Con un más que polémico arbitraje de Luis Lobo Medina, Barracas Central le cortó el invicto a Banfield, que perdió por primera vez en el Torneo Apertura. Se impuso el Guapo, pero no se hablará del aceitado y gran trabajo defensivo que le permitió sostener la ventaja que sacó en el primer tiempo, ni de los infructuosos intentos ofensivos del equipo de Ariel Broggi porque fue el árbitro quien se robó la centralidad en el 1 a 0 del partido disputado en la cancha de Arsenal, en Sarandí.
La jugada del gol de Barracas está completa con la peculiar interpretación de Lobo Medina, que marcó con justicia la falta de Brandon Oviedo sobre Nahuel Barrios, pero sancionó con desmesura al defensor de Banfield, ya que apenas habían transcurrido 17 minutos de juego y no hubo otras acciones para tratar con rigor una falta prácticamente intrascendente.
Iván Tapia se encargó del tiro y envió la pelota al área. Allí conectó de cabeza en primera instancia Dardo Miloc y encontró la reacción de Facundo Sanguinetti, pero Kevin Jappert definió en el rebote. Si bien hubo revisión de VAR, el árbitro convalidó el tanto pese a la posición adelantada del autor del gol, tal cual demostró la repetición televisiva. Las líneas trazadas por la tecnología, a cargo de Francisco Llobet, marcaban no se sabe qué para darle la derecha al juez.
Sobre el final de la primera parte, Lobo Medina cortó un ataque de Banfield por una falta, pero no le mostró la amarilla a Miloc -que hizo una de Titanes en el Ring para frenar al impreciso Gerónimo Rivera-, y dio otra muestra de su protagonismo.
En la segunda parte se sostuvo la dinámica que tuvo el partido desde el gol, porque Barracas cuidó su ventaja cerrando muy bien el fondo y Banfield intentó romper esa barrera. En sus intentos se fue desgastando sin lograr su cometido y topándose con el celo de Lobo Medina para sacar tarjetas, incluso para roces que en ocasiones no se consideran.
Por la falta de efectividad en la ofensiva de Banfield y por la nula vocación de ataque del local, a excepción del puñado de contragolpes que hilvanó, el partido tuvo la centralidad de Lobo Medina y sus decisiones. Su actuación no pasó inadvertida y él hizo poco para sacarse el estigma que lo acompaña de otros desempeños que, por graficarlos de algún modo, suelen tener disparidad de criterios entre local y visitante. Como el penal que no consideró pese a la doble falta sobre Nasif en el área.
El delantero de Banfield entró al área y lo desestabilizó Fernando Tobio con un codazo a la carrera y mientras el juvenil cedido por River intentaba hacer pie con la pelota contralada, Nicolás Demartini lo tocaba abajo para terminar de desestabilizarlo. El árbitro hizo jugar rápido, no hubo revisión de VAR. Era penal.
El equipo de Insua podrá jactarse de los tres puntos y el esmero con el que cuidó su ventaja. El de Broggi, de haber intentando todo, aunque deberá trabajar para sortear otro planteo ultra defensivo como el de Barracas. Por su parte, Lobo Medina -que incluso terminó el partido casi 10 segundos antes de que se cumplieran los escasos cinco minutos que adicionó-, deberá unificar su criterio a la hora de cobrar para que sus actuaciones no desentonen con su rango de árbitro internacional.