En la temporada en la que se consagró por cuarta vez consecutiva como campeón de la Fórmula 1, Max Verstappen fue multado por emplear lenguaje grosero al utilizar la palabra «mierda» para referirse al funcionamiento de su Red Bull en la conferencia de prensa previa al GP de Singapur. Entonces, amenazó con un retiro anticipado de la categoría en la que es el rey: «Este tipo de cosas definitivamente también deciden mi futuro, cuando no puedes ser tú mismo o tienes que lidiar con estas cosas tan ridículas. Si tienes que lidiar con todo este tipo de tonterías, para mí esa no es una forma de continuar en el deporte, eso seguro». Cuatro meses después, y a siete semanas del comienzo de un nuevo Mundial, Mohammed Ben Sulayem, el presidente de la FIA, dio un paso más en su guerra contra los pilotos al actualizar el Código Deportivo e implementar sanciones más estrictas por mala conducta (insultar, comportarse de modo grosero o agredir, etc) que pueden escalar hasta la quita de puntos en el campeonato y prohibiciones de carrera.
Las modificaciones publicadas el miércoles se hicieron, sin consulta previa, en el artículo 12 del código, donde el organismo rector define como infracción como «el uso general de lenguaje (escrito o verbal), gesto y/o señal que sea ofensivo, insultante, grosero, rudo o abusivo y que razonablemente pueda esperarse o ser percibido como grosero o rudo o causar ofensa, humillación o ser inapropiado», además de «agresión (codazos, patadas, golpes, puñetazos, etc)» e «incitación a hacer cualquiera de los anteriores». También aplica a «cualquier palabra, acto o escrito que haya causado daño moral o pérdida a la FIA, sus órganos, sus miembros o sus oficiales ejecutivos».
Al ser un texto ambiguo, esa interpretación, justamente, es la que más preocupa a los pilotos, que en noviembre pasado ya le habían escrito una carta a la FIA, de la que no obtuvieron respuesta. Nucleados bajo la Asociación de Pilotos de Gran Premio (GPDA), le habían pedido al organismo que los tratara como «adultos», señalando que consideraba que las multas «no eran apropiadas» para el automovilismo. Incluso, su director, George Russell -líder del equipo Mercedes en la próxima temporada tras la salida de Lewis Hamilton a Ferrari- opinó hace dos meses que tanto él como sus colegas estaban «un poco hartos» del liderazgo de la FIA. Ahora, se mantuvieron en silencio.
En cuanto a las multas, las habrá económicas y deportivas y en ambos casos tendrán una secuencia creciente de castigos para aquellos encontrados culpables: desde los 10 mil euros en el caso de una primera infracción, 20 mil en una reincidencia y 30 mil en una tercera y hasta suspensiones de un mes. Como si fuera poco, los pilotos de F1 y de campeonatos de nivel superior como Rally Mundial (WRC), Resistencia (WEC) y Fórmula E tendrán multas multiplicadas por cuatro al monto estándar, es decir, irán de los 40 mil a los 120 mil. Además, como las sanciones se aplican a todo aquel titular de licencia FIA, podrán caberles también a los directores de equipo de F1.
Al ser cambios considerados como un intento de silenciar a los pilotos y mostrar la fuerza del presidente de la FIA levantaron críticas, obviamente. La BBC Sport pudo recopilar algunas voces en off, con excepción de la GPDA que dijo que «no tenía comentarios sobre este asunto por el momento». Una fuente cercana a un piloto destacado le afirmó al medio británico que la medida era «ridícula» y resaltó que el expiloto de rally emiratí que está al frente del organismo desde 2021 «actúa como un dictador». De hecho, múltiples fuentes aseguraron que son muchas las personas que estaban en contra de la medida. Incluso, una indicó que había sido aprobada «voto electrónico rápido y sin consulta con otros interesados, la GPDA o la propia comisión de pilotos de la FIA» y otra cuestionó no haberlo hecho en la próxima reunión del Consejo Mundial (WMSC).
Un portavoz de la FIA habló al respecto con la BBC, aunque no respondió a preguntas sobre el método de aprobación. «El objetivo de este nuevo apéndice es proporcionar orientación clara a los comisarios sobre las sanciones por violaciones de artículos específicos del código deportivo internacional. Al establecer un marco más estructurado, la FIA busca garantizar que las sanciones se apliquen de manera uniforme y transparente, beneficiando tanto a los comisarios como a los pilotos. Los comisarios conservan la discreción para tener en cuenta cualquier circunstancia atenuante y/o agravante, así como la naturaleza y ubicación del evento, para ajustar la sanción a la situación específica», argumentó. El año pasado, los comisarios no tenían la facultad de imponer una prohibición de carrera a un piloto. Con esta nueva normativa, podrán.
¿La FIA llevó a un extremo algo que siempre ha existido en el automovilismo? ¿Se está haciendo un problema más grande del que realmente existía? ¿Se va a sancionar más un insulto que una maniobra peligrosa en la pista? ¿O, simplemente, es una respuesta agresiva de Sulayem en un año electoral a aquella carta en la que los pilotos pidieron no ser tratados como niños? Quizás, alguien se anime a hablar de ellos en el Media Day del 13 de marzo, antes de que se ponga en marcha el primer GP de la temporada en Australia.