Marcelo Gallardo y Jorge Brito son los hacedores del gran mercado de pases de River en el inicio de este 2025. Pero detrás del técnico y del presidente del club, hubo también otra persona que cumplió un rol clave. Se trata de Mariano Barnao, quien hoy es mucho más que un asistente y secretario personal del Muñeco. Es una especie de CEO de las negociaciones se podría decir.
“Mariano Barnao, que es parte del cuerpo técnico del equipo de Gallardo, estuvo trabajando con nosotros codo a codo y liderando la mayoría de las negociaciones”, reconoció el presidente de River sobre la labor de Barnao, hombre de extrema confianza de Gallardo, en este mercado de pases.
Barnao tiene 45 años y llegó a River en 2015 luego de que, a través de consultoras, se hiciera una búsqueda laboral para el puesto de gerente de fútbol. El se postuló y fue teniendo diferentes entrevistas hasta tener una final con Rodolfo D’Onofrio. Finalmente, fue el elegido de una terna.
En su currículum Barnao cuenta con un título de Licenciatura en Administración de Empresas en la Universidad del Sur de Virginia, un Postgrado en Gestión, Administración y Derecho del Deporte en Uruguay y un Máster en Derecho y Economía del Deporte en la Universidad de Limoges, en Francia. Es que luego de completar la educación básica en Argentina y de un paso por las Inferiores de Deportivo Armenio, Barnao dejó Ramos Mejía, donde se crió, y emigró a Estados Unidos para formarse en el área de gestión empresarial y allí jugó al fútbol para equipos universitarios.
Laboralmente, en tanto, se inició en las áreas de marketing, programación, desarrollo de negocios y adquisiciones de GolTV, el primer canal bilingüe de fútbol norteamericano. En la empresa, que operaba desde Florida, continuó como actor clave en el desarrollo de negocios y luego ocupó el cargo de Director de Programación. Se mantuvo allí hasta 2015 cuando llegó a River.
Al desembarcar en Núñez, Gallardo no lo conocía. Pero rápidamente Barnao lo cautivó con sus cualidades laborales. Por ejemplo, en la negociación por la prolongación de algunos contratos de jugadores que estaban prontos a vencerse. Y toma un rol mucho más importante cuando pasa de gerente de fútbol a la estructura del cuerpo técnico. Es decir, a quedar bajo el ala del Muñeco. Y ahí toma un status de “director deportivo”. Sin cargo formal pero sí metido siempre en el plan fútbol. Y por su capacidad de trabajo, su bajo perfil y su estilo muy detallista, se ganó la confianza del laureado entrenador, que luego lo llevó con él al All-Ittihad, donde se convirtió en una especie de mano derecha.
Antes de la aventura árabe, le ofrecieron llevar el modelo River al Barcelona de Ecuador en el cargo de director deportivo, pero el club ecuatoriano tuvo problemas institucionales por los cuales el proyecto no pudo concretarse.
Al poco tiempo, Barnao se embarcó con Gallardo y su cuerpo técnico rumbo a Arabia Saudita y lo siguió en su regreso a River para formar parte del segundo ciclo del Muñeco en la institución de Núñez y tomar un rol importante en el mercado de pases para la llegada de refuerzos estelares al club.