersMorinari Watanabe. Foto: Reuters

Werthein y Pareto: los dos argentinos que votarán en el COI

Gerardo Werthein y Paula Pareto son los dos miembros COI argentinos que podrán votar. El canciller del Gobierno mileista, de muy buena relación con Thomas Bach, llegó en 2011 mientras la campeona olímpica de Río de Janeiro 2016 lo hizo hace sólo dos años.

José Zubiaur fue el primer argentino que se sumó al COI y a él le siguieron Manuel Quintana, el ex presidente Marcelo Torcuato de Alvear, Ricardo Aldao, Horacio Bustos Morón, Enrique Alberdi, Mario Negri, Roberto Peper (marido de Jeanette Campbell, medallista en Berlín 1936) y Antonio Rodríguez, además de Werthein y Pareto.

El entrerriano Zubiaur integró el primer COI al aceptar la invitación de Coubertin, quien lo había conocido en París. Lo curioso fue que en 1907, 14 años antes de su muerte, fue dado de baja porque no respondía las cartas del COI. Zubiaur vivía en Concepción del Uruguay y jamás se enteró de la existencia de aquellas misivas. Otro desplazado fue Quintana, aunque por una razón diferente: quiso organizar unos Juegos paralelos en Buenos Aires por el centenario de la revolución de Mayo y en el COI no le aceptaron semejante osadía…

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