MOSCÚ.- Cientos de ciudadanos acudieron este domingo al cementerio Borisovo de Moscú para depositar flores en la tumba de Alexei Navalny, el principal opositor al presidente Vladimir Putin, en el primer aniversario de su muerte en la colonia penal del Ártico, donde estaba preso tras ser acusado de “extremista”. Los familiares y seguidores afirman que fue asesinado, cargo que el gobierno niega.
El homenaje comenzó poco después de la apertura de las puertas, a las 9 de la mañana hora local, sin que la policía interviniera para impedirlo. Navalny, como dijo una de ciudadanas que fue a homenajearlo, es “un símbolo de la resistencia rusa”. También es un símbolo del riesgo que representa ser opositor en tiempos de Putin, donde casi todos los opositores al régimen terminan extrañamente muertos, desaparecidos, entre rejas o exiliados. Su muerte dejó sin líder a este movimiento de resistencia.
Los primeros en rendir homenaje a Navalny en su tumba, inmediatamente después de abrirse las puertas, fueron varios embajadores y diplomáticos de las sedes europeas, incluida la italiana, así como los embajadores de Estados Unidos y Gran Bretaña, quienes depositaron ramos de flores.
La viuda de Navalny se manifestó en su cuenta de X. “[Llamo] a todos los que se preocuparon por Alexei y su caso a no rendirse y luchar: hace exactamente un año, el 16 de febrero, Vladimir Putin mató a Alexei Navalny. Putin mató a su principal oponente. Pero el trabajo de Alexei continúa. Y su sueño se hará realidad: Rusia será libre”, dijo Yulia Navalnaya, quien adjuntó un video con imágenes de la lucha de esposo.
Navalnaya pidió continuar “la lucha por una Rusia “libre y pacífica”. Y agregó en el video que subió: “Sabemos por qué luchamos: la Rusia del futuro, libre, pacífica y hermosa, con la que soñaba Alexei, es posible. Estamos haciendo todo lo posible para que su sueño se haga realidad.”
Por su parte, la madre del disidente ruso dijo que quiere que los responsables de su “asesinato” sean “castigados”.
“Queremos ver castigados a quienes cometieron este asesinato, a quienes no lo ayudaron, y estoy segura de que un día la verdad triunfará”, declaró Lyudmila Navalnaya, sin poder evitar las lágrimas por su hijo. “Todo el mundo sabe quién ordenó esto, pero también queremos que sepan quiénes fueron los autores materiales e intermediarios”, añadió, según transmitió el canal alemán DW.
“La responsabilidad última” de la muerte de Navalny recae en Vladimir Putin, escribió la Unión Europea (UE) en un comunicado de la alta representante para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas. “Hoy se cumple un año de la muerte del líder de la oposición rusa Alexei Navalny, de la que el presidente Putin y las autoridades rusas son los máximos responsables”, señaló la nota, que pidió la liberación de todos los presos políticos rusos.
“A medida que Rusia intensifica su guerra ilegal de agresión contra Ucrania, también continúa su represión interna, dirigida contra quienes defienden la democracia. Alexei Navalny dio su vida por una Rusia libre y democrática”, añadió.
“Un año después de la muerte de Navalny, no olvidemos su coraje y sacrificio por la libertad y la democracia. Mi cercanía a su familia y a todos los defensores de los derechos humanos que luchan cada día en el mundo por más justicia y el Estado de derecho”, afirmó el viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Antonio Tajani, en X.
También el canciller alemán, Olaf Scholz, rindió hoy homenaje a quien “murió porque luchó por la democracia y la libertad en Rusia”. Y escribió en X que “Putin lucha brutalmente contra la libertad y sus defensores. El trabajo de Navalny fue aún más valiente. “Su coraje marcó la diferencia y va mucho más allá de su muerte”.
Mientras tanto, el movimiento de oposición ruso, obligado al exilio por una represión sin precedentes, está plagado de conflictos internos y severamente debilitado por la pérdida de su líder. Exiliados en varios países, sus principales figuras han intentado reactivar la lucha contra el largo reinado de Putin también en Rusia, donde las críticas a las autoridades son duramente castigadas.
Navalny era el principal oponente de Putin y había hecho campaña para enfrentarlo en las presidenciales de 2018, pero se le prohibió presentarse. La Fundación Anticorrupción de Navalny ha expuesto casos de corrupción entre funcionarios del gobierno, incluyendo algunos al más alto nivel.
En 2020 sobrevivió un intento de envenenamiento por parte del Kremlin, según afirmó el mismo Navalny cuando salió del hospital en Alemania, luego de haber estado en coma.
Sin embargo, una vez recuperado y pese a que sabía que podría ser detenido, regresó a Rusia en un vuelo junto con periodistas el 17 de enero de 2021, y a su llegada fue detenido acusado de “extremismo”.
Ese día, mientras los dirigentes opositores y simpatizantes de Navalny forcejeaban con la policía frente a las puertas cerradas del aeropuerto Vnukovo, el vuelo procedente de Berlín en el que viajaba Navalny fue redirigido y aterrizó en Sheremetievo. Muchos de los seguidores que lo habían ido a recibir al aeropuerto también fueron detenidos.
Navalny estuvo preso en una cárcel de alta seguridad al norte del Círculo Polar Ártico, donde murió el 16 de febrero del año pasado por “causas naturales”, de acuerdo al gobierno ruso. Según el comunicado del servicio penitenciario federal ruso, Navalny de solo 47 años, se sintió mal después de un paseo y casi inmediatamente perdió el conocimiento y falleció.
Cuando se conoció de la muerte hace un año, el entonces presidente estadounidense, Joe Biden, destacó que “Aleei Navalny era muchas cosas que Putin no era. Era valiente. Tenía principios”, y agregó que Navalny creía en una “Rusia donde el estado de derecho se aplicase a todos”.
En Rusia, cualquiera que mencione a Navalny o su Fundación Anticorrupción sin declarar que ambos han sido declarados “extremistas” se enfrenta a multas o hasta cuatro años de prisión.
“Los partidarios de Alexei celebrarán actos conmemorativos en todo el mundo”, escribió en Telegram el ex asesor de Navalny, Leonid Volkov. “En algunos lugares habrá manifestaciones o marchas, en otros se proyectará el documental ‘Navalny’, en otros habrá ceremonias conmemorativas”, añadió.
Pero los canales rusos pro-Kremlin en Telegram habían advertido a sus partidarios de no asistir al homenaje. “A quienes tengan pensado viajar, pero aún no estén seguros, les damos un pequeño consejo: no vayan!”, se lee en una publicación compartida por el periodista pro-Kremlin Dmitry Smirnov y otros medios. El mensaje advierte sobre “el Gran Hermano y su ojo siempre vigilante”, con una foto del cartel de la cámara de seguridad en las puertas del cementerio. Pese a las amenazas, muchos ciudadanos fueron igualmente a rendir homenaje.
Agencias ANSA, AFP y AP
