WASHINGTON.- Los partidarios de Donald Trump que atacaron el Capitolio de Estados Unidos hace cuatro años, incluidas personas condenadas por agredir a policías, empezaron a salir de prisión este martes, indultados por el nuevo presidente en una decisión que provocó críticas de la policía que se enfrentó a la turba, de sus familias y de por lo menos un republicano.
El decreto de Trump también allana el camino para la liberación de líderes de grupos extremistas de extrema derecha condenados por complots fallidos para mantener al republicano en el poder después de que perdió las elecciones presidenciales de 2020 contra Joe Biden.
Los más de 1500 indultos son la culminación de una campaña de varios años de Trump para reescribir la historia del ataque del 6 de enero, que dejó unos 140 policías heridos cuando la turba furiosa de partidarios de Trump —algunos armados con palos y bates— abrumó a las fuerzas del orden, rompió ventanas y obligó a los legisladores y sus asesores a esconderse. Cinco personas murieron en esa jornada de violencia.
Si bien se esperaban los indultos, la velocidad y el alcance de la clemencia equivalieron a un desmantelamiento del esfuerzo del Departamento de Justicia para responsabilizar a los participantes en lo que se ha descrito como “uno de los días más oscuros en la historia del país”.
Los indultos fueron recibidos con júbilo por los partidarios de Trump y los abogados de los acusados del 6 de enero. Los partidarios de Trump se reunieron el lunes por la noche en el frío frente a la cárcel de Washington donde más de una docena de acusados estaban detenidos antes de los indultos.
“Estamos profundamente agradecidos con el presidente Trump por sus acciones de hoy”, dijo James Lee Bright, un abogado que representó al fundador del grupo de extrema derecha Oath Keepers, Stewart Rhodes, quien estaba cumpliendo una sentencia de 18 años de prisión después de ser declarado culpable de conspiración sediciosa y otros delitos y ahora tiene su sentencia conmutada, es decir, que se reducirá significativamente.
Rhodes fue liberado este martes, junto a Enrique Tarrio, prominente miembro de otro grupo extremista, los Proud Boys.
Tarrio, que cumplía una condena de 22 años por cargos de conspiración sediciosa, salió de una prisión en Pollock, Luisiana, tras ser indultado. Rhodes, que cumplía una condena de 18 años por cargos similares, vio su sentencia conmutada por tiempo cumplido y fue liberado de una prisión en Cumberland, Maryland.
Los abogados defensores dijeron que otro miembro de los Proud Boys, Joseph Biggs, también fue liberado después de que Trump conmutara su sentencia. Biggs había estado cumpliendo 17 años de prisión tras su propia condena por cargos de conspiración sediciosa.
Se esperaba que otros miembros de los Proud Boys y Oath Keepers fueran liberados en los próximos días.
La condena de 12 años de prisión por el cargo de sedición contra Kelly Meggs, el líder de Oath Keepers en el estado de Florida, también fue conmutada.
Los miembros de Oath Keepers Kenneth Harrelson, Jessica Watkins y Thomas Caldwell, fueron a juicio junto con Rhodes y Meggs por cargos penales de conspiración sediciosa. El jurado los absolvió de ese cargo, pero los condenó por varios otros delitos. Trump conmutó las sentencias de los tres el lunes.
Watkins, una mujer transgénero que durante el juicio habló abiertamente sobre las luchas que enfrentó con su identidad mientras servía en el ejército, fue sentenciada a 8,5 años, mientras que Harrelson recibió cuatro años.
Caldwell, que nunca fue oficialmente miembro de Oath Keepers, fue sentenciado a principios de este mes por un solo cargo de manipulación de pruebas. Su condena por obstruir un procedimiento oficial fue anulada anteriormente tras un fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos que limitó la forma en que se puede utilizar el estatuto para acusar a los acusados.
Roberto Minuta, Edward Vallejo, Joseph Hackett y Davis Moerschel también integraban el grupo antigubernamental y fueron juzgados y condenados en un juicio diferente al de Rhodes por cargos de conspiración sediciosa. Hackett fue sentenciado a 42 meses, mientras que Moerschel recibió tres años. Mientras tanto, Minuta fue sentenciada a cuatro años y medio y Vallejo a tres.
Otra de las caras visibles del asalto al Capitolio que también resultó indultado este martes es la del activista de extrema derecha Jake Angeli-Chansley, quien captó la atención de la prensa internacional por su llamativa vestimenta con unos cuernos y una piel de bisonte.
“Obtuve el perdón, bebé, gracias presidente Trump. Ahora voy a ir a comprar algunas putas armas. Amo este país”, escribió en la red social X el hombre que fue condenado a 41 meses de prisión por la irrupción a la sede del Congreso de los Estados Unidos.
Craig Sicknick, cuyo hermano, el agente de policía del Capitolio Brian Sicknick, fue agredido durante el asalto y murió de múltiples derrames cerebrales al día siguiente, calificó el martes a Trump de “pura maldad”.
“El hombre que mató a mi hermano es ahora presidente”, dijo en una entrevista con la agencia Reuters. “Mi hermano murió en vano. Todo lo que hizo para tratar de proteger al país, para proteger el Capitolio… ¿por qué se molestó?”.
“Lo que hizo Trump es despreciable, y demuestra que Estados Unidos ya no tiene nada que se parezca a un sistema de justicia”, agregó.
Michael Fanone, un exagente del Departamento de Policía Metropolitana de Washington que sufrió graves heridas durante los disturbios, dijo el lunes que estaba molesto porque seis personas que lo agredieron ese día salieran libres. “He sido traicionado por mi país”, dijo a CNN.
Uno de los compañeros republicanos de Trump, el senador Thom Tillis, dijo que indultar a los manifestantes que agredieron a la policía envía un mensaje equivocado.
“Hoy he visto una imagen en mis recortes de prensa de la gente que estaba aplastando a ese agente de policía. Ninguno de ellos debería recibir un indulto”, dijo Tillis a Reuters. “Haces que este lugar sea menos seguro si envías la señal de que los policías pueden ser potencialmente agredidos y no hay consecuencias”.
Trump ha calificado a los manifestantes y ahora indultados de “patriotas” y “rehenes” y ha afirmado que fueron tratados injustamente por el Departamento de Justicia, que también lo acusó de delitos federales en dos casos que, según él, tenían motivaciones políticas. Trump dijo que los indultos pondrán fin a “una grave injusticia nacional que se ha perpetrado contra el pueblo estadounidense durante los últimos cuatro años” y darán comienzo a “un proceso de reconciliación nacional”.
Los indultos fueron algunas de las órdenes que Trump firmó a las pocas horas de tomar posesión de su cargo, regresando con aire triunfal a la Casa Blanca tras ganar las elecciones del pasado noviembre. En su discurso de investidura arremetió contra la presidencia de Biden y se presentó como el “elegido por Dios” para dirigir la potencia mundial.
Trump, de 78 años, es el primer presidente en más de un siglo que consigue un segundo mandato tras perder la Casa Blanca y el primer delincuente condenado que ocupa la Casa Blanca. Es el presidente de más edad en jurar el cargo y cuenta con el respaldo de las mayorías republicanas en ambas cámaras del Congreso.
Agencias Reuters, AP y The New York Times