Al igual que ocurre con el país, el fútbol argentino parece estar en un revival permanente. Con la anulación de los dos descensos de la Liga Profesional -‘salvando’ actualmente a Tigre e Independiente Rivadavia–, la AFA retrocederá una década para recuperar el criticado torneo de Primera División con 30 equipos y eliminará el formato de todos contra todos de su sistema de competencia, limitándose a la disputa de dos Copas de clubes semestrales, lo que provocará que los socios tengan menos oportunidades de ver los encuentros de su club como local, pese a que la cuota seguirá aumentando su valor.
Esta posibilidad empezó a trascender en los pasillos afistas a fines de julio, con el fervor de la obtención del bicampeonato en la Copa América todavía omnipresente, y se confirmó este jueves por unanimidad de los 44 asambleístas presentes en el Coliseo de futsal del predio Lionel Andrés Messi de Ezeiza.
Para justificar el aumento de participantes a partir de la próxima temporada, los ideólogos de esta propuesta pusieron como ejemplo la creciente Major League Soccer de Estados Unidos -que en 2025 también contará con 30 participantes- o la continua vocación de la FIFA de ampliar mercados, algo que se corporiza con el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá 2026 que tendrá 48 selecciones, o el Mundial de Clubes con 32 equipos, entre los que estarán Boca y River.
En Argentina, la situación no es una novedad: desde hace unos años circula un borrador que de tanto en tanto sufre modificaciones y en esta ocasión se filtró con un formato similar al de México, con el espíritu de la Copa de la Liga Profesional que tanto cautivó a los directivos, por su dinámica.
Las dos etapas del torneo se denominarían Apertura en el primer semestre y Clausura, en el segundo, a diferencia de la década del 90 en adelante, cuando las nomenclaturas iban a contramano del calendario. Antes de cada torneo, se abrirá el libro de pases.
Los 30 equipos se distribuirán en dos zonas de 15 con la lógica de los opuestos separados: Boca estará en una y River en la otra, lo mismo con Independiente y Racing, San Lorenzo y Huracán, Central y Newell’s o Banfield y Lanús, entre otros. Serán, en principio, 13 jornadas, a las que hay que sumarles una fecha de clásicos y el interzonal -se cruzarán los equipos que queden “libres”, ya que son impares-.
¿La transmisión de partidos? Otra novedad. Doce irán por el pack fútbol habitual y el resto se verá por una señal de streaming propia de la Liga -ya no irán por la TV Pública o el abono básico del cable-, similar a la que emite los encuentros de la Reserva.
Luego de la fase regular, los ocho mejores clasificados de cada zona irán por el título en un mata-mata que comenzará en la instancia de octavos de final, aunque el primero y el segundo de cada grupo irá derecho a cuartos. En octavos se jugará en la cancha del mejor colocado, pero luego todos los cruces hasta la final serán en un escenario neutral.
![River campeón del Trofeo de Campeones 2023.](https://www.clarin.com/img/2021/12/19/eehMrhE38_720x0__1.jpg)
En paralelo, seguirá disputándose la Copa Argentina. Continuarán además el Trofeo de Campeones, la Supercopa Argentina (ganador de la Copa Argentina y el del Trofeo de Campeones) y la Supercopa Internacional (ganador del Trofeo de Campeones vs el primero de la tabla general).
Está en debate los que apoyan la idea de un campeón anual y lo sostienen con una mirada contable: este partido podría promover una nueva negociación con los dueños de los derechos audiovisuales.
¿Los descensos en 2025? Serán dos, siempre y cuando no decidan cambiar: uno por la tabla general y el otro por promedios.
Hay, claro, una certeza: los hinchas tendrán menos posibilidades de alentar a sus equipos. Serán entre cinco y siete partidos menos como local en la temporada venidera.