TIFILIS.- El Parlamento de Georgia aprobó este martes una ley que limita los derechos de las personas LGBTQ+. Similar a una iniciativa de la vecina Rusia, el proyecto presentado por el partido oficialista Sueño Georgiano incluye prohibiciones a los matrimonios del mismo sexo, adopciones por parte de parejas homosexuales, atención médica de afirmación de género, demostraciones públicas con -por ejemplo- pines y banderas, y hasta menciones al respecto en los medios de comunicación.
La nueva iniciativa de “valores familiares” fue anunciada por Sueño Georgiano poco después que el país adoptara otra medida que según críticos es copiada de Rusia: la ley contra la “influencia extranjera”. Ese proyecto ha desatado protestas y ha sido ampliamente criticada, ya que muchos consideran que amenaza las libertades democráticas y pone en duda el eventual ingreso de Georgia a la Unión Europea.
Se trata de la tercera y última lectura de una ley sobre “valores familiares y protección de menores” que impondría amplias restricciones a los derechos del colectivo LGBTQ+. El proyecto proporcionaría una base jurídica a las autoridades para prohibir los actos del Orgullo y las exhibiciones públicas de la bandera LGBTQ+, así como para imponer la censura de películas y libros.
Los líderes del partido gobernante aseguran que es necesario para salvaguardar las normas morales tradicionales en Georgia, cuya Iglesia ortodoxa, profundamente conservadora, tiene una gran influencia. Por otro lado, los activistas afirman que la medida pretende reforzar el apoyo conservador al gobierno antes de las elecciones parlamentarias del 26 de octubre en Georgia, un país que ambiciona entrar en la Unión Europea, pero que los países occidentales temen que se esté inclinando de nuevo hacia Rusia.
Los derechos del colectivo son un tema delicado en Georgia, donde las encuestas muestran una amplia desaprobación de las relaciones homosexuales y la Constitución prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo. Los participantes en las marchas anuales del Orgullo de Tiflis han sufrido agresiones físicas por parte de manifestantes conservadores en los últimos años.
Las autoridades rusas en la década pasada también prohibieron la aprobación de “relaciones sexuales no tradicionales” así como atención médica de afirmación de género, entre otras limitaciones. La Corte Suprema de Rusia prohibió todo activismo a favor de las personas LGBTQ+, al afirmar que en el gigante euroasiático hay un “movimiento” al que el gobierno ha declarado ilegal y ha tildado de organización extremista.
La presidenta de Georgia, Salomé Zourabichvili, crítica de Sueño Georgiano, dijo que bloqueará el proyecto. Pero Sueño Georgiano y sus aliados tienen suficientes escaños en el Parlamento para anular su veto.
En tanto, Tamara Jakeli, directora del grupo de campaña Tbilisi Pride, dijo que el proyecto de ley, que también reafirma la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo y prohíbe la cirugía de reasignación de género, probablemente obligaría a su organización a cerrar sus puertas. “Esta ley es lo más terrible que le ha ocurrido a la comunidad LGBTQ+ en Georgia”, dijo Jakeli, de 28 años. “Lo más probable es que tengamos que cerrar. No hay forma de que sigamos funcionando”, sumó.
Con información de AP y Reuters
LA NACION