Nicolás Maduro volvió a cargar este jueves contra Edmundo González Urrutia, el candidato presidencial opositor que asegura haber sido el más votado en las elecciones y que ahora está exiliado en España. Después de que González dijera que el régimen chavista lo había coaccionado para permitirle la salida del país, Maduro lo tildó de «cobarde» y aseguró que el opositor le pidió «clemencia» antes de viajar a España.
«Al final me da pena ajena, que usted señor González Urrutia, que me pidió clemencia a mí, no tenga palabra, no tenga palabra con lo que se empeñó y alegue su propia torpeza y su propia cobardía para tratar de salvar yo no sé qué«, lanzó Maduro al referirse a las declaraciones del ex diplomático de 75 años, que dijo haber sido «coaccionado» por autoridades venezolanas para su exilio.
«Siento pena ajena por el pataruco [un gallo que no sirve para pelea], al final resultó pataruco (…). Nadie puede alegar su propia torpeza en defensa propia. González Urrutia, nadie puede alegar su propia cobardía y su propia traición a sus seguidores en defensa propia», dijo Maduro.
La reacción del mandatario responde a un mensaje de González Urrutia tras la difusión de una carta, firmada por él y el presidente del Parlamento, el poderoso dirigente chavista Jorge Rodríguez, en la que quedó plasmado un acuerdo para su salida de Venezuela.
«Estando (refugiado) en la residencia del embajador de España, el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, y la vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez, se presentaron con un documento que tendría que refrendar para permitir mi salida del país», manifestó González. «En otras palabras, o firmaba o me atenía a las consecuencias».
Con ese papel, según indicó el chavista Rodríguez, establecía que González acata la sentencia de la sala electoral del Tribunal Supremo de Justicia (que reconoce la victoria de Nicolás Maduro).
González Urrutia, refugiado en España desde 8 de septiembre, denuncia un fraude y reivindica una victoria en los comicios.
En un video que circula desde hace unas horas, se ve a González Urrutia, de madrugada y con sombrero, subir las escalinatas del Falcon de la Fuerza Aérea española que lo llevó a Madrid. Hasta la escalerilla lo acompañó el embajador español en Caracas.
Días antes, su abogado, José Vicente Haro, aseguraba que no pensaba salir de Venezuela. “En modo alguno hay solicitud de asilo por parte del señor Edmundo González Urrutia hacia alguna embajada acreditada en Venezuela. No se ha pedido el asilo ni una situación en calidad de huésped. Eso es un asunto que no se ha planteado la familia ni el señor Edmundo”, decía Haro.
En una entrevista que concedió desde la clandestinidad y que el diario El País publica este jueves, la líder opositora María Corina Machado afirmó: “El régimen quería que se fuera. Lo obligaron. El no quería irse”.
En tanto el Parlamento Europeo lo reconoció este jueves como «presidente legítimo» de Venezuela, entre cuestionamientos a la reelección de Maduro el 28 de julio, en una resolución que el Parlamento venezolano calificó de «nefasta agresión».
Estados Unidos y varios gobiernos de América Latina también reconocieron como ganador a González Urrutia.