WASHINGTON.- La desescalada entre Estados Unidos y China, las dos mayores potencias globales, que había tenido un paso crucial el 30 de octubre con el encuentro entre Donald Trump y Xi Jinping, continuó un sendero positivo este lunes con una conversación telefónica entre ambos presidentes, calificada de “muy buena” por el líder republicano y en la que también trataron la situación de Taiwán y la guerra en Ucrania.
“Conversamos sobre diversos temas, como Ucrania/Rusia, el fentanilo, la soja y otros productos agrícolas. Cerramos un acuerdo positivo y muy importante para nuestros agricultores, y seguirá mejorando. ¡Nuestra relación con China es extremadamente sólida!“, escribió Trump en su cuenta de Truth Social. Además, reveló que aceptó una invitación de Xi para viajar a China en abril próximo.
“Esta llamada fue la continuación de nuestra exitosa reunión en Corea del Sur hace tres semanas. Desde entonces, ambas partes lograron avances significativos para mantener nuestros acuerdos actualizados y precisos“, añadió Trump, quien a su vez invitó a su par chino a visitar Estados Unidos más adelante en 2026. “Acordamos la importancia de comunicarnos con frecuencia, algo que espero con interés”, cerró.
Previamente, de acuerdo a un comunicado difundido por la agencia oficial Xinhua, la Cancillería china había informado que Xi le señaló a Trump que el regreso de Taiwán a la órbita del gigante asiático es “una parte integral para el orden internacional de posguerra”.
En su posteo, el presidente norteamericano no hizo referencia a la situación de la isla autónoma, que Pekín reclama como propia y está sometida a una frecuente presión del régimen.
Sin embargo, de acuerdo a Xinhua, Trump señaló que Estados Unidos “entiende la importancia del problema de Taiwán para China”. La nación insular es un habitual foco de conflicto entre ambos países.
Al hacer un paralelismo histórico, Xi afirmó que, dado que China y Estados Unidos “lucharon codo a codo contra el fascismo y el militarismo” durante la Segunda Guerra Mundial, ahora deberían trabajar juntos para “salvaguardar” esos logros.
El diálogo se produjo en medio de crecientes tensiones entre China y Japón sobre el futuro de Taiwán, luego de que a principios de este mes funcionarios de Tokio -aliado de Washington- indicaran que cualquier posible acción militar contra la isla autónoma sería respondida con fuerza. Esa hipotética medida de la primera ministra Sanae Takaichi sería considerada por Pekín como cruzar una línea roja.
Aunque Xinhua divulgó la llamada este lunes por la mañana, no especificó qué presidente había tenido la iniciativa para entablar el diálogo. Sin embargo, fuentes de Pekín citadas por el diario The Wall Street Journal señalaron que Xi fue quien propuso la nueva comunicación de alto nivel.
En la conversación, Xi también indicó que ambos países deberían mantener el impulso positivo generado durante su reunión del mes pasado en Corea del Sur y ampliar la cooperación, según el comunicado de la Cancillería. También hablaron sobre la invasión de Rusia a Ucrania, y el líder chino expresó su confianza en que ambos países alcancen “un acuerdo de paz justo, duradero y vinculante lo antes posible para resolver la crisis de raíz», en medio de las negociaciones por la propuesta que Washington le presentó a Kiev para poner fin a la guerra.
Las tensiones entre Trump y Xi disminuyeron en las últimas semanas tras la reunión entre ambos líderes el 30 de octubre pasado. Desde entonces, el régimen chino acordó levantar las restricciones a la exportación de algunos minerales críticos, tomó medidas enérgicas contra los productos químicos que pueden utilizarse en la elaboración del fentanilo en Estados Unidos -uno de los principales reclamos de Trump- y reanudó el flujo de semiconductores para automóviles.
Tras la desescalada comercial, Estados Unidos y China aún negocian detalles sobre cómo el régimen liberará las ventas de tierras raras, según fuentes citadas por Bloomberg. Ambos países buscan acordar los términos de las “licencias generales” que China se comprometió a ofrecer para las exportaciones de tierras raras y minerales críticos a Estados Unidos antes de fin de mes.
Aunque las conversaciones sobre esos materiales, cruciales para la fabricación de productos electrónicos de alta tecnología, permanecen en el limbo, Estados Unidos ya tomó medidas para reducir los aranceles y las medidas de seguridad nacional. La escasez de suministros de tierras raras dejó a industrias globales como la automotriz y la robótica en riesgo de sufrir interrupciones.
