El torneo Apertura de la Liga Profesional recién comienza, pero las derrotas de Lanús en las primeras dos fechas hicieron impacientar a sus hinchas. Por eso, la victoria 2-0 ante Sarmiento tiene un significado especial: le da tranquilidad a esos simpatizantes ansiosos, por consiguiente a los propios jugadores y también a Mauricio Pellegrino, su nuevo entrenador.
El Granate tuvo la eficacia que le faltó ante Riestra y Rosario Central. Así, a los 22 minutos del primer tiempo ya ganaba 2-0. Los goles: Marcelino Moreno (5’) y Eduardo Salvio (22’), dos jugadores de esos que destacan con toques de calidad, pero que después entran en desconexiones. El ‘10’ definió de arremetida para el 1-0 y luego asistió a Toto para el 2-0, suficiente para convertirse en la figura de la cancha. En las tribunas de La Fortaleza hubo gritos de desahogo.
Sarmiento no tuvo más que algunas aproximaciones al arco rival y tampoco logró defenderse con eficacia. Por eso, Javier Sanguinetti hizo tres cambios en el entretiempo. Mejoró con esas modificaciones el Verde de Junín, necesitado de puntos para la permanencia. Adoptó una postura más ofensiva y generó peligro, pero aún así nunca estuvo en discusión la victoria de Lanús, que resistió con las buenas atajadas de Nahuel Losada y quiere empezar a tomar vuelo de la mano de Pellegrino. La nota negativa fue la lesión de Lautaro Acosta, que duró apenas tres minutos en cancha y salió llorando.
