ESTADOS UNIDOS.- Un juez del condado rural de Letcher, en el estado de Kentucky, fue asesinado a balazos este jueves en su oficina. Por el caso detuvieron al jefe de la policía local, quien fue acusado de asesinato. Según los primeros datos de la investigación, el jefe policial, identificado como Shawn Stines, le disparó varias veces al magistrado del distrito, Kevin Mullins, tras una discusión en el interior del juzgado.
De acuerdo al informe de la Policía Estatal de Kentucky, Mullins, quien tenía 54 años y ocupó el cargo durante 15, murió en la escena del crimen, mientras que Stines se entregó sin incidentes.
Tras el violento y trágico episodio, el presidente de la Corte Suprema de Kentucky, Laurance VanMeter, dijo que estaba “conmocionado por este acto de violencia” y aseguró que el sistema judicial estaba “sacudido por esta noticia”.
En tanto, el juez ejecutivo de Letcher firmó una orden para cerrar el juzgado el viernes. El tribunal se encuentra en la localidad de Whitesburg, a 235 kilómetros (146 millas) al sureste de la ciudad de Lexington.
Ante la relevancia que adquirió el caso, el gobernador Andy Beshear utilizó las redes sociales para lamentarse por lo sucedido. “Hay demasiada violencia en este mundo, y rezo para que haya un camino hacia un mañana mejor”, escribió.
El fiscal general de Kentucky, Russell Coleman, dijo que su fiscalía colaborará con el fiscal estatal de la región y que investigarán “a fondo” para que “se haga justicia.
Mullins era juez de distrito en el condado Letcher desde que el exgobernador Steve Beshear lo nombró en 2009, y al año siguiente fue elegido. Era conocido por promover tratamiento contra el abuso de sustancias para las personas involucradas en el sistema judicial, y ayudó a cientos de residentes a acceder a tratamiento con monitoreo. También ayudó a desarrollar un programa llamado Addiction Recovery Care, que brindaba servicios de apoyo en los juzgados a personas con adicciones.
El magistrado también fue miembro fundador de una organización para apoyar el tratamiento de personas con problemas de adicción a los opioides.
Tras los disparos, varias escuelas de la zona fueron cerradas brevemente, informaron medios de comunicación.
LA NACION