ARLINGTON, Virginia.– Embarcaciones de la policía regresaron al río Potomac el viernes como parte de la recuperación e investigación luego de que un choque en el aire entre un avión de pasajeros y un helicóptero militar matara a 67 personas, el desastre aéreo más mortal de Estados Unidos en casi un cuarto de siglo.
Más de 40 cadáveres han sido recuperados del río al tiempo que continúa el enorme esfuerzo de recuperación, informaron funcionarios policiales a la agencia The Associated Press el viernes. Los funcionarios no estaban autorizados para discutir detalles de la investigación y hablaron bajo condición de anonimato.
Bajo cielos nublados el viernes por la mañana, se esperaba lluvia durante todo el día. Los aviones continuaron despegando y aterrizando en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, con las operaciones del aeropuerto volviendo gradualmente a la normalidad después de una serie de vuelos cancelados y retrasados tras el accidente.
La Administración Federal de la Aviación (FAA, sigla en inglés) prohibió a los helicópteros el espacio aéreo en el aeropuerto Ronald Reagan de Washington por tiempo indeterminado, según informó The New York Times.
Las dos cajas negras del Bombardier fueron encontradas anoche en las aguas heladas del río Potomac, y los investigadores buscan comprender las causas de un accidente que, según dijo el presidente Donald Trump sin presentar evidencia, está relacionado con los programas que promueven la diversidad dentro de la función pública estadounidense.
Las autoridades todavía buscan la grabadora de caja negra del helicóptero, indicó el viernes el Secretario de Defensa Pete Hegseth en el canal Fox News.
Las cajas negras del avión están siendo analizadas por la Agencia Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), que dijo que “en 30 días” aproximadamente se publicaría un informe preliminar sobre las causas del desastre. Las investigaciones de accidentes aéreos pueden tomar meses, y los investigadores federales dijeron a los reporteros el jueves que no especularán sobre la causa.
Trump, sin embargo, apuntó el viernes contra el helicóptero militar y dijo que volaba demasiado alto en el momento del siniestro. “El helicóptero Blackhawk volaba demasiado alto, por mucho. Estaba muy por encima del límite de 200 pies (60 metros). Eso no es demasiado complicado de entender, ¿verdad?”, escribió Trump en una publicación en Truth Social.
Un alto funcionario de aviación del Ejército afirmó que la tripulación del helicóptero era “muy experimentada” y familiarizada con el vuelo congestionado que ocurre diariamente alrededor de la ciudad. “Ambos pilotos habían volado esta ruta específica antes, de noche. Esto no era algo nuevo para ninguno de ellos”, sostuvo Jonathan Koziol, jefe de personal de aviación del Ejército.
La altitud máxima permitida para el helicóptero en ese momento era de unos 60 metros, afirmó Koziol. De momento se desconoce si había excedido ese límite, pero Hegseth dijo que la altitud parecía ser un factor en la colisión.
Koziol resaltó que los investigadores necesitan analizar los datos de vuelo antes de hacer conclusiones sobre la altitud.
Por su parte, The New York Times informó que la torre de control del aeropuerto Ronald-Reagan tenía escasez de personal el miércoles por la noche. Un solo controlador, en lugar de dos, gestionaba el tráfico de los aviones de pasajeros y los helicópteros. El aeropuerto típicamente combina los roles a las 9:30 de la noche, una vez que el tráfico comienza a disminuir. El miércoles, el supervisor de la torre ordenó que se combinaran antes.
“La configuración de la posición no era normal para la hora del día y el volumen de tráfico”, se lee en el informe.
Además, 24 horas antes de la colisión, otro avión que estaba a punto de aterrizar en el mismo aeropuerto tuvo que intentar una segunda aproximación porque un helicóptero volaba cerca de su trayectoria, informaron The Washington Post y CNN, citando una grabación de audio del control aéreo.
Trump, tras haber lamentado una “noche oscura y atroz”, llevó el jueves esta tragedia al terreno político. “Di prioridad a la seguridad. Obama y Biden y los demócratas pusieron la política primero”, declaró desde la Casa Blanca, acusando a sus predecesores de haber rebajado los estándares de seguridad aérea.
También atacó los programas que promueven la diversidad dentro de la administración estadounidense, y más específicamente en el regulador de aviación, la FAA. “Incluso emitieron una directiva: ‘Demasiado blanco’. Pero queremos personas competentes”, afirmó el presidente republicano, quien también prometió una investigación exhaustiva para determinar las causas del accidente.
El exsecretario de Transporte bajo la presidencia de Joe Biden, el demócrata Pete Buttigieg, calificó estas declaraciones como “abominables. Mientras las familias están de luto, Trump debería liderar, no mentir”.
Al ser presionado con preguntas sobre si culpaba directamente a los controladores aéreos y las políticas de diversidad por la catástrofe, Donald Trump admitió “no saber” aún, pero agregó que “podría ser” el caso. Para reforzar aún más su postura, firmó un nuevo decreto por la tarde intensificando la lucha contra estos programas, a los que calificó de “discriminación vergonzosa”.
El accidente del miércoles fue el más mortal en Estados Unidos desde el 12 de noviembre de 2001, cuando un vuelo de American Airlines se estrelló en una zona residencial de Belle Harbor, Nueva York, justo después de despegar del Aeropuerto Kennedy, matando a todas las 260 personas a bordo y a cinco personas en tierra.
El último gran accidente fatal que involucró a una aerolínea comercial de Estados Unidos ocurrió en 2009 cerca de Buffalo, Nueva York. Todos a bordo del avión de hélice Bombardier DHC-8 murieron, junto con una persona en tierra, llevando el total de muertos a 50.
Entre las víctimas se encuentran varios miembros de la comunidad de patinaje artístico, incluido el dúo ruso Evgenia Shishkova y Vadim Naumov, campeones mundiales en 1994. El avión provenía de Wichita, Kansas, en el centro del país, donde se celebraban campeonatos nacionales. También se encontraba a bordo un ciudadano argentino y su hijo de nacionalidad chilena, según informaron diversas fuentes en forma extraoficial.
Pekín presentó sus condolencias por dos ciudadanos chino que viajaban en el avión y pidió a Washington que determine “rápidamente las causas del accidente”, según un vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores citado por el medio estatal CCTV.
Agencias AP, AFP y ANSA