Después de los abucheos y las críticas que recibió tras retirarse del partido que estaba disputando el viernes ante Alexander Zverev por una de las semifinales del Abierto de Australia, Novak Djokovic salió al cruce, con un combo de ironía y pruebas, de sus detractores: publicó en su cuenta de Twitter las imágenes de la resonancia magnética a la que se sometió en las últimas horas y que evidencian la lesión que sufrió en su muslo izquierdo.
“Pensé en dejar esto acá para todos los ‘expertos’ en lesiones deportivas”, escribió el serbio junto a una captura de pantalla de una computadora en la que se observaba el resultado del estudio al que se había sometido el sábado al mediodía (hora de Australia) en el Victoria House Medical Imaging de Melbourne.
El ganador de 10 títulos en el Abierto de Australia se había retirado el viernes tras perder 7-6 (7-5 en el tie break) el primer set de su duelo ante Zverev. El balcánico, que de esa manera vio frustrada su posibilidad de conseguir su 25° título de Grand Slam, fue abucheado por parte del público que se encontraba en el Rod Laver Arena debido a su decisión de no continuar jugando.
Inmediatamente, Zverev rechazó la actitud de esa porción del público. “Por favor, muchachos, no abucheen a un jugador que se lesiona. Sé que todos pagaron las entradas, pero Novak ha dado todo de su vida al deporte en los últimos 20 años”, señaló el alemán. “Por un lado, estoy feliz de estar en la final. Por otro lado, no hay un jugador al que respete más que a Novak. Ha sido uno de mis amigos más cercanos del tour, siempre puedo llamarlo por un consejo, hemos llegado a hablar horas. Solo tengo respeto para él”, añadió el número dos del mundo.
En la conferencia de prensa posterior al partido, Djokovic mencionó que si hubiese ganado el primer set ante Zverev, seguramente habría intentado seguir jugando al menos unos games más, aunque dejó claro que “la cosa iba de mal en peor”. “No toqué una pelota desde el partido con (Carlos) Alcaraz hasta una hora antes del partido de hoy. Hice todo lo que pude para manejar el desgarro muscular que había sufrido. Los medicamentos, el trabajo del fisioterapeuta y el vendaje ayudaron, pero solo funcionaron hasta cierto punto. En el cierre del primer set empecé a sentir más y más dolor”, agregó.
Los problemas físicos del ex número uno del mundo (y las dudas sobre su estado) habían comenzado el martes, en el duelo de los cuartos de final ante Alcaraz. Antes del inicio del cuarto set del encuentro que Djokovic ganó en cinco parciales, el español pareció burlarse de su rival al tomarse aparatosamente el muslo de una de sus piernas como si tuviera una molestia. “Alguien que está pensando en retirarse no juega así después”, se quejó el perdedor tras el partido.
También planteó sus dudas sobre la autenticidad de la molestia del serbio la leyenda John McEnroe, quien estaba participando de una transmisión televisiva del partido y alertó al público que lo seguía: «Esta no es la primera vez que vemos esto. No se dejen engañar». En su defensa, en la conferencia de prensa, Djokovic alegó: «Carlos me miraba más a mí que a él».
Las dudas sobre la condición física del campeón olímpico en París 2024 parecieron disiparse a partir de su abandono el viernes y de la publicación de los resultados de la resonancia magnética el sábado. Esta deserción pudo haber marcado la despedida definitiva del jugador de 38 años del Abierto de Australia. “Hay alguna posibilidad de que este haya sido mi último. ¿Quién sabe? Tendré que ver cómo va la temporada”, advirtió Djokovic.
