Con la presencia de Keylor Navas, su refuerzo estrella, observando desde un costado, Newell’s pisó en falso en el debut del Torneo Apertura. En Rosario, cayó por 1 a 0 ante Independiente Rivadavia porque no aprovechó las jugadas que generó y porque se cruzó con las seguras manos de Ezequiel Centurión.
Navas arribó al país acompañado de su familia y se hizo presente en la noche del Coloso para ver desde un palco a su nuevo equipo. Se trata sin dudas de uno de los pases más rutilantes de los últimos tiempos su llegada a la Lepra, que le ganó la pulseada económica a San Lorenzo y se quedó con el arquero costarricense que se sumará en breve al plantel.
Ante la mirada de Keylor, el que se lució fue el arquero de Independiente Rivadavia. Tuvo atajadas fundamentales a puro reflejo y hasta le tapó un penal sin dar rebote a Ever Banega. Ezequiel Centurión fue la figura porque le sacó un disparo potente a Alejo Tabares en el primer tiempo. También porque en el complemento, ya con su equipo arriba en el marcador, le impidió el empate a Panchito González a quemarropa. Y porque tampoco Banega lo pudo vulnerar desde los 12 pasos.
Si bien había empezado con una propuesta ofensiva el dueño de casa, pisando con determinación terreno ajeno, El que pegó fue la visita. Los de Mariano Soso se fueron quedando y el cuadro mendocino creció. Vio luz y se mandó. Y de un centro de su lateral izquierdo, Luciano Gómez llegó el cabezazo de su lateral derecho, Mauro Peinipil, y el gol.
Pero se le complicó aguantarlo en el segundo tiempo a Independiente Rivadavia. El local fue a buscar la igualdad por todos lados y se topó con Centurión y hasta con dos palos en una misma jugada, primero con un remate de Juan Manuel García y después con uno de Gonzalo Maroni. No hubo caso, la victoria fue de la Lepra cuyana y los silbidos fueron para la Lepra rosarina.