Había terminado de hablar. La sala repleta de jefes de Estado y de Gobierno lo aplaudía cuando el presidente de los Estados Unidos se tocó el corazón y abandonó a paso lento el escenario global en el que se paraba por última vez en su vida. Joe Biden, de 81 años, y más de medio siglo de carrera política, se despidió de la Asamblea General de las Naciones Unidas con un discurso en el que defendió su legado, la democracia y su decisión de no ser reelecto. “Algunas cosas son más importantes que permanecer en el poder”, dijo. “Estamos aquí para servir a la gente. No al revés”.
Biden subió al estrado con una demora de varios minutos que llamó la atención, dado que al presidente se le ha cuestionado su estado de salud. Finalmente apareció para dirigirse a los líderes del mundo que allí se reunían, en el último discurso que pronunció en este foro.
«He hablado cuatro veces aquí. Esta es mi última vez», dijo con nostalgia. Y alentó a los líderes que lo escuchaban: «Podemos estar mejor».
Biden reflexionó sobre los conflictos que presenció durante su carrera en el servicio público y advirtió que el mundo se enfrentaba una vez más a un «punto de inflexión».
«Nuestra tarea, nuestra prueba, es asegurarnos de que las fuerzas que nos mantienen unidos sean más fuertes que las que nos separan», dijo Biden. «Realmente creo que estamos en otro punto de inflexión de la historia mundial. Porque las decisiones que tomemos hoy determinarán nuestro futuro en las próximas décadas«.
«Reconozco los desafíos en UUcrania, Gaza, Sudán y más allá; hambre, pobreza, democracia en riesgo, los desafíos de la Inteligencia Artificial, pero tengo esperanza, se que hay un camino por delante», dijo.
Ucrania
Biden se refirió a Ucrania, mientras el presidente Volodimir Zelenski lo miraba desde su asiento. “No miraremos hacia otro lado”, dijo y urgió a los países a no «bajar la guardia» en su apoyo a Kiev, hasta que consiga una «paz justa y duradera».
«La buena noticia es que la guerra de Putin no logró su objetivo principal. Pretendía destruir Ucrania, pero Ucrania sigue siendo libre. Pretendía debilitar a la OTAN, pero la OTAN es más grande, más fuerte y está más unida que nunca», declaró.
Gaza y Líbano
En otra parte de su discurso, Biden también llamó a poner fin la guerra en Gaza. «Es hora de concluir» un acuerdo sobre Gaza y «terminar esta guerra», clamó. Y urgió a Israel y Hamas a llegar a un acuerdo para lograr un alto el fuego en la Franja de Gaza y la liberación de los rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos, además de facilitar la entrada de ayuda humanitaria.
«Ahora es el momento para que las partes finalicen los términos, devuelvan a los rehenes y aseguren la seguridad de Israel y Gaza, alivien el sufrimiento en Gaza y pongan fin a esta guerra», manifestó Biden.
También advirtió del peligro de una «guerra a gran escala» en Líbano. «Una guerra a gran escala no beneficia a nadie. Aunque la situación se ha agravado, todavía es posible una solución diplomática», añadió.
Su candidatura
Promediando su discurso, Biden defendió su decisión de haber abandonado la carrera por la reelección, que quedó en manos de la vicepresidenta Kamala Harris. “Ser presidente es el honor más grande de mi vida, y había más cosas que hacer”. Dijo que bajarse de su candidatura fue “una decisión difícil. Pero es hora de que nuevas generaciones lideraran el país”.
“Hay cosas más importantes que permanecer en el poder, el pueblo es más importante”. “Aquí estamos al servicio de los pueblos y no al revés, porque en el futuro queremos que nuestros pueblos pueden pensar, educarse, defender su libertad”, dijo mirando a una audiencia donde había mandatarios de todo signo político.
Venezuela
Y en ese contexto se refirió a Venezuela, el único país de América latina que mencionó en su discurso, en alusión a las elecciones del 28 de julio en Venezuela, en las que el presidente Nicolás Maduro se proclamó ganador, cuando las actas que se conocieron muestran que fue derrotado.
«Lo he visto en todo el mundo: los valientes hombres y mujeres que pusieron fin al apartheid, derribaron el Muro de Berlín y luchan hoy por la libertad, la justicia y la dignidad. Vimos ese recorrido universal hacia los derechos y la libertad en Venezuela, donde los votantes emitieron su voto por un cambio que no puede ser negado«, afirmó.
Biden bajó del estrado y continuó su agenda de conferencias y de reuniones con líderes de varios países. Permanece alejado de la campaña electoral de Kamala Harris, que marcha cabeza a cabeza con el republicano Donald Trump.
Larry Sabato, profesor de Ciencias Políticas y Director del Centro de Políticas de la Universidad de Virginia, dijo a Clarín que «el discurso de Biden no ayudará ni perjudicará a Harris en el marco de la carrera electoral ya que ella se presenta como una persona independiente, en parte porque los índices de aprobación de Biden son muy bajos».
Y agregó que «Biden no es un orador conmovedor, pero su último discurso en la ONU fue el resultado de cincuenta años de servicio público. Gran parte de su tiempo en el Senado, así como en la vicepresidencia y como presidente, estuvo dedicado a asuntos internacionales. Biden tuvo cierta sabiduría que transmitir, sobre todo debido a su frustración actual con Putin y Netanyahu. Los responsables en la ejecución de políticas harían bien en escucharlo».