Ángel Di María y Nicolás Otamendi, dos emblemas de la Selección de Lionel Scaloni, siguen con la onda verde y no se cansan de dar vueltas olímpicas. Este sábado, Fideo y Ota se consagraron campeones de la Copa de la Liga de Portugal con Benfica y les sumaron una estrella más a sus exitosísimas carreras para afianzarse en el olimpo de los futbolistas argentinos más exitosos de todos los tiempos. La alegría llegó después de que su equipo le ganara por 7-6 en la tanda de penales a Sporting de Lisboa al cabo de un pálido 1-1 en los 90 minutos del duelo disputado en el estadio Municipal de Leiria. Los dos jugaron todo el encuentro y, para completar el combo, acertaron sus dos remates en la definición que tuvo como héroe al arquero ucraniano Anatoli Trubin.
Con esta consagración en el tercer torneo en importancia en tierras lusas -por detrás de la liga y de la Copa-, Di María consiguió su 36° título como profesional y quedó como cómodo escolta de Lionel Messi, quien con 45 vueltas olímpicas no sólo es el argentino más exitoso de la historia, sino también el futbolista más ganador de todos los tiempos.
El rosarino, que ya se retiró como internacional -¿serán ciertos los rumores que aseguran que sus compañeros de la Scaloneta lo quieren convencer para que vuelva?-, es una especie de talismán. Con esta Copa de la Liga de Portugal llegó a los cinco trofeos con Benfica.
A ellos hay que sumarle los 19 que acopió con durante su provechoso paso por Paris Saint-Germain, los seis que acumuló con Real Madrid y los otros seis que consiguió con la Selección (cuatro con la Mayor, uno con la Sub-20 y otro con la Sub-23 en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008). No se le computa la Supercopa de Francia 2017/2018, dado que no fue convocado más allá de que por entonces integraba el plantel del PSG. Claro, podrían ser 37. Un animal.
No se queda atrás Otamendi, quien fue el encargado de alzar el trofeo y llegó a las 26 consagraciones. Además de Messi y Di María, al zaguero lo superan Luis González (31), Carlos Tevez (30) y Franco Armani (27) y acaba de superar la línea de Javier Mascherano, Esteban Cambiasso y Alfredo Di Stéfano, que acopiaron 25. Es el defensor argentino con más títulos de la historia. Impresionante.
¿El desglose de la vitrina de Ota? Tiene nueve con Porto, otros nueve con Manchester City, cuatro con la Selección Argentina -el póker dorado de la Scaloneta-, tres con Benfica y uno con Vélez. Ojo, este sábado hubo otros dos argentinos que festejaron en Leira: son Benjamín Rollheiser -¿está en la mira de Boca?’- y Gianluca Prestianni, que este sábado ni siquiera ocuparon un lugar en el banco de suplentes que armó el DT Bruno Lage.
¿El partido? Fue más aburrido. Abrió el marcador el noruego Andreas Schjjelderup con una muy buena maniobra individual tras pase de Di María a los 29 minutos del primer tiempo y lo igualó el infalible sueco Viktor Gyökeres, de penal, antes del descanso. Luego no se sacaron diferencias. Acertaron sus remates todos los ejecutantes, incluidos Di María -pateó el primero- y Otamendi -ejecutó el tercero-, hasta que el enorme Trubin, de 1,99 metro, contuvo el débil zurdazo cruzado del ex Barcelona Francisco Trincao.