«Un hijo adoptivo de la casa, que volvió para hacer historia una vez más y cierra un nuevo ciclo con dos títulos. ¡Muchas gracias, Enzo querido!», escribieron para despedir al mendocino de 38 años. Esas palabras acompañan a un video en el que se muestran imágenes de su última etapa, en la que se consagró campeón de la Copa de la Liga y recientemente del Trofeo de Campeones, y también de su recorrido en el club platense hace más de una década, cuando levantó la tan recordada Copa Libertadores 2009.
“Como dije en un principio cuando llegué al club, mi decisión (de renovar) iba a ser sobre el final (del contrato). Hablé con Sebastián (Verón, el presidente de Estudiantes) y Marcos (Angeleri, el director deportivo) y recién lo comuniqué al grupo puertas adentro: no voy a seguir, ha sido mi último partido con esta camiseta”, dijo tras vencer a Vélez en la final disputada el pasado 21 de diciembre en Santiago del Estero. ¿Y ahora?
“Enzo ya demostró que quiere seguir compitiendo”, afirmó en diálogo con Clarín una persona de confianza de su entorno. De esta manera, se descarta que piense en la posibilidad de irse a Deportivo Maipú de Mendoza, el club del que surgió, o que le ponga punto final a su carrera. Por su cabeza solo pasa una cosa: River. En ese contexto, todo está dado para que se dé el regreso a Núñez. Es que, además, Gallardo quiere contar con él.
La jerarquía de Enzo Pérez está fuera de discusión. Lo demostró en el fútbol argentino, en Europa y también con la camiseta de la Selección Argentina. Sin embargo, hay quienes se preguntan si está en condiciones de afrontar la exigencia de River a los 39 años (los cumplirá el 22 de febrero).
A juzgar por lo que hizo durante la última temporada en Estudiantes, la respuesta es afirmativa. Jugó 48 partidos en el año, 43 de ellos como titular y completó los 90 minutos -o fue reemplazado bien sobre el final- en 32 ocasiones. De confirmarse el traspaso, es un gran refuerzo el que se lleva Gallardo para su once titular. O, al menos, una importante pieza de recambio.