WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo en la Casa Blanca que el acuerdo entre Israel y Hamas fue una de las negociaciones “más difíciles” de su larga carrera. Su sucesor, Donald Trump, dijo que el “épico” pacto jamás se habría alcanzado de no ser por su triunfo, y prometió garantizar que la Franja “nunca más se convierta en un refugio de terroristas”.
Ambos se atribuyeron de esa forma el logro diplomático –en el que también participaron Qatar y Egipto– que marcó una pausa en el sangriento conflicto de 15 meses que se ha cobrado la vida de decenas de miles de personas.
“Quienes han seguido las negociaciones pueden dar fe de que el camino hacia este acuerdo no ha sido fácil. Trabajé en política exterior durante décadas. Esta es una de las negociaciones más difíciles que he vivido, y llegué a este punto debido a la presión que Israel ejerció sobre Hamás, respaldado por Estados Unidos”, dijo Biden, al hablar flanqueado por la vicepresidenta, Kamala Harris, y el secretario de Estado, Antony Blinken.
Biden dijo que el acuerdo es el “marco exacto” que propuso en mayo, y aunque reconoció que su equipo mantuvo contactos y coordinó con el equipo de Trump para hablar “con la misma voz”, le restó importancia al impacto que su elección tuvo en el alto al fuego. Trump, por su parte, dijo que el acuerdo se logró gracias a su “histórica victoria” en las elecciones de noviembre.
“Este es el marco exacto del acuerdo que propuse en mayo, exacto y logramos que el mundo lo apoyara. En segundo lugar, es el apoyo de Estados Unidos a Israel lo que les ayudó a debilitar gravemente a Hamas y a sus partidarios y a crear las condiciones para este acuerdo”, dijo Biden. “Y en tercer lugar, este acuerdo va a tener que ser implementado por el próximo equipo. Así que le dije a mi equipo que se coordinara estrechamente con el equipo entrante para asegurarse de que todos hablemos con la misma voz, porque eso es lo que hacen los presidentes norteamericanos”, afirmó.
Al final de su mensaje, una periodista le preguntó quién merecía los laureles por el acuerdo, si él o Trump. “¿Es una broma?“, respondió Biden, antes de irse.
Un alto funcionario del gobierno norteamericano dijo en una llamada con periodistas que el catalizador para la intensa diplomacia que llevó al acuerdo fue la derrota de Hezbollah, el alto el fuego en el Líbano, y el aislamiento masivo de Hamas que los llevó a la mesa de negociaciones y a aceptar por primera vez una lista de rehenes a liberar.
“Tengo que decir que no fue hasta esta tarde que tuvimos plena confianza en que todo iba a salir bien”, dijo el funcionario.
Trump, que se adelantó a Biden al confirmar el acuerdo en una publicación en su red social, Truth Social, dijo que su administración continuará trabajando con Israel para garantizar que la Franja de Gaza “nunca más se convierta en un refugio seguro para terroristas”.
“Este acuerdo de alto el fuego ÉPICO solo podría haber sucedido como resultado de nuestra histórica victoria en noviembre, ya que le indicó al mundo entero que mi administración buscaría la paz y negociaría acuerdos para garantizar la seguridad de todos los estadounidenses y de nuestros aliados”, dijo Trump.
“Estoy encantado de que los rehenes estadounidenses e israelíes regresen a casa para reunirse con sus familias y seres queridos”, apuntó.
El cruce entre Biden y Trump ofreció dos lecturas a la hora de explicar el punto de quiebre diplomático que abrió la puerta al acuerdo entre Israel y Hamas. Luego de más de un año de conflicto, el conflicto ha dejado ya más de 46.000 palestinos muertos, según las autoridades sanitarias palestinas, en medio de la campaña lanzada por Israel luego del ataque terrorista de Hamas el 7 de octubre de 2023, que dejó más de 1100 muertos –el día más sangriento para el pueblo judío desde el Holocausto– y alrededor de 250 rehenes en manos de Hamas. El gobierno de Benjamin Netanyahu ha sido acusado de perpetrar un genocidio en Gaza, una acusación que Estados Unidos, férreo aliado de Israel, siempre rechazó.
Biden dijo que el acuerdo está estructurado en tres fases. La primera, que comenzará el domingo, durará seis semanas y contempla un alto al fuego total, la retirada de las fuerzas israelíes de todas las zonas pobladas de Gaza y la liberación de rehenes retenidos por Hamás, entre ellos mujeres, ancianos y heridos. A cambio, Israel liberará a cientos de prisioneros palestinos. Durante esa primera fase, los palestinos también podrán regresar a todas las zonas de Gaza, y se iniciará un aumento de la asistencia humanitaria.
Durante las próximas seis semanas, Biden dijo que Israel negociará los acuerdos necesarios para avanzar hacia la segunda fase, un “fin permanente de la guerra”. Hay una serie de detalles que se negocian para pasar de la primera fase a la segunda, pero el plan dice que si las negociaciones duran más de seis semanas, el alto al fuego continuará mientras continúen las negociaciones, indicó el mandatario.
Cuando comience la segunda fase, habrá un intercambio por la liberación de los rehenes que queden con vida, incluidos los soldados varones, y todas las fuerzas israelíes restantes se retirarán de Gaza, y el alto el fuego temporal se volverá permanente, dijo Biden. Y finalmente, en la tercera fase, los restos de los rehenes que hayan muerto serán devueltos a sus familias, y comenzará un importante año de plan de reconstrucción para Gaza.
“Hemos tenido muchos días difíciles desde que Hamás comenzó su terrible guerra. Hemos encontrado obstáculos y reveses. No nos hemos rendido y ahora, después de más de 4400 días de lucha, el éxito ha llegado”, cerró Biden.