La lluvia y el viento arremeten en Parque Patricios, pero ningún hincha se va. Todos gritan por Huracán, que sopla fuerte sobre el césped del Ducó. Venía dulce por la clasificación a las semifinales de la Copa Argentina, pero arrastraba dos derrotas consecutivas en la Liga. Con una goleada, nada menos, retomó el camino de la victoria para no perder la pisada de Vélez, que este lunes por la noche enfrentará a Estudiantes en Liniers.
Lanús apostó a una mayoría de suplentes. Pensó más en la revancha ante Independiente Medellín, por la Copa Sudamericana, que en el duelo de este domingo. Hubo una clara diferencia de jerarquía, más allá de los errores no forzados que cometió el conjunto granate.
Huracán encontró rápido el gol. Fue a partir de una gran jugada colectiva que arrancó con Eric Ramírez por la derecha y tuvo la participación necesaria de Guillermo Benítez por la izquierda. Después, una gran pared entre William Alarcón y Walter Mazzantti –taco incluido- y la asistencia del chileno para la llegada de Alan Soñora, que resolvió de zurda ante Alan Aguerre.
Con menos tenencia, pero bien directo, Huracán fue más peligroso que Lanús. Y casi marca el segundo sobre el cuarto de hora, a raíz de un tiro de esquina que anticipó Luis Carrizo y tuvo dos notables intervenciones de Aguerre. Primero, para anticipar con un puñetazo el cabezazo de Mazzantti; enseguida, para reincorporarse en el rebote y bloquear el tiro de Ramírez con ayuda del palo.
Profundo por afuera, dinámico por dentro, Huracán tuvo más categoría. Lanús trasladó demasiado la pelota o buscó largo a Leandro Díaz. En este contexto, casi no pudo inquietar a Hernán Galíndez, con la excepción de algún balón detenido propio del laboratorio del Ruso Zielinski.
Hubo otra muy clara de Huracán que no terminó en un golazo porque después de otra pared, esta vez entre Soñora y Hernán De la Fuente, el lateral definió tres dedos, pero muy desviado.
Frank Kudelka hizo un cambio obligado en el arranque del segundo tiempo, pero denunció sus intenciones. Federico Fattori ingresó por Soñora, lesionado. Reemplazó un volante creativo con otro de contención. Zielinski, en tanto, se la jugó con Ramiro Carrera, más agresivo que Gonzalo Pérez.
Y Lanús salió envalentonado. Leandro Díaz tuvo el empate, pero definió alto por encima de la cabeza de Galíndez. Sin embargo, bastó que Huracán llegara al área para liquidar el partido. Carlos Izquierdoz rechazó un pelotazo del arquero local, Rodrigo Echeverría anticipó, Ramírez asistió y cuando Octavio Ontivero cerró hacia adentro, anticipó el chileno y de carambola venció a Aguerre.
Enseguida, una mala entrega de Favio Alvarez le permitió a Ramírez quedar cara a cara con Aguerre, desparramar al arquero y resolver con el arco libre.
La goleada podría haber sido más holgada, pero Aguerre le tapó dos remates bárbaros a Mazzantti. De cualquier modo, no hubiera cambiado el concepto. Huracán ganó con sobradas muestras de autoridad.