JERUSALÉN.- El Ejército israelí anunció la remoción de tres generales y la imposición de sanciones disciplinarias contra otros altos oficiales por su fracaso en impedir los ataques de Hamas del 7 de octubre de 2023, los más mortíferos en la historia del país.
La decisión llega dos semanas después de que el jefe del Ejército, Eyal Zamir, reclamara una “investigación sistémica” sobre las fallas que permitieron el asalto de los terroristas en el sur del país. El ataque causó la muerte de 1219 y otras 251 fueron llevadas de rehenes a Gaza.
Los tres generales separados del cargo son Aharon Haliva, entonces jefe de inteligencia militar, Oded Basyuk, jefe de operaciones, y Yaron Finkelman, que ese día acababa de asumir el mando de la región militar sur de Israel.
Tanto Haliva como Finkelman ya habían dimitido, alegando su responsabilidad en la tragedia del 7 de octubre, mientras que Basyuk se jubiló tras la guerra de 12 días lanzada por Israel contra Irán en junio de este año.
Según el comunicado del Ejército, los tres son personalmente responsables del fracaso de la institución militar a la hora de prever y repeler el sangriento ataque lanzado por Hamas desde la Franja de Gaza.
Según el medio israelí The Times of Israel, sin embargo, el ministro de Defensa del país, Israel Katz, ordenó el lunes una nueva investigación y pausó el nombramiento de nuevos generales mientras se reevalúan las conclusiones del informe.
“El contralor del establecimiento de defensa presentará sus conclusiones en un plazo de 30 días y, solo después, formularé mis decisiones sobre los nombramientos, según lo que exige mi función y mi autoridad”, declaró Katz.
Hace meses que el ministro se encuentra en una puja de poder con el jefe del Ejército en torno al nombramiento de altos mandos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), promoviendo selectivamente a algunos oficiales y negando los ascensos de otros con quienes, al parecer, no coincide.
Además de las destituciones a los generales, también se anunciaron sanciones contra los jefes de la marina y la fuerza aérea, junto con medidas disciplinarias contra otros cuatro generales y varios altos oficiales.
Queda por ver si recaerán sobre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acusaciones similares por su fracaso a la hora de evitar los ataques.
Durante los últimos dos años, el premier ha reiterado que las fallas que condujeron al ataque deberían abordarse una vez concluida la guerra en Gaza.
Según las encuestas, una amplia mayoría de los israelíes, de distintos sectores políticos, respalda la creación de una comisión que determine responsabilidades.
El ataque de Hamas desencadenó una devastadora guerra en Gaza, que dejó al menos 69.756 muertos, según cifras del Ministerio de Salud del territorio palestino, que la ONU considera fiables.
A principios de mes se publicó un informe de un comité de expertos designados por Eyal Zamir, que marcó el fin de las investigaciones internas del ejército sobre las carencias que condujeron al ataque del 7 de octubre.
El documento puso de relieve una “deficiencia sistémica y organizativa de larga data” dentro del aparato militar.
La investigación subrayó también un “fracaso de inteligencia” y la “incapacidad para emitir una alerta” sobre los ataques, aun cuando el Ejército contaba con “información excepcional y de gran calidad”.
El informe criticó además los “procesos de toma de decisiones deficientes” y el “despliegue inadecuado de fuerzas durante la noche del 7 de octubre de 2023”, así como fallas en toda la cadena de mando militar.
Actualmente, Israel y Hamas se acusan mutuamente de violar la tregua que entró en vigor el 10 de octubre tras dos años de guerra.
Hamás indicó el lunes que una delegación de “alto nivel” se encuentra en El Cairo para mantener conversaciones sobre la segunda fase del alto el fuego.
Agencia AFP
