RAFAH (AP).- Hamas continuó este sábado con las liberaciones acordadas en el marco de la tregua con Israel. A diferencia de otras veces, en esta oportunidad el grupo terrorista envió los rehenes de a tandas. Esto se da mientras la tensión con Israel crece tras la indignación causada por el cuerpo de la argentina Shiri Bibas, cuyo cadáver llegó después de que enviaran uno que no correspondía con ella, junto al de sus dos hijos, Ariel y Kfir, algo que empañó el futuro del frágil acuerdo de alto el fuego. Con la entrega del último hombre se terminó la etapa de liberados vivos de la primera fase.
En esta jornada, Hamas primero puso en libertad a dos hombres del grupo de seis personas estipulado. Más tarde, vehículos de la Cruz Roja llegaron a la ciudad de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, para la siguiente entrega, de tres rehenes que ya están en manos de Israel. Tras eso, las Fuerzas de Defensa anunciaron que el organismo internacional sanitario ya les notificó que estaba a la espera de la última persona que faltaba en base a lo pactado, que fue entregada cerca de las 10 (hora argentina), sin una puesta en escena como fue típica con todos los anteriores.
Los dos primeros liberados -Tal Shoham, de 40 años, y Avera Mengistu, de 39- fueron llevados a ambulancias de la Cruz Roja después de que combatientes armados y con el rostro cubierto los sacaron a un escenario frente a una multitud en la ciudad sureña de Rafah, situación que se repite con cada puesta en libertad. Poco después, el Ejército israelí confirmó que habían entrado al país.
Shoham tiene doble nacionalidad israelí y austriaca, y cumplió 40 años a finales de enero. Fue secuestrado en el kibutz Beeri junto a su esposa, Adina Shoam, de 38 años, y sus hijos Yahel y Naveh (ellos y otros tres familiares capturados con él quedaron libres en un canje durante la tregua temporal de noviembre de 2023). Es desarrollador de software y socorrista voluntario. “Este es un momento inolvidable, donde todas las emociones se mezclan rápidamente. Nuestro Tal está con nosotros”, señaló la familia de Shoham en un comunicado en el que pidió que se llegue a un acuerdo para todos los que siguen retenidos. “Hay una oportunidad, no debemos dejarla pasar”, aseguró.
Por su parte Mengistu es un israelí de origen etíope que estaba retenido en la Franja de Gaza desde hace algo más de diez años. Por una cámara de vigilancia se confirmó que fue secuestrado después de trepar la barrera e introducirse en Gaza en 2014. Según las autoridades, es mentalmente inestable. Cuando seguía la entrega en los medios israelíes, su familia -que vive en Ascalón, en el sur de Israel- comenzó a cantar la canción hebrea Aquí está la luz al verlo por primera vez en más de una década.
Los otros tres liberados fueron Eliya Cohen, Omer Shem Tov y Omer Wenkert, como parte del séptimo canje. A los tres hombres también los obligaron a subirse al escenario ante una multitud de gazatíes, escoltados por hombres armados y encapuchados.
Cohen, 27 años, es oriundo de Tzur Hadassah, cerca de Jerusalén. Se encontraba en el festival de música Nova con su prometida, Ziv Abud, que sobrevivió al ataque. Es agente inmobiliario y fue secuestrado junto a otros tres jóvenes, entre ellos Alon Ohel, de 24, que sigue retenido.
Shem Tov, de 22 años, es informático y soñaba con hacerse actor. Fue otro de los que se encontraba en el festival de música Nova. Es asmático y antes de ser capturado vivía en Herzliya, al norte de Tel Aviv.
Sobre el escenario -y mientras sostenía un certificado, sonreía y saludaba, como parte de la puesta en escena del grupo terrorista- uno de los camarógrafos de Hamas le ordenó a Shem Tov, tal como detalla Times of Israel, que besara la parte superior de la cabeza de dos integrantes de la agrupación.
Wenkert, que cumplió 23 años en cautiverio, se encontraba con su amiga Kim Damati también en el festival de música. Ella fue asesinada durante el asalto, mientras que él fue secuestrado. Su residencia se encuentra en Gedera, en el centro de Israel, y trabajaba en un restaurante. El último mensaje que le envió a su madre, Niva, antes de que lo raptaran fue: “Estoy muerto de miedo”.
Mientras, Al Sayed fue entregado sin una escena montada. Este beduino musulmán de nacionalidad israelí estuvo retenido en la Franja de Gaza casi diez años. Antes de ser captado, vivía en el desierto de Neguev, sur de Israel. Sus padres contaron que tiene esquizofrenia y que debe tomar una medicación diaria. De acuerdo a Times of Israel, Hamas decidió no hacer una “ceremonia de liberación” para él por un supuesto “respeto” a la comunidad árabe en Israel.
La última liberación se lleva a cabo tras el aumento de las tensiones por una disputa desencadenada esta semana cuando Hamas entregó inicialmente un cuerpo que no era el de Shiri Bibas, que fue secuestrada junto a sus dos hijos pequeños en el ataque del 7 de octubre y asesinada durante su cautiverio en la Franja de Gaza.
El viernes por la noche, las Brigadas Muyahidines, el pequeño grupo terrorista que se cree que retenía a Bibas y a sus hijos, anunció la entrega de un segundo cadáver. En tanto, este sábado por la mañana la familia de Bibas dijo que las autoridades forenses israelíes habían confirmado que eran los restos de Shiri. “Durante 16 meses buscamos certezas. Y ahora que las tenemos no nos consuelan, aunque esperamos que marque el comienzo del desenlace”, afirmaron.
La disputa sobre la identidad del cadáver generó nuevas dudas sobre el acuerdo de alto el fuego, que pausó más de 15 meses de guerra, pero se acerca al final de su primera fase. Las negociaciones para una segunda etapa, en la que Hamas liberaría a decenas de rehenes más a cambio de un alto el fuego duradero y de la retirada israelí del territorio, probablemente serán aún más difíciles.
Más de 600 palestinos presos en Israel recuperarán la libertad. Entre ellos hay 50 que cumplen penas de cadena perpetua, 60 con condenas largas, 47 que ya se beneficiaron de un canje anterior de rehenes por prisioneros y 445 personas arrestadas desde que comenzó la guerra.
En tanto, Hamas se comprometió a devolver otros cuatro cadáveres la próxima semana para completar la primera fase del alto el fuego. De ser así, en manos del grupo terrorista quedarían todavía 60 rehenes, de los cuales se cree que aproximadamente la mitad están vivos.
De momento, Hamas advirtió que no devolverá a los demás cautivos sin un alto el fuego duradero y una retirada israelí completa. Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que cuenta con el pleno apoyo del gobierno de Estados Unidos, dice estar comprometido con la destrucción de las capacidades militares y de gobierno del grupo, y con llevar a todos los rehenes de vuelta al país, objetivos que son vistos como mutuamente excluyentes.