Keylor Navas regresó de un breve retiro para ponerse la camiseta de Newell’s Old Boys de Rosario. Parece un momento de reinvención en la carrera del hombre nacido en Costa Rica, sin embargo, en España sacaron viejos trapos sucios al sol. «El lado oscuro de Keylor Navas: acusado de esclavitud y denunciado en París, Madrid y Costa Rica», titula una crítica nota del diario Marca.
El periódico de la capital española detalla las denuncias que recibió el ex arquero del Real Madrid en el último lustro. Arranca con una denuncia en su país tras abrir la franquicia de un sistema de electroestimulación llamado Electro Body Center.
El artículo de Juan García-Ochoa asegura que «deshicieron» del negocio dejando a los comparadores una serie de problemas técnicos que terminó en una demanda por 150.000 dólares.
Las acusaciones de lo que vivió en su paso por el PSG de Francia parecen más graves. Allí recibió una denuncia de un trabajador que lo acusó de hacerlo trabajar sin contrato, a lo que en la Argentina se definiría «en negro», viviendo en un sótano húmedo y sin ventanas.
Según la denuncia, cuando el trabajador le reclamó, la respuesta de Navas fue tajante. Según un video aportado a la causa, esta habría sido la respuesta del arquero: «Aquí no trabajamos con las leyes francesas… te pago en efectivo, trabajamos según mis reglas, sin contrato francés«.
Además, el exempleado de Navas aseguró que lo obligaba a estar armado: «La misma arma que utilizaba en su parque por diversión», aseguro otro artículo del diario Español de julio de 2024.
El abogado del denunciante definió la situación como una forma de esclavitud moderna: «Estamos en la frontera del derecho penal con hechos que, por mi parte, pueden considerarse rozando la esclavitud moderna».
Cuando renunció a la Selección de Costa Rica, Navas le ofreció una entrevista a ESPN y habló de la denuncia: «Es una situación complicada, como familia estamos afectados por lo que se ha dicho, en realidad son falsas las acusaciones, lo que puedo decir que mis abogados están trabajando en todo para que esto se aclare, cuando uno tiene la consciencia tranquila, hay que saber esperar y que todo se aclare».
Además, el arquero aseguró que no había sido notificado por los demandantes.
El último problema con la ley de Navas tiene que ver con un desacuerdo con su histórico representante. Ricardo Cabañas, y su empresa, Breathe Football, por la que el tico ya recibió una condena en primera instancia.
El juzgado 34 de 1° instancia de Madrid lo condenó a pagar 250.000 dólares por el último año de contrato incumplido, pero Navas apeló a la sentencia y la demanda sigue su curso.