WASHINGTON.- Sus detractores lo acusan de censura y de ser peligroso para Estados Unidos, pero la respuesta de Brendan Carr, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), fue: ¡Que sigan!.
Según dos de sus allegados, desde que el programa Jimmy Kimmel Live! fue sacado del aire tras la reacción de Carr por los comentarios del presentador de ABC sobre el hombre acusado de matar al activista conservador Charlie Kirk, el regulador de 46 años está envalentonado y quiere llevar a fondo su lucha contra lo que considera un sesgo progresista de la radio y la televisión.
En sus presentaciones en programas de radio conservadores y en la cadena Fox News para defender sus medidas, Carr ha dicho que ahora finalmente las emisoras locales estaban sirviendo el interés de una audiencia cansada de una programación sesgada. También dio a entender que la FCC debería investigar el programa diurno de ABC, The View, por su contenido político, y aseguró que planea continuar la labor de la agencia a su cargo para empoderar a las estaciones de televisión locales y que rechacen los programas con los que no están de acuerdo.
Desde esas declaraciones, su discurso contra ABC se suavizó un poco, pero el mensaje general sigue siendo el mismo: no piensa parar. “Hay muchos demócratas involucrados en una campaña de proyección y distorsión”, dijo Carr lunes. “Están tergiversando completamente el trabajo de la FCC y lo que venimos haciendo”.
A continuación agregó que la FCC seguirá cumpliendo el mandato del Congreso para garantizar que la televisión abierta sirva al interés público, y afirmó: “Si a la gente no le gusta, que acuda al Congreso y modifiquen la ley”.
Impulsado por la convicción de que las empresas tecnológicas y los medios progresistas han silenciado injustamente las opiniones de la derecha, Carr trabaja para transformar la FCC, de una agencia antes aletargada que solo se ocupaba de otorgar licencias a estaciones de televisión locales y ampliar las redes celulares 5G, en una protectora de la libertad de expresión. De hecho, según entrevistas con diez funcionarios y exfuncionarios de la FCC, Carr está particularmente interesado en ampliar las facultades de la agencia para que pueda arbitrar lo que se emite o no en televisión.
Carr asumió la presidencia de la FCC en enero y en los últimos días argumentó que siempre ha sido un defensor de la Primera Enmienda -que protege los derechos fundamentales- y que al intervenir en decisiones sobre la programación de canales de televisión locales que ya no sirven al interés público justamente está ayudando a proteger la libertad de expresión.
Como parte de estos esfuerzos, Carr reabrió las denuncias contra ABC, NBC y CBS por emitir programación sesgada durante las elecciones de 2024, incluyendo una investigación sobre Saturday Night Live por un episodio preelectoral al que fue invitada la entonces vicepresidenta Kamala Harris. También está investigando a PBS y NPR por la acusación de que esas organizaciones de noticias públicas violaron las normas que les impedían emitir anuncios. Carr también advirtió que puede bloquear las fusiones de empresas de medios que puedan perjudicar la independencia de las emisoras locales.
Y ahora, el funcionario está aprovechando la facultad de la FCC para retener las licencias de las televisoras locales si no sirven al interés público por emitir cobertura sesgada.
La semana pasada, cuando criticó a Kimmel, Carr sugirió que la agencia podría retirarles la licencia a las estaciones locales por transmitir Jimmy Kimmel Live!. A continuación, Nexstar y Sinclair, dos importantes grupos de estaciones de televisión locales, anunciaron que no emitirían el programa. Si bien el martes por la noche el programa de Kimmel volvió a la pantalla, ambos grupos decidieron no emitirlo, y Carr elogió su decisión.
“Cabe destacar que esta es la primera vez en mucho tiempo que una cadena de televisión local se opone a un programador nacional como Disney”, posteó Carr el martes en la plataforma social X. “Y eso es positivo, porque queremos televisoras locales empoderadas”.
Las acciones de Carr generaron alarma en muchos legisladores de izquierda y derecha por igual —entre ellos, los senadores Ted Cruz, republicano por Texas, y Rand Paul, republicano por Kentucky—, por violar los derechos constitucionales de la Primera Enmienda, mientras que recibieron elogios del presidente Donald Trump, quien ha redoblado sus esfuerzos para castigar a sus críticos y adversarios.
“Es un nivel de censura que no he visto en mi vida”, declaró Chris Lewis, presidente de Public Knowledge, una asociación civil de izquierda.
Antes de las elecciones de 2024, Carr criticó duramente a CBS, NBC y ABC por su cobertura política, y cuando Harris se presentó en Saturday Night Live, acusó a la NBC de violar una norma que exige a las emisoras darles el mismo tiempo de cámara a los diferentes candidatos.
“El propósito de esta norma es evitar precisamente este tipo de conducta sesgada y partidaria: que una emisora con licencia utilice las ondas de transmisión públicas para influir a favor de un candidato en vísperas de las elecciones”, publicó Carr el 2 de noviembre en las redes sociales.
Aproximadamente dos semanas después, todavía como presidente electo, Trump nombró a Carr como presidente de la FCC.
Traducción de Jaime Arrambide