WASHINGTON.- Donald Trump y su campaña culparon al presidente, Joe Biden, la vicepresidente y candidata presidencial, Kamala Harris, y a los demócratas y su “lenguaje altamente incendiario” por el aparente intento de asesinato contra el magnate –el segundo durante esta campaña en poco más de dos meses– el domingo, en su campo de golf en West Palm Beach, Florida.
El sospechoso, Ryan Wesley Routh, 58 años, estuvo doce horas en el perímetro del campo de golf de Trump, según una denuncia penal presentada este lunes en el Tribunal del Distrito Sur de la Florida. Aproximadamente a la 1.31 pm, un agente del Servicio Secreto que recorría el perímetro vio lo que parecía ser un rifle “sobresaliendo de una línea de árboles”. El agente disparó inmediatamente, aunque no llegó a herir a Routh, que huyó en un Nissan a alta velocidad. Routh fue detenido por agentes locales aproximadamente a las 2.14 pm. Entre los árboles donde Routh estaba oculto, los agentes encontraron una cámara digital, una mochila, un rifle estilo SKS cargado, y una bolsa plástica negra con comida.
Routh nunca llegó a disparar su arma, y tampoco llegó a tener a Trump en la mira, dijo el director interino del Servicio Secreto, Ronald L. Rowe, en una conferencia de prensa. El Servicio Secreto había alertado a Trump cuando era presidente el riesgo corría en sus campos de golf, relevó el Washington Post.
Routh compareció este lunes en un mameluco azul ante un tribunal federal en West Palm Beach, Florida. Fue acusado de dos delitos: posesión de un arma de fuego a pesar de ser un delincuente convicto, y posesión de un arma de fuego con un número de serie borrado, un detalle que impide saber cómo adquirió el arma.
Mientras los fiscales federales, el FBI y el Servicio Secreto avanzaban en su investigación y buscan responder los interrogantes latentes, el episodio volvió a carcomer la ya deshilachada convivencia política de Estados Unidos en medio de una campaña electoral ácida en la cual republicanos y demócratas se acusan mutuamente de ser una amenaza existencial para el país sin reprimir agravios. Trump, quien ya sufrió un intento de asesinato a mediados de julio que casi le cuesta su vida, y su campaña dejaron de lado cualquier llamado a la unidad y pasaron rápidamente a la ofensiva, al acusar a Biden, Harris y a los demócratas de alentar la violencia.
Trump dijo en una entrevista con el sitio de noticias de la cadena Fox News que la retórica de Biden y Harris está provocando que le “disparen”, y que Routh actuó alentado por el “lenguaje altamente incendiario” de los demócratas.
“Creía en la retórica de Biden y Harris, y actuó en consecuencia”, dijo Trump. “Su retórica está provocando que me disparen, cuando soy yo quien va a salvar al país, y ellos son los que están destruyendo el país, tanto desde dentro como desde fuera”, indicó.
La campaña de Trump difundió además un correo electrónico este lunes con el título: “Retórica de los demócratas inspira otro atentado a la vida del Presidente Trump”. El correo contenía una larga lista de más de 50 declaraciones de una línea de Biden, Harris, congresistas demócratas y comentaristas en contra de Trump, todas con un hipervínculo a artículos de prensa o posteos en la red X (antes Twitter) en los que Biden o Harris llaman a Trump una “amenaza genuina” para el país y la democracia norteamericana. Trump, acusado por sus críticos de haber denigrado el discurso y la convivencia política en Estados Unidos con sus ataques constantes a sus rivales, también ha llamado a Biden una amenaza para la democracia.
En su entrevista con Fox News, su primera declaración luego del episodio en el Club de Golf, Trump dijo que los demócratas “quieren destruir nuestro país”. Y amplió su ofensiva con un largo mensaje en Truth Social, su red social.
“La retórica, las mentiras, ejemplificadas por las declaraciones falsas hechas por la Camarada Kamala Harris durante el debate manipulado y altamente partidista de ABC, y todas las demandas ridículas diseñadas específicamente para infligir daño al oponente político de Joe, ahora de Kamala, YO, han llevado la política en nuestro país a un nivel completamente nuevo de odio, abuso y desconfianza”, escribió Trump. “Debido a esta retórica de izquierda comunista, las balas están volando, ¡y solo empeorarán! Permitir que millones de personas, de lugares desconocidos, INVADAN y se apoderen de nuestro país, es un pecado imperdonable”, agregó, una referencia a la inmigración y la llegada de extranjeros sin papeles al país, su principal tema de campaña.
Como evidencia adicional de la creciente desconfianza política, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, aliado de Trump, dijo que Florida llevará adelante su propia investigación sobre “el intento de asesinato” y que la gente “merece saber la verdad” sobre el episodio.
Harris y su campaña se mantuvieron en silencio tras las nuevas declaraciones de Trump. Harris participó en una entrevista de radio grabada con Stephanie “Chiquibaby” Himonidis para su programa en Nueva Network. Pero Biden sí habló sobre el episodio durante un discurso en Filadelfia: volvió a condenar la violencia política, y afirmó que la forma de resolver las diferencias es a través de las elecciones.
“Déjenme decirles que no hay lugar, y lo digo desde el fondo de mi corazón, y aquellos que me conocen lo saben: en Estados Unidos no hay lugar para la violencia política. Ninguno, cero, nunca. Siempre he condenado la violencia política”, dijo el mandatario. “Siempre lo haré. En Estados Unidos, resolvemos nuestras diferencias pacíficamente en las urnas, no a punta de pistola. Estados Unidos sufrió demasiadas veces la tragedia de la bala de un asesino, no resuelve nada y solo desgarra al país. Debemos hacer todo lo posible para prevenirlo y nunca darle oxígeno”, agregó.
Por la tarde, al regresar a la Casa Blanca, los periodistas que se agruparon en el jardín sur de la residencia oficial le preguntaron si había hablado con Trump.
“No, intenté llamarlo, no estaba disponible”, respondió Biden, mientras caminaba por el jardín hacia la residencia. “Lo llamaré más tarde”, agregó. Un rato después, la Casa Blanca informó que ambos tuvieron una “conversación cordial”.