Friedrich Merz todavía no gobierna Alemania, pero en la práctica es como si ya estuviera haciéndolo. El líder conservador y previsible futuro canciller consiguió este martes la aprobación parlamentaria de una enmienda a la Constitución que relaja el freno a la deuda para financiar así un histórico plan multimillonario de rearme y modernización de infraestructuras del país, frente a la amenaza rusa atizada por el alineamiento de Trump con Moscú.
“Una reforma constitucional de este calado solo se justifica bajo circunstancias especiales; la principal de esas circunstancias es la guerra de Vladímir Putin contra Europa”, sentenció Merz a los diputados durante el debate. “No es solo una guerra contra la integridad de Ucrania sino contra toda Europa, con sabotajes, desinformación y asesinatos en nuestros territorio”, recalcó desde el atril.
La amenaza de Rusia y las señales de abandono por parte de Estados Unidos colocan a la Unión Europea (UE) en una situación de mayor riesgo de seguridad, por lo que todos los países asumen que deberán elevar sus inversiones en defensa.
El Bundestag (cámara baja del Parlamento) aprobó la reforma constitucional por 513 votos a favor y 207 en contra; el texto pasa el viernes al Bundesrat (cámara alta), donde su aprobación se da por sentada.
Según el futuro canciller de Alemania, su plan de aumento masivo del gasto militar es “nada menos que el primer gran paso hacia una nueva comunidad europea de defensa”, que debería incluir a “países que no son miembros de la Unión Europea, como Reino Unido y Noruega”. Merz defendió también que los contratos para el rearme alemán se adjudiquen “en la medida de lo posible a fabricantes europeos”.
El Bundestag (cámara baja del Parlamento) aprobó las modificaciones por 513 votos a favor y 207 en contra. Al tratarse de enmiendas a la Constitución, se requería una mayoría de dos tercios (en este caso, un mínimo de 489 votos). Merz pactó este endeudamiento millonario con los socialdemócratas y después con Los Verdes. El texto pasará ahora al Bundesrat (cámara alta del Parlamento), que representa a los länder, donde su aprobación este viernes se da por sentada.
El plan consiste, por una parte, en aflojar del freno constitucional a la deuda el gasto militar que supere el 1% del PBI, entendiendo lo militar en un sentido amplio: defensa, protección civil, servicios de inteligencia y ciberseguridad, y “ayuda a países atacados ilegalmente”.
Por otra parte, se creará un fondo extraordinario de 500.000 millones de euros –a financiar con créditos, al margen del freno a la deuda- para infraestructuras y neutralidad climática a lo largo de doce años. De ese fondo, 100.000 millones serán para medidas de protección del clima y transformación económica verde. El monto principal para inversión en infraestructuras prevé 300.000 millones para el Gobierno federal y 100.000 para los 16 länder (estados federados).
El freno a la deuda, mecanismo introducido en la Ley Fundamental (así se llama la Constitución alemana) en el 2009 en respuesta a la crisis del euro, prohíbe al Gobierno pedir prestado más del 0,35% de su PBI cada año, y solo puede suspenderse en caso de emergencia probada. Los länder –que hasta ahora no podían endeudarse- tendrán permitido un pequeño déficit estructural del 0,35% de su producción económica, lo que les reportará en conjunto 16.000 millones de euros adicionales para gastar.
La culminación de este cambio legislativo permitirá a Friedrich Merz iniciar su mandato, probablemente el 23 de abril, al frente de un Gobierno de gran coalición con el Partido Socialdemócrata (PSD), pertrechado con una formidable capacidad de gasto público de miles de millones debidamente autorizados. Mientras, prosiguen las negociaciones formales entre el bloque conservador –la democristiana CDU, el partido de Merz, y su aliada, la socialcristiana CSU de Baviera– y el SPD para formar una coalición de Gobierno.
“Se trata posiblemente del mayor paquete de gasto de la historia de nuestro país”, afirmó Lars Klingbeil, colíder del Partido Socialdemócrata (SPD) y jefe del grupo parlamentario.
“Tenemos que fortalecernos, Alemania debe asumir un papel de liderazgo en Europa en lo que respecta al gasto en defensa –dijo-. Invertiremos masivamente en las infraestructuras de nuestro país, en la protección del clima; esto demuestra que también asumimos la responsabilidad de una mayor prosperidad en Europa”.
Klingbeil celebró que se hubiera podido llegar a un compromiso histórico al respecto entre los partidos del llamado Mitte (centro), esto es, CDU/CSU, SPD y Verdes.