NUEVA YORK.- La sonda espacial Parker alcanzó esta semana un logro histórico al sobrevivir al paso más cercano al Sol, que se produjo a 6,1 millones de kilómetros de la superficie, mientras el vehículo se movía a una velocidad récord de 692.000 kilómetros por hora.
La sonda de la NASA reapareció tras haberse acercado al Sol y estableció comunicación con la Tierra. ”Parker transmitió una señal hacia la Tierra indicando que está en buenas condiciones y que funciona con normalidad”, hizo saber la NASA este viernes a través de un blog dedicado a las misiones que está permitiendo conocer el Sol como nunca antes. “Es lo más cerca que un objeto creado por el hombre ha estado alguna vez de una estrella. Está a salvo”, señaló la agencia en la red social X.
Durante su viaje por la corona solar, la capa más externa de la atmósfera del Sol, la sonda durante su encuentro cercano aceleró a 690.000 kilómetros p or hora, más rápido que cualquier nave espacial que haya volado jamás.
La señal fue recibida por los coordinadores de la misión del Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins, en Maryland, en la noche entre el 26 y el 27 de diciembre, después de 48 horas de espera.
A las 8.53 (hora argentina) del 24 de diciembre, la sonda Parker alcanzó el punto de mayor acercamiento al Sol, convirtiéndose así en el objeto artificial más cercano a una estrella y el más veloz. Como referencia, el planeta más cercano al Sol, Mercurio, se encuentra a 58 millones de kilómetros de la estrella, y la sonda estuvo a 6,1 millones de kilómetros.
Para obtener la confirmación del éxito hubo que esperar a que la sonda completase la maniobra alrededor del Sol, antes de poder restablecer las conexiones.
“Logramos enviar algo más cerca del Sol que cualquier otro objeto creado por el hombre, y sobrevivió”, dijo Nicola “Nicky” Fox, líder de la dirección de misiones científicas de la NASA, en un correo electrónico este viernes por la mañana. “Ahora tenemos que ser pacientes mientras descargamos los datos y los analizamos durante los próximos meses para comprender mejor nuestra estrella y cómo afecta el clima espacial”.
La gravedad y las leyes de la mecánica orbital dictaron el cronograma del sobrevuelo, y la nave espacial se adhirió al cronograma como se predijo. La sonda Parker que pesa 685 kilos está en una órbita altamente elíptica y ha realizado una serie de pasadas alrededor del Sol, cada una más cerca que la anterior. La NASA sabía que en las primeras horas del martes, la nave espacial haría su paso más cercano.
Lo que nadie sabía con absoluta certeza era si sobreviviría ilesa después de soportar temperaturas extremas. Parece que lo ha hecho. La NASA dijo que la sonda transmitirá datos más detallados del sobrevuelo el miércoles próximo, día de Año Nuevo.
“La sonda solar Parker se enfrenta a uno de los entornos más extremos de nuestro sistema solar”, dijo el científico del proyecto Nour Rawafi del Laboratorio de Física Aplicada de Johns Hopkins, que construyó y opera la nave espacial. “Esta audaz misión de exploración nos acerca más que nunca a desvelar los misterios más profundos del sol”.
La nave cuenta con un escudo térmico de 11,4 centímetros de espesor. El sistema de navegación de la sonda mantiene el escudo térmico orientado hacia el sol en todo momento. En el lado del escudo térmico orientado hacia el sol, las temperaturas pueden alcanzar los 2500 grados, mientras que el resto de la nave espacial se mantiene a no más de 30 grados, según la NASA.
La sonda lanzada hace seis años, lleva un conjunto de instrumentos para estudiar la corona, donde las temperaturas son 300 veces superiores a las de la superficie del sol. Los astrónomos pueden estudiar la corona sólo durante eclipses totales, como el que experimentó América del Norte el 8 de abril.
Sin embargo, esta misión de la NASA de 1400 millones de dólares está estudiando la corona de la manera más dura y caliente: volando directamente hacia ella. En particular, los científicos intentan dilucidar por qué la corona es mucho más caliente que la superficie del sol. La sonda Parker también estudiará el origen del viento solar y los procesos que aceleran las partículas a una velocidad cercana a la de la luz. A principios de este año, Fox describió la misión como “un viaje a lo desconocido”.
La sonda solar Parker lleva el nombre de Eugene Parker, un astrofísico pionero que en la década de 1950 superó el escepticismo de sus colegas para desarrollar teorías sobre el viento solar y el campo magnético del sol, ideas que luego fueron confirmadas por naves espaciales. Parker asistió al lanzamiento de la sonda solar en 2018 y murió en 2022 a los 94 años.
Aunque parezca contradictorio, las leyes de la gravedad dificultan volar cerca del sol. Los objetos que orbitan alrededor del sol a cierta distancia se mueven a una velocidad tremenda (la Tierra se mueve a unos 107.000 km/h alrededor del Sol), y para dirigirlos cerca del sol se necesita una técnica que permita reducir parte de esa velocidad. La NASA lo hizo enviando la sonda Parker cerca de Venus muchas veces. Cada sobrevuelo de Venus ajustaba la órbita de la sonda de forma que la acercaba al sol con cada sobrevuelo solar.
El innovador escudo térmico permitió a los instrumentos seguir funcionando con regularidad y recoger informaciones de gran valor que servirán para entender algunos de los muchos enigmas relacionados con nuestra estrella. Entre estos se encuentra el origen del viento solar o la altísima temperatura de algunas capas exteriores del Sol.
La nave fue capaz de soportar temperaturas de hasta 982°C, pero el escudo puede soportar temperaturas abrasadoras de hasta 1370°C. Estos datos serán descargados solo a partir del 1° de enero, apunta la NASA en el blog.
La sonda Parker fue lanzada en 2018 y ha realizado giros cada vez más cercanos al Sol. Se espera que la nave se mantenga orbitando alrededor del astro a esta distancia al menos hasta septiembre de 2025.
Agencias AP, ANSA y The Washington Post