24.1 C
San Juan
InicioDeportesUn modesto club de básquetbol se quedó con la mitad del Gordo...

Un modesto club de básquetbol se quedó con la mitad del Gordo de Navidad en España y recibió un premio millonario

La mitad del Gordo de Navidad, el número 72.480, fue a parar al modesto club de básquetbol madrileño Distrito Olímpico, que compró los décimos en la agencia de Logroño en la que ha caído íntegramente el primer premio de la Lotería española, mientras que el resto vendió en ventanilla, tal y como señaló a EFE el propietario del local Ángel Alda.


De haberse vendido todos esos décimos apuntados por el propietario de la administración, el club habrían repartido alrededor de 380 millones de euros (unos 396,35 millones de dólares).

El club madrileño cuenta con equipos masculinos y femeninos en categorías de formación y Tercera FEB, la cuarta división del básquetbol español. Habitualmente compra la lotería de Navidad en esta agencia, aunque no está abonado al número premiado en el sorteo extraordinario.

En la agencia, la familia y los amigos están celebrando la noticia con camisetas blancas que llevan impreso «Primer premio» y brindando con vino de la tierra.

No es la primera que esta agencia, una de las más longevas de Logroño, reparte un premio, ya que hace dos años fue vendido allí el primer premio del Niño.

El caso de Racing de Córdoba y el Prode

El Prode (Pronósticos Deportivos) era un juego de azar que fue inaugurado el 27 de febrero de 1972 con Francisco Paco Manrique, ministro de Bienestar Social del gobierno de facto de Agustín Lanusse, como ideólogo. Para ganar había que acertar 13 resultados del fin de semana dividido, generalmente, entre partidos de Primera División y del Ascenso. Casi todos conocen la historia de Mercedes Ramón Negrete, el primer ganador, que se llevó un pozo por el equivalente a 30 millones de dólares y terminó perdiendo gran parte de su fortuna luego de una seguidilla de malas inversiones y de un divorcio que lo llevó a protagonizar un litigio interminable.

El segundo ganador de Prode más famoso es aquel equipo de Racing de Córdoba que lideraba Roberto Pato Gasparini. Motivados por el pozo vacante que alcanzaba el 1,7 millón de dólares -del mercado paralelo, el blue de los 80-, el plantel dirigido por Pedro Marchetta jugó una tarjeta, que incluyó dobles y triples -al tener más chances subía el valor de la apuesta- y, obviamente, la cruz en el triunfo de la Academia de Nueva Italia, que casualmente le había tocado jugar el último partido de la fecha ante el entonces poderoso Ferro Carril Oeste de Carlos Timoteo Griguol.

En plena concentración, a la espera del inicio del partido, el Pato no bajó a merendar porque sufría como loco con aquella apuesta en la que ya sumaban 11 aciertos. Habían colocado empate entre Atlanta y River. Faltaban pocos minutos y River perdía. «Lo grité como si fuera mío porque eso nos daba la posibilidad de llegar a los doce puntos. Bajé las escaleras del hotel como loco y nos abrazamos con algunos compañeros», recordaba Gasparini en una nota con Clarín.

Y seguía : «La charla técnica del Negro Marchetta fue simple. Hoy tenemos que ganar, como salimos siempre. Pero no nos olvidemos del Prode y de los doce puntos», arengó el Negro. Pero el nerviosismo pudo más. Racing no jugaba nada bien en aquella noche. Hasta que apareció el Pato Gasparini, que mostró su magia para dibujar un golazo que incluyó un sombrerito. Sin embargo, llegó el gol de Ferro gracias a una aparición de Héctor Cúper y el equipo sintió el golpe.

El empate no alcanzaba. Hasta que el Pato volvió a frotar la lámpara a cinco minutos del final del partido. Tiro libre para Racing sobre la medialuna. La barrera del equipo de Caballito parecía impasable, pero Gasparini vio una hendija y le pegó al palo del arquero. Golazo. Otro golazo. Y nadie entendía nada. Hubo saltos, gritos, abrazos y más festejos impropios de un partido en el que solo se jugaban, como en aquella época, dos puntos. Los hinchas que habían poblado las tribunas del estadio de Instituto no sabían de qué se trataba tanta emoción.

Marchetta no quería que nadie se enterara. Repetía una y otra vez: «Fue un triunfo del equipo. Por eso festejábamos». Hasta que Gasparini, en medio de la algarabía del vestuario, le confesó al cronista de Clarín: «Ganamos el Prode y te invitamos a cenar después del partido». El corresponsal no pudo aceptar el convite porque tuvo que volver a las apuradas a la agencia para escribir el comentario del partido. El plantel, mientras tanto, se fue a festejar con una comilona. Hasta brindaron con champaña. Cuando llegó la cuenta, abultada por cierto, la polla se hizo rápidamente y al que le faltaba el mango ni se lo ocurrió rezongar: «Mañana con la plata del Prode te la devuelvo», le decían al que cubría su parte.

Sin embargo, hubo un detalle que los jugadores Racing de Córdoba. Hubo 94 ganadores y, con tantas divisiones, sumadas a las división entre el plantel, varios jugadores tuvieron que poner plata de su bolsillo para devolver lo que gastaron en la cena. Otros pudieron hacer algunos pequeños arreglitos en su casa… Pero no mucho más.

Articulos relacionados
Subscribe
Notify of
guest

0 Comments
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
- Advertisment -

Más leídos