25.2 C
San Juan
InicioDeportesColapinto se quedó sin butaca y sin auto para 2025, pero lo...

Colapinto se quedó sin butaca y sin auto para 2025, pero lo bueno (y lo malo) es que la Fórmula 1 no tiene amigos ni paciencia

Tres caminos tenía Franco Colapinto en el momento en que se bajó de un Williams maltrecho en el circuito de Yas Marina en el Gran Premio de Abu Dhabi, la última fecha del año de la Fórmula 1 y, por ahora, su última incursión en la máxima categoría del automovilismo mundial. Una era la obvia: seguir en Williams, pero ya sin butaca en el Gran Circo. Las otras dos, llegar de arrebato a Alpine o desembarcar a la estructura del gigante Red Bull, dependían de negociaciones y de decisiones fuertes que finalmente no se dieron o no llegaron a buen puerto. Este viernes, finalmente, se supo que el argentino no estará entre los 20 pilotos que comenzarán la temporada 2025. Sin embargo, eso no significa que las puertas se hayan cerrado definitivamente para él.

Si hay alguien que sabe de este asunto es Bernie Ecclestone, quien manejó durante muchísimo tiempo la categoría y hoy sigue ligado, a los 94 años, como socio comercial de Liberty Media. «En la Fórmula 1, todo es posible hasta que el dinero está en el banco», dijo el empresario británico cuando se rumoreaba que Colapinto estaba en la mira de Flavio Briatore para llegar a Alpine en reemplazo de Jack Doohan. Y se quedó corto Ecclestone. A veces no alcanza que el dinero esté depositado. Vale preguntarle a Sergio Checo Pérez, el piloto mexicano que fue desplazado de Red Bull cuando tenía, supuestamente, asegurado su lugar en la escudería hasta 2026.

¿Esto qué quiere decir? Que la confirmación de Isack Hadjar como hombre de Racing Bulls, la segunda escudería de la empresa de bebidas energizantes, es un duro golpe para las ilusiones de Colapinto. Sin embargo, lejos está de ser un acta de defunción para sus sueños de volver a manejar a 350 kilómetros por ahora.

Primero porque todo puede suceder en la Fórmula 1, que es una especie de Salvaje Oeste de los negocios. Capitalismo al palo. Tal como le ocurrió este año, cuando pocos lo esperaban, la oportunidad puede surgir de la nada. Porque nadie, más allá de la existencia de contratos, tiene garantizado su lugar en la parrilla. Y ahora todos saben -y no solo James Vowles, mandamás de Williams- que Colapinto tiene condiciones de sobra para brillar.

Es cierto que los fines de semana fatídicos en San Pablo y en Las Vegas horadaron su currículum. Pero también es cierto que, casi sin rodaje y sin conocer muchos de los circuitos que transitó, mostró que tiene mucho talento para dar pelea con un auto que estaba uno o dos escalones por debajo del resto.

Además, el argentino tiene otra carta que no es nada menor. Y no es simplemente su carisma, algo que quedó demostrado en la noche de los premios Olimpia, o su legión incondicional de fanáticos. El de Pilar representa para la F1 el mejor embajador para un mercado interesante y valioso que acaba de quedar huérfano con su salida y con la de Checo Pérez. Sobre todo, porque uno de sus principales auspiciantes, una empresa de servicios de tecnología digital argentina, es además uno de los nuevos y potentes socios comerciales de la categoría.

En este caso, le tocó estar en el momento justo y en el lugar indicado para tener la oportunidad de llegar y mostrarse, pero a su vez estuvo en el momento no justo y en lugar no indicado porque Williams ya había fichado a Carlos Sainz. Se sabe que es difícil regresar cuando a uno lo corren de la elite. Son muy pocos los que lo lograron. Pero lo bueno es que la Fórmula 1 no tiene amigos ni paciencia. Y allí hay una oportunidad para Colapinto. Sólo es cuestión de esperar.

Articulos relacionados
Subscribe
Notify of
guest

0 Comments
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
- Advertisment -

Más leídos