Si Jannik Sinner hace todo lo posible para que su caso de doping quede definitivamente en el pasado, Nick Kyrgios busca todo lo contrario. El australiano, habituado a involucrarse en polémicas, se rehúsa a aceptar que la ATP le permita al italiano seguir jugando pese a haber dado positivo y este sábado volvió a la carga con un mensaje en Instagram
Fue un comentario a una publicación de Cruz Hewitt, hijo del recordado Lleyton Hewitt, el campeón del US Open 2001 y Wimbledon 2002. El joven de 16 años, quien se está preparando para su debut en la qualy del Abierto de Australia, aprovechó la oportunidad para sacarse una foto con el actual número uno del mundo, con quien estuvo entrenándose. Al ver la imagen, Kyrgios apuntó y disparó.
«Te amo, Cruz, pero esto es salvaje. Pensé que éramos amigos», comenzó Nick, quien esta semana volvió al circuito en el ATP 250 de Brisbane tras un año y medio afuera de las canchas. Perdió en la primera ronda ante Giovanni Mpetshi Perricard y, además, disputó el cuadro de dobles junto a Novak Djokovic, otro de los que se mostró en desacuerdo con todo lo que sucedió alrededor del doping de Sinner.
Claramente enemistado con el número uno, agregó un nuevo mensaje, aún más fuerte. «Posteo contaminado», escribió y complementó con un emoji de una jeringa, clara referencia al caso de doping, ya que la defensa del italiano argumentó que hubo una contaminación.
La contaminación y el doping de Jannik Sinner
Todo comenzó en el Masters 1000 de Indian Wells, en el que Sinner dio positivo en un control antidoping y, como consecuencia, perdió los puntos y el premio del torneo. Tras una larga investigación de la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA), fue declarado inocente, ocasionando miles de criticas en el mundo de la raqueta.
¿Qué había pasado? El propio Jannik acusó a su fisioterapeuta de comprar un producto que contenía clostebol, un esteroide anabólico usado para mejorar el rendimiento. El profesional médico se habría curado una herida en su dedo con este medicamento y, poco tiempo después, estuvo en contacto con el tenista, aplicándole masajes. Su caso no fue el único y Kyrgios también alzó su voz cuando hubo uno similar.
Iga Swiatek, una de las mejores tenistas del circuito WTA, también dio positivo. Ante este hecho, el australiano dijo que «nuestro deporte está acabado«. Tiempo después, y trayendo a colación lo que se dice de su personalidad, desarrolló: «Yo puedo perder los nervios y tirar la raqueta, pero eso no tiene nada que ver con hacer trampas y tomar drogas para mejorar el rendimiento«.