DOHA.- Qatar, que está mediando con Egipto y Estados Unidos, anunció que entregó un borrador del acuerdo a Israel y el grupo terrorista Hamas tras un “gran avance” durante la noche, en el marco de las negociaciones que se llevaron a cabo en Doha y donde participaron los jefes de las agencias de espionaje israelíes Mossad y Shin Bet y el primer ministro de Qatar, así como Steve Witkoff, que se convertirá en enviado de Estados Unidos cuando Trump asuma el cargo la próxima semana. Se cree que también participaron funcionarios del gobierno saliente de Estados Unidos.
Algunas familias de estos rehenes protestaron hoy contra el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, por su oposición al acuerdo que se está negociando en Qatar para detener los combates y traer a sus familiares de vuelta a casa, aprovechando su presencia en el Parlamento israelí para examinar el presupuesto de 2025.
Un alto cargo israelí dijo que podría cerrarse un acuerdo en pocos días si Hamas responde a una propuesta. Otra fuente palestina cercana a las conversaciones afirmó que la información procedente de Doha era “muy prometedora” y añadió: “Se estaban reduciendo las diferencias y hay un gran impulso hacia un acuerdo si todo va bien hasta el final”.
Israel y Hamas han mantenido conversaciones indirectas durante más de un año con el objetivo de poner fin a la guerra en Gaza y devolver a decenas de rehenes del ataque del 7 de octubre de 2023 en manos de milicianos a cambio de palestinos encarcelados por Israel. Mientras Israel y Hamas no se ponían de acuerdo, la guerra continuó y docenas de palestinos han muerto cada día en ataques israelíes, y la mayoría de los 2,3 millones de personas en Gaza está hacinada en campamentos insalubres de tiendas de campaña, con sus barrios en ruinas.
Sin embargo, a pesar de la intensa mediación de Estados Unidos, Qatar y Egipto, las conversaciones se han estancado repetidamente por varios temas clave, incluyendo los detalles del intercambio, si el alto al fuego sería permanente y la retirada de las fuerzas israelíes.
En Israel, las familias de los rehenes han celebrado manifestaciones semanales exigiendo un acuerdo para su liberación. Hamas y otros grupos aún retienen a unos 100 rehenes capturados en el ataque del 7 de octubre de 2023 en el sur de Israel que desencadenó la guerra, en la que los milicianos mataron a unas 1200 personas y secuestraron a unas 250.
Hamas exige la liberación de un gran número de prisioneros palestinos, incluidos combatientes de alto rango. Israel es reacio a liberar a esos prisioneros, especialmente porque uno de los cerebros del ataque de 2023, el asesinado líder de Hamas Yahya Sinwar, fue un prisionero liberado en un acuerdo similar.
Las dos partes han intercambiado listas de nombres e Israel exige más información sobre qué rehenes están vivos para asegurarse de que salgan primero. Hamas argumenta que para eso necesitan un alto el fuego ya que los rehenes están escondidos en distintos lugares.
El acuerdo contempla varias fases. En la primera etapa, Hamas liberaría a los rehenes más vulnerables y las fuerzas israelíes se retirarían de algunas áreas, permitiendo que algunos palestinos regresen a sus hogares y se aumente la ayuda humanitaria.
En el segundo paso, que se negociaría durante el primero, se liberaría al resto de los rehenes vivos a cambio de un alto al fuego duradero y la retirada de las fuerzas israelíes.
Hamas ha dicho que no liberará a los rehenes restantes sin garantías de que la guerra terminará. La ofensiva de Israel ha matado a más de 46.000 personas en Gaza, en su mayoría mujeres y niños, según las autoridades sanitarias locales.
Hamas probablemente teme que Israel reanude su ofensiva, una vez que liberen a los rehenes, ya que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha prometido que no terminará la guerra hasta haber destruido la capacidad militar y de gobierno de Hamas y asegurarse que el grupo armado palestino ya no suponga una amenaza. Los israelíes temen que Hamas prolongue las negociaciones sobre la segunda fase, extendiendo el alto al fuego indefinidamente mientras los rehenes languidecen.
Israel también ha exigido un mecanismo para inspeccionar a las personas que regresan a sus hogares en el norte de Gaza, de donde huyeron alrededor de un millón de personas siguiendo órdenes de evacuación israelíes al inicio de la guerra. Eso probablemente requeriría una presencia israelí en lo que se conoce como el corredor de Netzarim, una franja de carreteras cerradas e instalaciones militares que se extiende desde la frontera hasta el mar justo al sur de Ciudad de Gaza.
Las negociaciones casi colapsaron el verano pasado cuando Netanyahu dijo que Israel mantendría su presencia en el corredor de Philadelphi, una franja de tierra a lo largo de la frontera entre Gaza y Egipto, ya que argumenta que Hamas ha llevado armas a través de túneles construidos allí. Egipto dice que bloqueó los túneles hace años y se opone a cualquier presencia israelí en el lado de Gaza de su frontera.
Israel dice que Hamas no puede volver a gobernar Gaza, pero aún no ha respaldado un plan realista para un gobierno alternativo. El gobierno de Biden ha presionado durante mucho tiempo para cerrar un gran acuerdo en el que una Autoridad Palestina reformada gobernaría la Gaza de posguerra con el apoyo de países árabes y musulmanes, incluida Arabia Saudita que también daría el paso histórico de forjar lazos con Israel.
Pero los líderes árabes y musulmanes dicen que solo firmarán planes de este tipo si incluyen la formación de un estado palestino en la Cisjordania ocupada, Jerusalén Este – anexionada por Israel- y Gaza, territorios que Israel capturó en la Guerra de los Seis Días en 1967.
El gobierno israelí se opone a la creación de un Estado palestino y ha descartado cualquier papel para la Autoridad Palestina en Gaza. Netanyahu dice que Israel mantendrá un control de seguridad indefinido mientras delega la gobernanza a palestinos políticamente independientes.
Sin embargo, Hamas ha dicho que está dispuesto a renunciar al control de Gaza en favor de otros palestinos.
Hamas también ha exigido el levantamiento de un bloqueo impuesto por Israel y Egipto después de que tomara el poder del territorio en 2007, algo que los expertos ven necesario para reconstruir Gaza. Pero este punto es vetado por Israel ya que teme que Hamas lo tome como una victoria y reconstruya su capacidad militar.
Agencias AP y Reuters