Cuando jugó a fines de 2020, y con apenas 11 años, el PNC Championship por primera vez, Charlie Woods llamó la atención con su habilidad para pegarle a la pelotita, heredara, no hay dudas, de su papá Tiger, uno de los mejores golfistas de la historia. Desde entonces, cada vez que pisa un campo de golf, asombra con su carisma y con su habilidad para ese deporte, que empezó a jugar desde muy pequeño. Y en la edición 2024 de ese mismo torneo, un evento no oficial en el que los jugadores profesionales compiten en parejas con sus hijos, padres o algún otro familiar, lo hizo otra vez.
En el arranque de la segunda ronda del certamen, Charlie -que hoy tiene 15 años- consiguió el primer «ace» de su vida. En el cuarto hoyo, de par 3, embocó la pelotita directo desde el tee con un solo impacto y el festejo fue muy particular.
Primero, porque el pequeño Woods -que igual ta están casi tan alto como su padre- no estaba seguro de haber conseguido un hoyo en uno y pareció buscar con la vista confirmación de quienes lo rodeaban. Y segundo, porque Tiger no llegó a ver lo que había ocurrido.
Según los periodistas que estaban a cargo de la transmisión, el ganador de 15 Majors se había tomado un ratito de descanso y no estaba junto a Charlie. Pero cuando volvió al lugar y se enteró, no pudo ocultar la felicidad. Se acercó a su hijo con una enrome sonrisa y le dio un gran abrazo y un empujón fraternal.
«Era un hierro siete perfecto, así que simplemente le pegué. Solo 175 (yardas), un poco más abajo a la izquierda. Fue increíble. No pensé que había entrado. No le creí a nadie hasta que fui hasta el hoyo y lo vi«, le dijo Charlie al sitio Golf Channel.
Ese ace le permitió al equipo Woods llegar a un acumulado de 17 goles bajo par -había comenzado el domingo como puntero con -13- y volver a posicionarse momentáneamente como único líder.
Tiger, de 48 años, también hizo de las suyas en el campo del Ritz Carlton Golf Club de Orlando. En el primer hoyo de la ronda final, el ex número uno del mundo recuperó una pelota que había quedado muy cerca de los árboles, al borde de uno de los senderos de cemento, y la mandó sin problemas al green. Y terminó consiguiendo un inesperado birdie.
El de Charlie no fue el único hoyo en uno del día. Un rato más tarde, y mientras todo el público todavía hablaba del logro del joven Woods, Paddy Harrington -hijo de Pádraig, ganador de tres Majors- consiguió un ace en el hoyo 8 de par 3.
Tras esa hazaña de Charlie, los Woods completaron un gran recorrido y finalizaron la ronda con 57 golpes (-15). Hicieron par en solo cuatro hoyos y sumaron además trece birdies, para terminar con un acumulado en las dos rondas de 28 golpes bajo el par, la misma tarjeta dl equipo Langer, Bernhard y su hijo Jason.
Fue la dupla alemana la que terminó celebrando, tras imponerse por un golpe de ventaja en el primer hoyo del desempate y repetir el festejo del año pasado. Y Bernhard, campeón del Masters de Augusta en 1985 y 1993, se convirtió a los 67 años en el máximo ganador del certamen, al llegar a seis victorias (las primeras dos, con Stefan, su otro hijo).
Los Woods, en tanto, se quedaron con las ganas de ganar por primera vez el certamen, en el que ya habían terminado segundos en la edición 2021 que ganaron John Daly y su hijo, del mismo nombre.
«Fue increíble. Ninguno cometió ningún error hoy. Nunca me había divertido tanto en un torneo de golf. Y encima, hice un hoyo en uno. No hay forma de mejorar eso«, contó Charlie tras el desenlace.
«Fue uno de los mejores momentos que compartimos. Hace poco hizo su primer águila y ahora un hoyo en uno. Estoy feliz por él y por lo mucho que disfrutamos como familia», afirmó Tiger, en su rol de papá orgulloso.
