Israel pondrá fin a todo contacto con la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA, y cualquier otro organismo que actúe en su nombre, informó el representante de Israel ante Naciones Unidas este martes, tras acusar repetidamente a la organización de socavar su seguridad.
Israel pondrá fin a toda comunicación de colaboración y contacto con UNRWA o cualquier persona que actúe en su nombre», dijo Danny Danon antes de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU dedicada a analizar el tema. Y le dio un plazo de 48 horas para evacuar sus centros en Jerusalén, atendiendo a una ley israelí que prohíbe al organismo prestar servicios en territorio del Estado hebreo.
Enseguida, Estados Unidos salió a apoyar a Israel. «Es una decisión soberana de Israel cerrar las oficinas de la UNRWA en Jerusalén el 30 de enero. Estados Unidos apoya esta decisión», dijo la embajadora estadounidense en funciones ante la ONU, Dorothy Shae.
Antes de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, la anterior embajadora estadounidense ante la ONU había pedido una «pausa» en la aplicación de esta medida.
Las oficinas y el personal de la UNRWA en Israel desempeñan un papel fundamental en el suministro de asistencia sanitaria y educación en los territorios palestinos ocupados.
Afirma haber aportado el 60% de los alimentos que han llegado a Gaza desde el inicio de la guerra que siguió a los ataques del 7 de octubre de 2023 contra Israel.
«UNRWA deberá cesar sus operaciones y evacuar todos los locales en los que opera en Jerusalén, incluidas las propiedades situadas en Ma’alot Dafna (en Jerusalén Este) y Kfar Aqueb», advirtió Danon.
El embajador recordó que la ley prohíbe a la agencia operar «dentro del territorio soberano del Estado de Israel», así como tener contacto con funcionarios israelíes y mantener «cualquier servicio o actividad de oficina de representación dentro de nuestro territorio».
Así, indicó, Israel, que dio a la agencia hasta el 30 de enero para abandonar sus oficinas en Jerusalén Este, «pondrá fin a toda colaboración, comunicación y contacto con la ONU o con cualquiera que actúe en su nombre».
La ley a la que hace referencia Danon fue aprobada el año pasado y prohíbe a la UNRWA prestar servicios en territorio de Israel, incluido el este de Jerusalén, donde viven más de 300.000 palestinos que no disfrutan de los mismos derechos que el resto de ciudadanos israelíes (no pueden votar, por ejemplo, en las elecciones nacionales).
«Esta decisión no se ha tomado a la ligera ni rápidamente. No es una decisión política. Es una decisión necesaria», añadió el embajador, cuyo país acusa a la agencia de estar infiltrada por Hamas y a algunos de sus empleados de haber participado en el atentado sin precedentes del 7 de octubre de 2023 en suelo israelí.
La respuesta de la ONU
El «ataque incesante contra la UNRWA pone en riesgo las vidas y el futuro de los palestinos en el territorio palestino ocupado», denunció por su parte el director de la agencia Philippe Lazzarini en el Consejo de Seguridad.
La nueva legislación israelí, que va a «socavar» a la UNWRA, se burla del derecho internacional», «ignora las resoluciones de este Consejo y de la Asamblea General» e «impone obstáculos ingentes» a sus operaciones, denunció.
Pero «no obstante, estamos determinados a permanecer y hacer nuestro trabajo hasta que deje de ser posible», insistió.
La agencia cuenta con unos 30.000 empleados y se encarga de realizar algunas de las labores de un Estado (como dar servicios sanitarios o educativos) a los palestinos que fueron desplazados tras la creación del Estado de Israel y a sus descendientes, tanto en Gaza y Cisjordania como en Líbano, Siria y Jordania.
La ONU ha repetido en numerosas ocasiones que los servicios que presta UNRWA son insustituibles porque no hay agencia ni ONG que cuente con su logística, personal y capacidades para llevarlos a cabo, frente a lo que propugna el Gobierno de Israel.