En diciembre pasado, el exministro de Finanzas de Alemania y líder del Partido Liberal (FDP), Christian Lindner, afirmó que su país se beneficiaría de “un poco de (Javier) Milei y (Elon) Musk”, una declaración que provocó la indignación del presidente de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), Friedrich Merz, quien el pasado domingo se alzó como ganador de las elecciones y se encamina a convertirse en su próximo canciller.
“Estoy completamente horrorizado. Lo que hace ese presidente está arruinando el país y pisoteando a la gente”, expresó unos días después de las declaraciones de Lindner, también en diciembre de 2024 y en plena campaña electoral, durante su intervención en el programa Maischberger.
Lindner había justificado su posición en un artículo publicado en el diario económico Handelsblatt, donde destacó los logros de ambos personajes, a pesar de ser figuras controvertidas a nivel internacional.
“Es cierto: tanto Javier Milei como Elon Musk a veces sostienen opiniones extremas, disparatadas e incluso alarmantes, y las promocionan con acciones provocadoras. Sin embargo, me atrevería a decir que detrás de las provocaciones de Milei y Musk hay una energía disruptiva de la que Alemania carece”, escribió el líder liberal.
Días después, Lindner redobló su apuesta en una entrevista con el canal público ARD, donde sugirió que deseaba tomar como modelos a Milei y a Musk, cercano al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
Los elogios de Lindner a Musk resultaron particularmente llamativos, ya que el empresario ha manifestado abiertamente su respaldo a Alternativa para Alemania (AfD), el partido de ultraderecha que ha ganado terreno en la política alemana. En diciembre de 2024, el dueño de X publicó en su plataforma: “Solo la AfD puede salvar a Alemania”.
Además de sus declaraciones en redes sociales, Musk participó activamente en la campaña electoral alemana. En enero de 2025, sostuvo una conversación en directo en X con Alice Weidel, co-líder de la AfD, lo que generó controversia y amplificó la visibilidad del partido en el ámbito internacional.
Estas acciones provocaron reacciones adversas en diversos sectores políticos y sociales. El entonces canciller alemán, Olaf Scholz, calificó el respaldo de Musk a la extrema derecha europea como “completamente inaceptable”. Asimismo, la editora de opinión del diario Die Welt renunció en protesta por la publicación de un artículo de Musk defendiendo a la AfD, evidenciando la polarización generada por su intervención en la política alemana.
En las elecciones federales del pasado domingo, el Partido Democrático Libre (FDP) sufrió una derrota significativa que lo dejó fuera del Bundestag, el parlamento alemán. Este resultado marca un punto de inflexión para la política alemana, ya que el FDP, conocido por su firme defensa del libre mercado y las políticas liberales, no logró superar el umbral del 5% necesario para obtener representación parlamentaria.
Varios factores parecen haber contribuido a este revés electoral. Uno de los más destacados fue la decisión del FDP de abandonar la coalición de gobierno anterior, lo que generó una serie de críticas y descontento en el electorado. Esta ruptura no solo provocó una crisis dentro del gobierno de coalición, sino que también llevó a la convocatoria anticipada de elecciones, lo que, a su vez, afectó negativamente la imagen del partido.
La ausencia del FDP en el parlamento representa un cambio trascendental en el panorama político de Alemania, donde el partido ha desempeñado históricamente un papel clave en diversas coaliciones gubernamentales. Su salida podría alterar las dinámicas de poder en el Bundestag y complicar las futuras negociaciones de coalición.
Por otro lado, el bloque conservador de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y su aliado bávaro, la Unión Social Cristiana (CSU), liderado por Merz, emergió como el vencedor de las elecciones. Con un 28,6% de los votos, la CDU-CSU logró asegurar 208 escaños en el Bundestag, consolidándose como la primera fuerza política del país. Este resultado coloca a Merz como uno de los principales actores en las negociaciones para formar una nueva coalición de gobierno.
Por su parte, el Partido Socialdemócrata (SPD) alcanzó un 16,4% de los votos, su peor resultado histórico, con 120 escaños.
Ambos partidos están en conversaciones para formar una “gran coalición”, que les otorgaría una mayoría combinada de 328 diputados.
Un hecho destacado de estos comicios fue el ascenso de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que experimentó un crecimiento significativo, duplicando su porcentaje de votos y logrando un 20,6%, lo que la posicionó como la segunda fuerza política del país. Este notable aumento en el apoyo a la AfD ha generado preocupación entre los partidos tradicionales, que temen que el avance de la extrema derecha altere el equilibrio político y social de Alemania. Frente a este panorama, los principales partidos están buscando formar una coalición estable que permita frenar el auge de la AfD, a la vez que mantienen la gobernabilidad del país.
Tras conocerse los resultados electorales, Weidel afirmó que recibió una llamada de Musk, quien supuestamente la felicitó personalmente por el histórico avance de su partido. Asimismo, el magnate de la tecnología publicó en X: “Es solo cuestión de tiempo para que AfD gane”.
Agencias AFP y Reuters