El Abierto de Australia 2025 se cerró este domingo con la «final perfecta» que enfrentó al número uno y al número dos del mundo en el Rod Laver Arena del Melbourne Park. Y tuvo también su campeón perfecto. Es que Jannik Sinner, vencedor en 2024, se adueño de su tercer título de Grand Slam ante un impotente Alexander Zverev, que nada pudo hacer para incomodar al mejor tenista de la actualidad, que necesitó apenas dos horas y 42 minutos para sellar una victoria clara por 6-3, 7-6 (7-4) y 6-3.
Sinner, que llegó a los tres títulos de Grand Slam con apenas 23 años, se convirtió en el primer italiano, tanto en hombres como en mujeres, en recolectar tres majors al superar los dos de su compatriota Nicola Pietrangeli.
La gran final del ‘slam’ oceánico coincidió en la edición de 2025 con el día nacional de Australia. Los barrios vecinos a Melbourne Park, Richmond y South Yarra, especialmente, presentaban una gran afluencia de gente con actitud festiva que se dirigía a los pubs más emblemáticos para disfrutar de la que sería la última batalla en el cuadro masculino.
La previa al choque entre el italiano y el alemán fue una emocionante final del dobles femenino, que se decidió en el tercer set y supuso la décima conquista en un major para la checa Katerina Siniakova, que formó pareja esta vez con la estadounidense Taylor Townsend.
Las banderas italianas abundaban entre los aficionados que accedieron a Melbourne Park a dos horas del arranque del choque para disfrutar de una agradable tarde estival. La presencia de seguidores alemanes fue anecdótica y fue complicado avistar alguna bandera germana entre el público.
La ceremonia inaugural a la final masculina tuvo como plato principal, a parte de la interpretación del himno nacional, la actuación de un fragmento del musical ‘La bella y la bestia’, que actualmente está como uno de los platos principales de la cartelera teatral de la ciudad. Minutos después, los actores principales de la tarde saltaron a un Rod Laver Arena que presentó aforo completo, como suele acostumbrar en este tipo de ocasiones.
El guión no sorprendió en el inicio a ningún amante del tenis, considerando el gran nivel desplegado por ambos en las rondas previas a la final, y la paridad reinó en los primeros compases hasta el 4-3 favorable a Sinner. En este momento, la presión del transalpino hacía retroceder a su rival y tuvo recompensa con un agresivo tenis a escasos centímetros de la línea de fondo, para apuntarse una rotura que significaría el primer set (6-3).
El vigente campeón no se arrugó y consiguió intimidar desde el resto a un Zverev que cerró el primer parcial con un 81% de primeros servicios en juego. Sin embargo, el alemán, más errático que de costumbre tanto por el riesgo impropio que asumió como por los nervios, cometió 12 errores no forzados en el primer parcial, que contrastaron con los siete de Sinner.
Zverev, que llegó fresco a la cita después de disputar sólo un set en las semifinales por el abandono del serbio Novak Djokovic, se mantuvo a flote en el marcador a pesar de que estaba siendo desbordado por el altísimo ritmo de Sinner implacable. Se decidió el segundo parcial en el tie break. Con 4-4 en la muerte súbita, el número uno ejecutó una derecha que golpeó en la red y cayó muerta en el lado de un Zverev que no pudo evitar el doble bote. Se apuntó un segundo set por 7-6 (7-4) que acabaría siendo definitivo.
El de Hamburgo, cabizbajo, golpeó duramente la raqueta contra el suelo tras el final del set, frustrado por ver como su tercera oportunidad por alcanzar un Grand Slam se desvanecía como consecuencia de la solvencia de un Sinner que cerró el partido tras apuntarse también el tercer capítulo por 6-3.
El italiano, inmaculado y sin perder nunca su servicio, cerró el choque con 32 tiros ganadores y apenas 27 errores no forzados, mientras que el alemán acumuló 25 winners y 45 fallos no forzados, que fueron uno de los grandes motivos de su tropiezo.
Sinner enhebró su segundo título consecutivo en Melbourne Park. En la edición pasada, remontó en la final dos sets de desventaja frente al ruso Daniil Medvedev para hacerse con el que sería su primer título de Grand Slam. Su segunda gran corona llegó en el Abierto de los Estados Unidos, celebrado en septiembre de 2024.
Después de cerrar un meritorio tres de tres en finales de Grand Slam ganadas, Sinner se confirmó como el octavo tenista en conseguir dicha gesta. Se unió a una lista conformada por Jimmy Connors, Bjorn Borg, Stefan Edberg, Gustavo Kuerten, Roger Federer, Stan Wawrinka y Carlos Alcaraz. Igualó, además, a Djokovic, Ivan Lendl y John McEnroe, como únicos tenistas capaces de lograr tres coronas consecutivas sobre pista dura. Estos ocupan la segunda posición de una clasificación liderada por Roger Federer, que cosechó cinco coronas ‘major’ seguidas sobre esta superficie.
Además, ganó 47 de sus primeros 50 partidos desde que es número 1, por lo que igualó esa marca de Borg y Connors. Y es es el primer tenista en defender con éxito el primer Grand Slam de su carrera desde Nadal en Roland Garros de 2005 y 2006.
Por su parte, Zverev es el séptimo tenista en perder las primeras tres finales en un major. Se sumó a Ivan Lendl, Andre Agassi, Goran Ivanisevic, Andy Murray, Dominic Thiem y Casper Ruud. Sólo el noruego -y el alemán, claro- no se sacaron la espina. A pesar de la derrota, el jugador de Hamburgo continúa liderando el cara a cara contra Sinner, ahora por 4-3.
Tras esta dura derrota, Sasha cuenta con un balance de 13 derrotas y tan sólo una victoria frente a rivales situados en las primeras cinco posiciones del ranking mundial de la ATP.