Argentina por momentos parece una ficción de Netflix. Y la mañana de Navidad regaló un capítulo que parece sacado de alguna serie, por ahora cómica, con dos diplomáticos rusos que circulaban por las calles de Retiro, en la Ciudad de Buenos Aires, y se atrincheraron durante varias horas en sus autos para evitar someterse a un test de alcoholemia en un control de tránsito. En el medio del bochorno, una camiseta de Nueva Chicago.
La situación parece bizarra pero puede escalar a un conflicto de mayores dimensiones, situación que deberá ser evaluada por ambas naciones. En el mientras tanto, la nota de color la dio un runner de nacionalidad rusa que justo se encontraba entrenando por la zona y detuvo su marcha para tratar de colaborar comunicándose con uno de los conductores del vehículo. El detalle de esta escena es que el muchacho lucía los colores verdinegros del Torito.
Todo esto fue transmitido en vivo gracias a las cámaras de TV que se encontraban dispuestas sobre la Avenida del Libertador cubriendo una de las típicas notas en tiempo de fiestas y celebraciones, para concientizar el peligro de conducir bajo los efectos del alcohol.
«La camiseta de Nueva Chicago es para mi amigo que es hincha de Nueva Chicago, visitarme, de Rusia, un hincha de Nueva Chicago, y yo Mataderos», trató de describir con un rudimentario castellano el muchacho, quien se hacía entender también en inglés.
«Me dijeron que yo no soy ruso, que im a traitor (soy un traidor)», comentó luego entre indignado y resignado por la actitud de sus compatriotas.
Un ruso con la camiseta de Nueva Chicago envuelto en un escándalo diplomático en la mañana de Navidad ya suena demasiado inverosímil, salvo que se viva en Argentina. Es por eso que «Nueva Chicago» no tardó en convertirse en tendencia para las redes sociales. Y desde Mataderos tomaron nota.
«¡Qué aburrido ser hincha de un club normal!», escribieron con orgullo y humor. Y agregaron: «Yo soy de Chicago y me gusta el vodka».
De esta manera, Nueva Chicago cierra con una pequeña sonrisa un año en el que pasó de la sorpresa a la ilusión, y en el que quedó a un par de pasos de concretar el ascenso para regresar a Primera División. En la temporada regular fue líder de la Zona B, que le abría la chance de jugar una final, pero terminó cayendo en los últimos segundos en una definición dramática que benefició a Aldosivi de Mar del Plata. Unas semanas más tarde, ya en el Reducido, cayó en semifinales frente a San Martín de San Juan, en una serie muy disputada.
El consuelo para Chicago fue que tanto Aldosivi como los sanjuaninos terminaron subiendo a la A, y el año próximo tratará de volver a buscar la elite del fútbol argentino, de donde descendió en julio de 2020.